> "Podrás cambiar el cuerpo con otra piel, pero no al corazón con otra alma".
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Solía ser una chica dulce. Nadie imaginaría que en ella surgiría un cambio radical por el amor, el amor del dulce Tails, un chico...
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Era la mañana siguiente, ella ya estaba despierta. Son las cinco de la madrugada. Tiende a despertar temprano por el mismo insomnio y la ansiedad que no le permiten dormir bien.
La de ojos chocolate se encontraba caminando de un lado a otro con preocupación, debido a que el día de ayer el rubio le había confirmado algo que la llenaba de ansiedad y algo de angustia.
—"Me quedaré aquí por una semana Cream. Sabes que EmeraldCaos no es una universidad de la que puedes perder el más mínimo segundo de las clases. Me encargaron darte tutoría al menos por una semana, pues el tema que te perdiste es realmente extenso e importante, espero que ello no te moleste"— dijo el rubio durante la cena de ayer.
Estamos martes, es como si el maldito tiempo pasara jodidamente lento a medida de que más lo pienso.
Tiemblo con el solo hecho de tenerlo aquí y, ¿ahora resulta que lo tendré por toda una maldita semana conmigo?, ¿aquí?, ¿en mi casa bajo mi mismo techo?.
La vida se encarga de meterme en un enredo más grande que el anterior, joder, necesito calmarme.
Tratar de tener algo de paz ahora le resultaba muy difícil, más en la situación en la que se encontraba. Encontrar a Tails era algo que quería, sin embargo, aún no.
Se fue caminando hacia su refrigerador, las ganas de comer algo desesperadamente era una forma de calmar su ansiedad, atravesó la puerta, alzó la mirada y lo primero que vió fueron dos colas menearse de arriba hacia abajo sobresaliendo de la puerta abierta de la refrigeradora.
—¿Que...?
—¿Eh?. Oh, buen día Cream, no sabía que ya estabas despierta.— levantó la cabeza por encima de la puerta de la nevera.
—Buen... Día, pensé que seguías dormido.
—Bueno, estar despierto desde temprano me ayuda a tener más tiempo de planificar muchas cosas que dejo pendientes, más que nada mis proyectos. ¿Y a ti?.
"Hace que me aumente la jodida ansiedad..."
—Solo ha pensar en ciertas cosas.
—Ya veo— me miró algo preocupado —En vista de que me quedaré aquí por una semana, hice un horario ayer en la noche, ya sabes, no quiero que me taches de inútil.
¿Enserio?, diablos, no podía ser más organizado.
—Claro que no, sé cómo eres, y sin duda no eres un inútil— le afirmé.
