✅La Princesa y el Rey Demonio: Len Kagamine y tú [Disponible en Inkitt]

Capitulo 20: Peligrosa tentación

En el Harén Dayana estaba llorando en su habitación. Neru volvía a reprenderla por su mal comportamiento

- Porfavor Neru ¡Te lo suplico!

-Silencio, a la muerte hay que mirarla a la cara ¡Calla y acepta tú destino!

Al otro lado de la puerta se oían los desgarradores gritos de Dayana. Las muchachas hablaban entre ellas preocupadas

-Y ahora qué vamos a hacer

-Habrá que esperar a que la princesa salga de los aposentos del Rey. Entonces él dictará sentencia

-Su majestad no tendrá piedad con ella

A las concubinas del piso de abajo también les llegó la noticia

-Qué pasó ahí arriba

-Corren rumores de que una de las favoritas entró a la habitación de la princesa y la agredió

-Yo he oído que Neru Akita la reprendió -Los eunucos interrumpieron

-Shhh, ¡a callar! No quiero escándalos en el harén.

Mientras tanto en la habitación del Rey, la pequeña princesa lo agobiaba a preguntas, al chico no le importaba, ella parecía una niña pequeña que tenía un juguete nuevo

-¿Los demonios beben sangre?

-Si

-¿Y los vampiros también?

-Si

-¿Entonces si un demonio le chupa la sangre a un vampiro, también le sale colmillos?

-Eh... No

-Y si un vampiro le muerde a un demonio ¿ahí se convierte en vampiro? -Len le besó la frente y sonrió

-Escucha, nadie se convierte en vampiro porque le muerdan. Para eso tiene que haber un ritual especial

-¿Y porque bebes sangre si no tienes colmillos? -El chico se ofendió

-Claro que los tengo

-A ver abre la boca -este así lo hizo y ella intentó meter un dedo-¡No! pero déjame tocarlos

-No, que luego te haces daño -ella le acaricio los cabellos rubios

-¿Y solo te alimentas de sangre? -el Rey sujetó su cintura con firmeza y colocó una mano en su mejilla

-Verás cariño, los vampiros y los demonios bebemos sangre, aunque nosotros preferimos las almas. Yo me alimento de la sangre del miedo y la lujuria de las personas

-Y qué es la lujuria -Len le hizo un rápida acaricia en la nariz

-Una cosita que una niña como tú no puede saber aún -_______ lo miró curiosa

-¿Pero sabe bien cuando te la comes?

-De maravilla

-¿Puedo probar? -el chico sonrió

-Mm... Igual cuando seas un poquito más mayor

-¿Es picante?

-Mucho, después vas a querer repetir

-Entonces ¿me gustará su sabor? -el chico tomó su mano y besó sus nudillos

-Mira, ¿porque no me dejas de hacer preguntas y me hablas un poquito de ti? Casi no sé nada de tu mundo ni de tu familia

-Y qué quieres saber

-Pues lo que tú me cuentes -ella sonrió

-¿y si jugamos a ese juego que dura tres horas? -Len evitó el tema a toda costa