IX

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Con un pronunciado bostezo que pretendía indiferencia, Shikamaru apoyó la mejilla sobre la palma de su mano mientras extendía al frente en un movimiento premeditado el papelillo pulcramente doblado en cuatro.

Parpadeando desconcertado, Naruto recorrió la silla y tomó asiento, quitandole la hoja de la mano para desdoblarla y verla con detenimiento.

-Es...

-Algunas de las cosas que le gustan a Sakura- completó Shikamaru el pensamiento, abriendo un ojo para inspeccionar la expresión alegre de Naruto. Este sonrió confuso y se rascó la nuca al finalizar el corto listado que numeraba algunos de los gustos de la estrafalaria kunoichi.

-No lo entiendo- admitió con gesto zorruno-. ¿Cómo pudo gustarle Sasuke si le gusta el romanticismo?, Sasuke era tan...Sasuke- agregó al no encontrar un apelativo mejor.

Shikamaru se enderezó en la silla y se alzó de hombros.

-Las mujeres son complicadas y problematicas.

-Pero a ti te siguen por montones- exclamó el rubio, haciendo un curioso mohín.

Shikamaru exhaló largamente, ya cansado de refutar el hecho. Naruto era demasiado cerrado para comprender que a él en realidad le tenía sin cuidado el supuesto asedio femenino. Además, no era el caso. Ino era su amiga y Temari...bueno, compañera forzada.

-No es asi.

Naruto pareció no escucharlo, y si lo hizo, le ignoró.

-¿Entonces ya puedo acercarme a Sakura con esto?

-Te avorazas demasiado, Naruto- profirió en tono seco, recordando la visión del día anterior en la torre hokage. Le consumían unas descomunales ansias por preguntarle acerca de Sai, pero no había manera de plantearselo sin sonar impertinente y entrometido-. No puedes solo ir a hablarle de estas cosas a Sakura.

-¿Y por qué no?- el puchero de Naruto se le antojó adorable. Sacudió la cabeza para apartar las insensatas ideas.

-Se dará cuenta que Ino te dio la información, y ademas es demasiado indiscreto- comentó-. Tienes que ser más casual en tus aproximaciones. Que parezca una coincidencia. Podrías empezar por ahí. Y...- dudó, dandose golpecitos en la barbilla con los dedos-. El lenguaje corporal tambien cuenta bastante.

-Oh, Shikamaru- el ánimo de Naruto se desinfló como un globo-. ¿Por qué no me enseñas bien esos pasos y asi no haré el ridiculo ni saldré gravemente herido cuando me le acerque?

-Porque- Shikamaru retrocedió el cuerpo, mirandole en actitud analitica-. No tengo tanto tiempo. Se aproximan los examenes chunnin. Tengo que elaborar la lista de registro.

"Y en realidad no tengo la menor idea de lo que estoy diciendo"

Resignado, Naruto volvió su atención a la hoja.

-¿Puedo al menos poner en práctica esos pasos contigo?

Exaltado, Shikamaru sintió un extraño hormigueo interno ante semejante propuesta. Se rascó la mejilla, apenado, desviando la mirada hacia la mesa para no tener que confrontar el azul cielo de los brillantes y anhelantes ojos del Uzumaki.

-¿Por qué ibas a prácticar conmigo en vez de con una mujer?- quiso saber, deseando darse una patada mental tan pronto las palabras salieron de su boca.

-Porque te tengo mucha confianza- reconoció Naruto, ladeando levemente la cabeza, como si ignorara la magnitud e impacto que sus propias palabras tenían en el otro-. Y me sentiría mucho más cómodo que si se lo pido, no se...a Hinata.

-Bien- accedió Shikamaru dejando salir un hondo exhalido-. Pero te advierto que no será en mi casa. Mis padres podrían vernos y hacerse ideas extrañas sobre nosotros.

La risilla deshinibida de Naruto fue suficiente para deshacer la tensión incómoda tras su comentario.

-Que sea en mi apartamento- propuso efusivo.

Y Shikamaru pensó, si bien efimeramente, que no existía poder humano para negarse ante tan deslumbrante, bella y confiada sonrisa.

***

Shikamaru estaba de pie a mitad de la sala, aguardando a que el impertinente rubio lo abordara. Si cualquiera en la academia le hubiera dicho semanas antes que acabaría metido en un lío similar, Shikamaru no lo habría creído ni de broma. Sin embargo ahí estaba, prestandose para interpretar un papel, jugando a ser un cupido, pasando de  sus sentimientos para ayudar a Naruto. Maldita condescendencia. Debería haber proclamado lo que la principal regla de todo ninja profesaba. Emociones aparte si se pretende sobrevivir en un mundo cruel y despiadado. Pero el mismo Asuma no había seguido dicha ley, y ahora estaba...

-¡Hola, Sakura chan!- exclamó Naruto desde el lado opuesto del pasillo, esbozando una amplia sonrisa al andar-. Que coincidencia encontrarte aquí. ¿Te gustaría ir a Ichiraku por un tazón de ramen?

Shikamaru negó despacio al salir de sus serias elucubraciones.

-No gracias, Naruto. Acabo de comer y quedé con Ino.

-Asi no habla Sakura chan- se quejó Naruto, torciendo los labios.

-¿Y eso qué importa?, lo estas haciendo mal desde el saludo, Naruto. Se supone que debes mostrar indiferencia.

-Oh...

-Intenta de nuevo- lo alentó-. Y tu lenguaje corporal tampoco es el correcto. Muestrate menos extrovertido. Las manos en los bolsillos y no sonrías todo el tiempo, hace parecer que te tomas todo a la ligera.

Naruto infló los mofletes con disgusto. Eran muchas cosas a la vez.

-Me estas pidiendo que actúe como Sasuke- opinó-. Ya lo hice una vez y no salió muy bien- rememoró vagamente lo acontecido hace años y una profunda decepción se pintó en su rostro.

En medio de una encrucijada mental, Shikamaru suspiró abatido.

-Te dije que las chicas son complicadas, Naruto. Y Sakura posee un temperamento muy fuerte, al igual que Ino. Si la fastidias, regresaras con no menos que un ojo morado.

-No quiero eso- se estremeció Naruto ante la idea-. Pero es dificil ser como Sasuke. Mejor enseñame como lo harías tu, Shikamaru.

-¿Es en serio?- le miró esceptico. Naruto reafirmó con un asentimiento de cabeza.

-Finge que vas a pedirle una cita a Ino- sugirió-. Yo seré ella. Ahora ponme el ejemplo.

Con profundo pesar, Shikamaru se pasó la mano por el rostro. Soltó un resoplido y enfundó las manos en los bolsillos antes de echar a andar, reprendiendose internamente por aquella pantomima que rayaba en una bufonada de su parte. Como si supiera como desenvolverse con las chicas.

-Hey, Ino- saludó inexpresivo frente a un sonriente Naruto-. ¿Vas a entrenar?

Naruto movió negativamente la cabeza.

-Tengo que trabajar en la floristeria y después iré de compras con Saku...¡eh, la frente de marquesina!

Shikamaru sonrió de medio lado al ver a Naruto llevarse las manos a la cintura en su pretendido afan por imitar a Ino. La verdad no lo hacía tan mal.

-Bien, te veré en el entrenamiento de mañana...

-Pero Shikamaru- rezongó Naruto al verle agitar la mano en son de despedida-. Pensé que insistirías un poco más.

-No estoy tan desesperado- se jactó él, cruzando los brazos en su nuca y yendo hasta la cama para dejarse caer de espaldas en la misma. Era demasiado ajetreo para su rutina diaria.

Divertido, Naruto se subió a su cuerpo y le dirigió una mirada felina que sacudió involuntariamente cada fibra del cuerpo del Nara.

-Tambien necesito- sus mejillas se colorearon subitamente-. Que me enseñes a besar.

Intenciones ocultas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora