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Habiamos tenido un día ocupado en la escuela, con el tema de los clubes y los exámenes que vendrían al otro mes todos estaban algo ocupados, así que di mi apoyo al consejo estudiantil durante el día para ver la lista de integrantes en algunos clubes.

Era impresionante pensar en cómo eh cambiado, de una chica para nada social y amante del arte ahora tengo un grupo de amigos muy especial, no cambiaría nada de mi en mi pasado, porque pasaria como el efecto mariposa, tan solo un diminuto cambio cambiaría quien soy actualmente.

Con el tema de los estudios ya no hablo tanto con los chicos, Chiyoko esta organizando el club de karate ya que le interesó mucho más que el de deporte, mientras mi novio junto a su hermano ven los temas de su pandilla y división, es por eso que trato de ocuparme y servir de algo acá en la escuela.

-¡Yuji-Chan!

-¿Huh?

Un chico se acercó a mi tratando de regular su respiración luego de haber corrido bastante para alcanzarme, tenia unos papeles en sus manos con algunas palabras escritas que no alcanzaba a leer.

-Me presentó.. Soy Nishigami Kao.

-Un gustó, ¿Sucede algo?

-Necesito tú ayuda.

-¿Mi ayuda?

Ahora que lo miraba más de cerca y con atención, era el presidente del Club de Artes, un chico muy agradable según las chicas de la escuela.

Su apariencia era llamativa para las muchachas, cabello color cenizo y unos ojos verdes como esmeralda, encantador según los rumores.

-Quiero que este año me ayudes con el club.

-¡¿Hah?!

-Si, estuve hablando con la presidenta del centro estudiantil y necesitamos como presidentes de club a alguien que sea nuestra mano derecha.

-Pero... ¿Porque yo?

-Hable con los profesores de artes y manualidades, tus notas son excelentes y tus trabajos impecables, aparte, vi que querías unirte este año.

-Es cierto... Pero.. No creo estar lista para dirigir un club.

-No te preocupes, estare a tú lado para ello, tambien podrás participar en el, solo piensalo, ¿Si?

-Está bien, lo pensaré.

Me sentía feliz de que me tuviera en cuenta para un cargo tan importante, pero aún me costaba soltarme frente a la gente, no estaba al cien por ciento segura de mi pero daría todo para poder ser digna del cargo.

Empecé a caminar directo a mi salón de clases, ya casi no habían estudiantes en la escuela más que los organizadores y gente que ayuda en los clubes, así que no habría problema en dejar unos papeles en la mesa del profesor.

Cuando abrí la puerta mis ojos se posaron directamente en mi mesa de estudio, había un libro destrozado con sus hojas esparcidas por todo el suelo. Me acerque lentamente dejando las hojas que tenía en mis manos en la mesa del profesor, de alguna manera todo esto era extraño, como un deja vu.

Tome una de las hojas pero cada trozo tenía algún insulto o estaba rayado tapando las letras.

-Que es esto...

Me acorde a la vez que tuve un problema con Emmy, al volver del baño encontré mi libro favorito destrozado en mi puesto de clases, nadie habia visto al causante y nadie había dicho nada al respecto.

-Veo que viste mi sorpresa.

Me di media vuelta rápidamente viendo a Hanna parada de brazos cruzados en la puerta del salón, tenía la misma sonrisa siniestra de aquella vez.

Atlántic || Souya KawataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora