Mi complemento eres tú- Taekook

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-Taeyang-

Me acosté preocupado por el chico que estaba hospedándose en mi casa, ya que, bueno, su delgadez desde un inicio me impactó, y que no quisiera comer solo me hiso asegurar mi pensamiento de que padece de anorexia, aunque creo que me aceleré un poco, podría estar suponiendo cosas, pero... ¿Me asusta? Si, ¿Por qué?, Pues por la sencilla razón de que podría encontrar muerto a este chico por eso, y no me gustaría para nada, además no me gusta ver mal a las personas, y menos a una como él, tan sincera, tan pura y tan buena...

Pasé dándole vueltas a eso toda la noche, hasta que, en punto, del cansancio acumulado, cerré mis ojos y caí en un profundo sueño...

No sé cuánto tiempo fue el que paso, pero abrí mis ojos y no vi la figura humana que estaba delante mío hacia un rato, me sobe los ojos y agudice mis sentidos para analizar si había ocurrido algo, pudo haberse caído, en eso se pudo haber desmayado, pero, no, esas idas se fueron de mi cabeza al escuchar un sollozo idéntico al que había escuchado de él cuando estaba escondido en la sala de química. Me paré rápidamente del sillón, y me mareé por ello, mis sentidos volvieron en pocos segundos y me permitieron caminar hasta la puerta del baño, donde por debajo de la puerta se veía que la luz estaba encendida, al acercarme oí aún más los chillidos, toqué la puerta, y luego, algo me asusto...

Todo se quedó en silencio, y luego otro chillido, pero aún más fuerte, era de... dolor.

-Jungsook, habré esa puerta, ahora- Dije esperando que me abriese, lo oí llorar más, esta vez lo estaba dejando salir, mi preocupación ascendía, por lo que me fui a buscar una llave para abrir la puerta del baño, las encontré y me dirigí de nuevo a esta, le quite seguro y la empujé con suavidad, pero esta estaba siendo empujada en contra para que yo no la abriera, por lo cual aplique un poco de fuerza y logré abrirla sin dificultad... Pero, en cuanto entré, mi corazón dejo de latir...

Lagrimas...

Cuchillas....

Sangre...

Eso fue lo que vi, sus lágrimas rodando por sus mejillas, su antebrazo y muñeca izquierda con un trazo grande de sangre sobre ellas, las cuchillas en el suelo, su cara no demostraba más que dolor y tristeza, no sabía bien que hacer y me agache, limpie sus lágrimas, tomé su brazo y lo acaricié, luego agarre su mano y lo alenté a pararse, en cuanto lo hizo lo guie hasta el lugar donde habíamos dormido, lo senté con cuidado y fui por algunos elementos para limpiarle las heridas, en el proceso lloro y gritó, su llanto en aquel momento era uno incontenible, sus alaridos fuertes y entrecortados me demostraban que tanto le dolía, y a mí me dolía él, continué poniéndole curitas ya después de desinfectar todo, para luego entrar en un silencio.

-Yo, disculpa, no....- Me dijo aun con lágrimas amenazando salirse de sus ojos.

-No me pidas disculpas, si piensas dirigirme la palabra para eso, mejor no lo hagas- Dije directo, pero con tranquilidad, no quería escuchar eso por parte de él, eso debía escuchar Jungsook de las personas que lo llevaron a esto. - ¿podrías decirme el por qué? - le pregunté, nuestras miradas se encontraron, ansiaba su respuesta, quería saber cuál era su tormento, quería ayudarlo...

-No quiero... hablar... sobre eso- Dijo en un muy bajo tono, lo entendí, yo no era quien para que se abriese conmigo.

-De acuerdo- Le dije tranquilizándolo, pero quería que él confiara en mi -Cuando quieras puedes hablar conmigo, sé que no nos habíamos hablado hasta ayer, pero, puedes confiar en mí, te lo aseguro- Termine por decir.

Dejamos de hablar, se quedó sentado mirándome y luego, al poco tiempo se recostó en el sillón, en cuento me di cuenta él había entrado en un profundo sueño, me propuse a limpiar el cuarto y lo acabé media hora, no tenía ni idea de que hacer, mi sueño de había anulado por completo, seguía desesperado y con mi preocupación ascendiendo ¿Cómo pudo haberse hecho tanto daño? Sin razón alguna sentí un impulso de consolarlo de alguna manera, por lo que con mucho cuidado me acerque a él sin despertarlo, tome su muñe y acaricie las cortadas profundas que estaban en el lugar, y cuando ya me iba a ir, le di un corto beso, sentía que este chico necesitaba cariño, comprensión y ternura... Necesitaba a alguien de su lado, un amigo, y eso iba a ser yo.