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Hoy había dejado de nevar, solo había una gran manta blanca en la ciudad que hacía marcar nuestras pisadas en el camino. Hacia algo de frío por la brisa que pasaba a nuestro alrededor, pero no nos congelaba como días anteriores.

Me gustaba este tipo de días, aunque amaba más los días en el que había sol pero sus rayos no pegaban tan fuertes, como si fuese un clima tropical.

Me deje caer apoyada en la pared de la azotea, en el lugar donde estaba había un gran techo que me resguardaba, por lo que no había nieve en el suelo y mucho menos agua. Podía mirar a los demás estudiantes jugar en el patio de recreo, a esta altura podía ver mucho más de lo que veía normalmente.

-Hola Kia.

-Hola Yoko.

Se sentó a mi lado apoyando su cabeza en mi hombro, su presencia siempre había sido cálida, como si ella alumbrara en cualquier circunstancia y persona.

-¿Y los chicos?

-No lo sé.

-¿Huh?

-Estuvimos con ellos en el desayuno, pero ya luego no los vi.

-Debieron haber salido.

-Lo más probable.

Escuchamos la puerta de la azotea abrirse con cuidado, no nos importaba, después de todo no teníamos asuntos que atender en ningún club y mucho menos con personas.

-Hola..

Ambas miramos a la dirección de donde venia aquella voz, nos impresionó ver a Emmy parada a un lado nuestro algo apenada, luego de haber estado desaparecida en los recesos.

-¿Emmy?

-Qué haces acá.

-Yo... Solo me preguntaba si...

Chiyoko se mostraba irritada y podía comprenderla, después de todo no la había perdonado de todo lo que había hecho, pero yo, por alguna razón sentía que necesitaba escucharla para averiguar bien las cosas, sabía que ella no me estaba mintiendo.

-Habla rápido.

-No es nada..

Se dio media vuelta dispuesta a irse, pero antes de ello mire sus manos, las cuales cargaban una lonchera que debía contener comida, lo cual era su almuerzo.

Ella estaba buscando compañía para no comer sola.

-Quieres.. ¿Comer con nosotras?

-¿Huh?

-¿Que?

Chiyoko me miró aldo desconcertada, mientras que Emmy estaba sorprendida ante mí respuesta, la cual no se esperaba para nada. Yo más que nadie sabía que era estar en la soledad, ahora podía comprender que ella estaba atada a algo insuperable, aunque sabía que no era una justificación.

-Puedes comer con nosotras, así estas en compañía.

Emmy miró a Chiyoko buscando su aprobación, por lo que le di un leve codazo para que dijera algo ante eso.

-Bien.. Puedes comer junto a nosotras.

-Gracias -Dijo haciendo una leve reverencia.

Se sentó frente a nosotras cruzando sus piernas con cuidado. Las tres empezamos a comer en silencio y despacio, no había prisa para comer rápido, así que todo era con calma.

-Hoy mi madre me hizo naggets.

-¿De verdad?

-Sip, ten uno.

Atlántic || Souya KawataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora