> "Podrás cambiar el cuerpo con otra piel, pero no al corazón con otra alma".
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Solía ser una chica dulce. Nadie imaginaría que en ella surgiría un cambio radical por el amor, el amor del dulce Tails, un chico...
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La mañana ya no se siente tan pesada como siempre, de hecho se siente cálida... Y suave... ¿Es mi imaginación?. Es la primera vez que me siento tan tranquila después de tantos años, desearía que fuese así para siempre. De repente abro los ojos poco a poco y veo su piel frente a mis ojos y me sonrojo demasiado recordando todo lo que pasó la noche anterior.
No quería que terminara, pero de alguna u otra forma iba a acabar. La felicidad para mí no era duradera.
—Tails... Buenos días— susurré dándole un beso en la mejilla mientras mi piel chocaba gentilmente con la suya.
Él despertó, se frotó los ojos y me miró un momento...
-¿Uh?- confundido miró a la chica a su lado, luego vió su cuerpo... Sus ojos se abrieron como platos.
N-No... No es verdad... No puede ser verdad.
Un error. Un enorme error para él, no podía culpar a Cream y ella no podía culparlo a él. Ambos se entregaron mutuamente.
-Oh no, no. Santo cielo...-me senté de inmediato en la orilla de la cama, mi cabello y mis colas estaban desordenadas. Esto era un error.
Él la volvió a mirar y no pudo evitar sonrojarse. ¿Que había hecho?. Cream lo miró con una expresión preocupada pero solo gateó suavemente hasta llegar a su altura, extendió su mano y le acarició la mejilla haciendo que el rubio se estremeciera un poco.
-Calma... Esto no es el fin del mundo. Yo...-dudó por un momento pero susurró casi sin aliento mientras su corazón latía a mil por segundo -Te amo. Y siempre lo hice...
Me sonrojé tanto al oírla... Su voz se oía algo ronca, ya que se había despertado recién, sus cuerdas vocales sin duda jugaban para volverme loco. Sus palabras fueron tan apasionantes como los libros de de Charles Robert Darwin y su magnífica teoría de la evolución.
Me quedé sin aliento, la temperatura había aumentado notablemente con solo sus palabras, mi corazón latió a mil, pero esto estaba mal... No podía quedarme con ella.
-Yo... Lo siento... Cream... No puedo... Y no podría aunque quisiese.- Se sonrojó tanto, no se daba cuenta de que estaba reprimiendo sus propios sentimientos, tomó su ropa, se vistió de inmediato y salió de la casa corriendo con sus libros.
La poca felicidad y esperanza de Cream se había quebrantado un poco... Lloró en silencio.
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