1
Bueno. Harry y yo ya éramos padres, y nos hacía muy feliz, más a él, que deseaba desde hace un par de meses tener un hijo conmigo.
Su deseo se cumplió al fin. Alexander Styles Hunt, así se llama nuestro hijo. Lo hemos llamado así por mi abuelo, él se llamaba Alexander. El abuelo de Harry y el mío estuvieron en la Primera Guerra Mundial, lo supe al ver las fotos que me enseñaba mi suegra. Ya hace tiempo de eso, pero no quería decirlo, no antes de que naciera Alex.Alex ahora mismo tenía unos 9 meses. Aún era un bebé, sólo decía palabrotas, ya sabéis, cosas que nadie entiende. Sólo los bebés. Tenía los ojos de su padre, la forma del pelo aún no se sabe. Tenía un pequeño hoyuelo igual que su padre. Físicamente se parecía más a él.
Harry hace poco hizo la gran decisión de volver a abrir la empresa. Muchos de sus colegas, lo habían ayudado a quitar cajas y limpiar el lugar. Muchos de ellos, no tenían trabajo y les alegró de que Harry abriera de nuevo su empresa. Empresa que, por supuesto, volvería a ser como siempre.
Sí, tuvimos una crisis de unos meses, pero todo estaba bien. Nosotros, bueno, él, económicamente estaba muy bien. Pero no se quería arriesgar a no quedarse con nada, por eso cerró Rolls Royce una temporada.
Como él dijo, cerraría temporalmente, ahora está de vuelta de nuevo.Lo que sí me preocupó, fue el tema de Alex. Yo no podría trabajar como su secretaría. Básicamente, no le importó. Dijo que se encargaría de contratar a una nueva secretaría.
Añadió que no iba a contratar a una rubia de bote. Que en su oficina no iba a haber chicas teñidas. Exageró un poco, pero creo que ni se acordará de eso.Yo, iba a quedarme con Alex hasta que éste tuviera edad suficiente para entrar a una guardería.
2
-Cai -abrí mis ojos alterada-, tranquila soy yo -dijo la voz ronca de Harry-. Ve a dormir ¿quieres? Ya no está llorando -dijo-
-¿Qué hora es? -dije frotándome los ojos, se agachó-
-Las siete de la mañana. Si quieres aviso a un compañero de trabajo que llegaré tarde, me quedaré con Alex -lo miré y negué-. Vamos, quiero que descanses un poco -le puse mis dos manos en los lados de su cara y negué de nuevo-.
Harry me cogió mi mano derecha, y me dio un beso en ella. Se levantó, y me estiró del brazo. Me acercó a él, y me abrazó.
-No pasará nada. Llegar una hora tarde es normal -me miró-. Tienes unas ojeras que dan miedo -sonreí y apoyé mi cabeza a su pectoral cerrando los ojos-. Duerme ates de que se despierte. Ya sabes como son los críos, se despiertan muy temprano -dijo mientras me depositaba un beso en la cabeza-.
-No importa Harry -lo miré-. Puedo aguantar -me miró-.
-No te veo muy preparada para quedarte cuidando a nuestro hijo hasta que vuelva de trabajar -dijo-. Lo digo, por que me estoy imaginando que te vas a quedar dormida, mientras Alex hace una gamberrada. ¿Crees que a sido buena idea abrir la empresa ahora?
-Sólo tiene nueve meses. ¿Qué crees que va a hacer? ¿Una fiesta de bebés? Y claro que ha sido buena idea -sonreí-.
-Pero estaré menos tiempo con Alex. Quiero que recuerde a su padre siempre.
-Seguro que te tiene en mente siempre Harry.
-No quiero que crezca sin una buena infancia -entrelacé mis dos manos con las suyas y lo miré-.
-Todo irá bien. Te querrá como un buen padre que eres. Pasará tiempo contigo, te lo aseguro -sonreí-. Seguro que me preguntará donde estarás -hice una pausa-, creo que estamos avanzando muco el tiempo. Ahora mismo, él no se enterará de qué le pasa en la vida. No te preocupes.
-Bien -me dio un beso en la frente-. Entonces ¿nos veremos esta tarde? ¿de acuerdo? -asentí- Si necesitas cualquier cosa o pasa algo me avisas -asentí-.
Se separó, y se puso la americana que estaba en la cama.
Miró a Alex en la cuna. Se agachó y le dio un beso en la frente. Entonces, Alex se despertó.
-Dios -dijo-. Este niño es adivino. Sabe que me voy.
-O tal vez es por que le has molestado mientras dormía.
Alex empezó a llorar, y es cuando Harry aprovechó y lo cogió.
-Shht -dijo-. No llores Alex -Alex miró a su padre, y empezó a sonreír y dejar de llorar-. ¿Te quieres venir al trabajo conmigo? ¿Sí? -le hablaba a Alex-. Pues hoy no. Te quedarás con mami hasta que venga -le dio un beso en la frente, éste se chupaba la mano y decía cosas-.
Sonreí al verlos así. Ver al amor de tu vida, con el que has compartido millones de cosas, y ver el hijo que habéis tenido, es una de las cosas más maravillosas que se puede imaginar o ver una persona.
-Papi se tiene que ir, llega muy tarde al trabajo -hablaba con Alex como si él entendiera lo que su padre le decía-.
Harry me miró sonriendo y me dio a Alex. Fuimos abajo con Harry, y al llegar la puerta, puse a Alex delante de mí, es decir, cogiéndolo por el culo y por delante para que no se cayera. De esa forma, Harry podía verlo y despedirse de él de una manera más cómoda.
-Bueno cariño, ya te lo he dicho. Si necesitas cualquier cosa llámame -me dio un beso en los labios y otro en la frente. Luego miró a su hijo y le dio un beso en la frente-. Os amo a los dos -sonreí, y cerró la puerta delante de nosotros-.
Y es cuando Alex, empezó a llorar.