✅La Princesa y el Rey Demonio: Len Kagamine y tú [Disponible en Inkitt]

Capitulo 2: La princesa secuestrada

Esa noche el Rey Demonio descansaba en su alcoba, pero apenas lograba conciliar el sueño  pues tenía en su mente la imagen de la joven princesa y no podía quitarsela de la cabeza

Len se levanta de su cama y se acerca al cuadro. Destapa la tela con mucho cuidado y se queda contemplando a esa princesa cautivado por su belleza natural

Se acerca y toca con sus dedos los labios de la pintura. Esa niña tenía algo que lo atraía, solo había un problema. El era un Demonio y estaba lejos de su alcance

—Tenías que ser humana—Dice frustrado— la raza más debil. Los seres más odiados por nosotros desde generaciones

El se sentó en la cama, se colocó el cabello con angustia y suspiraba molesto.

—Soy el rey de estas tierras, lo tengo todo. Riqueza, poder, un Harén lleno de mujeres hermosas, pero ninguna como tú.

Cubrió el retrato de nuevo y se acostó tratando de dormir de cualquier forma.

Volviendo al Reino de los Humanos exactamente al palacio de la pequeña princesa. _______ estaba en el mirador de su habitación mirando tranquilamente las estrellas

A ella le gustaba echar a volar su imaginación y crear historias para sus primos pequeños. Era una excelente cuentacuentos además de tener un don para la música

Una voz dulcísima le saca de sus pensamientos, se trata de la reina y también su buena madre

—_______, ¿No crees que es la hora de dormir? —La pequeña princesa suplica

—Mamá por favor, es que no tengo sueño. Solo cinco minutos más

—Pero que haces tanto tiempo sola

—estoy escribiendo historias, cuando sea mayor viajaré por mundos y descubriré cosas nuevas. ¡Mira! Esa estrella brilla más

La madre acaricia los cabellos de su hija. La reina se esperaba que su pequeña pudiera ser una buena madre como ella lo había sido.

—¿les contarás los cuentos que te he contado cuando eras pequeña?

—¡claro! Y algún día, cuando yo también me case y tenga mis propios hijos, daré tu ejemplo —Su madre sonríe y la abraza

—me alegro de oír eso, pero ahora deberías dormir, ya es tarde

_______ de despidió y se fué a la cama. En el palacio solo quedaba ella, sus trece hermanas ya se habían casado, y algunas de ellas tenían hijos.

Cabe destacar que la princesa tenía algún que otro romance pero todo eran palabras bonitas y regalos lindos como una simple flor. Los príncipes que se le presentaban quedaban cautivados de su inocencia y ternura.

_______ abrió las cortinas de la mosquitera y se metió entre las suaves y blandas sábanas de la cama. La temperatura era fresca, perfecta en los días de verano. La princesa sonrió y cerró los ojos quedándose dormida al instante