Mi complemento eres tú- Taekook

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-Jungsook-

Estábamos llegando a nuestro salón de clase, ni él ni yo dijimos nada, sabía que él estaba en el grupo A conmigo y Hoseok estaba en el grupo B, con el resto de sus amigos, Kim se hacía en la mitad, con cualquier estudiante, había notado que a eso le restaba importancia, en cambio yo me hacía de último, y a nadie le gustaba hacerse conmigo, ya que la maldita excusa era "De pronto se me pega lo gay" pero hoy no sé qué cambio, él se sentó en su lugar de siempre y haciendo un movimiento con su mano me indicó que me sentara con él, de verdad ¿Por qué hoy?

Me siento débil y estresado, todos estos días no me entró ni una gota de comida, por todo lo que pasa, también se me han quitado las ganas de comer, siento que si ingiero algo lo voy a vomitar y ya es suficiente los golpes que recibo como para que me enferme por una estupidez así.

Los dos estamos mirando al frente o eso se supone, aunque algunas veces lo miro de soslayo para ver si él estaba haciendo lo mismo, y al parecer si está poniendo cuidado a la clase, yo estoy tan perdido en mis pensamientos que, escucho al profesor como si estuviéramos a metros de distancia, siento mareos leves pero que igual son capaz de desconcertarme un poco, lo miro y él... vuelve a hablar, ¿Este chico no se calla?

-Entonces, ¿solo lo ibas a hacer por Hoseok?

Sabía a lo que se refería, pero nunca había hablado con él y la verdad no tenía ganas de hacerlo, aunque solo por no dejarlo así le respondí -No es algo que en realidad te incumba- aún seguía mirándolo y el volteó la cara para hacerme contacto visual, es ese momento yo giré la mía, no quería mirarlo, realmente era débil y él, por más que no quisiera me aterraba, sentía su mirada puesta en mí hasta que sentí una de sus manos en mi mentón, me obligó a mirarlo, su semblante estaba más serio que nunca, podría llegar a decir que estaba molesto.

Eso me asustó, me sentí más débil, empecé a temblar y no podía controlarme, ¿Por qué este chico me causa tanto miedo con tan solo su mirada?, Mis piernas empezaron a debilitarse y aunque estuviera sentado sentí que no podía sostenerme, comencé a sudar, no, a transpirar, me podía comparar con una bolsa de hielo derritiéndose.

Y entonces escuché su voz nuevamente.

- ¿Te di la opción de no responder? - ladeé la cabeza de un lado a otro indicando nervioso y atemorizado que no - ¿Verdad que no?, Entonces, responde lo que te pregunté.

- ¿Por qué? -fue lo único que salió de mi boca aun temblando.

- Porqué, ¿qué? - no sabía si se hacía él estúpido, aunque aún parecía preguntar con enojo, así que decidí aclarar, la verdad no tenía ganas de discutir - ¿Por qué te interesa saber?, tu y yo no nos hemos hablado, ni nunca pensé en llegar a hacerlo, todo el tiempo tu grupo se está burlando de mí, y a ti parece valerte mierda todo, entonces ¿Por qué te importan mis razones para acabar o no con mi vida? -

Sentí que saqué algo de mí, sentí un pequeño alivio, uno muy pequeño, pero marcaba un poco la diferencia, aunque él no lo notó y como él estúpido que es solo soltó un:

-Entonces Hoseok no es la única razón, quiero saber el resto y me las dirás. Ahora.

¿Valía la pena negarme?, no, hasta podría funcionar para engañar a mi mente y decir que morí importándole a alguien, así que le conté, o bueno, le mostré la carta que había hecho está mañana antes de venir a este sucio lugar.

él solo hacía unos pequeños sonidos de molestia en cuanto iba leyendo, algunas veces me miraba con asombro y otras solo arrugaba las cejas a la carta, era un simple papel con una información irrelevante para muchos. En esa carta no aclaraba las veces que mi padre me había golpeado, o como había iniciado todo, solo resumía mi día a día y dictaba que iba a acabar con mi vida, pero lamentablemente apareció él.