✅La Princesa y el Rey Demonio: Len Kagamine y tú [Disponible en Inkitt]

Capitulo 14: Sueños eróticos

En los aposentos del Rey, el chico se mantenía con la mirada fija sobre su tesoro más preciado, el retrato de su princesa

—desearía tenerte ahora. Pero sé que estarás con tus amigas y... Querrás conocer este mundo que te rodea —sonrió— ¿Verdad mi niña?

Len se levantó y caminó por su habitación confundido, no sabía que hacer ¿Cómo podía dejar de pensar en esa joven?

—¡Maldita sea! Te necesito —sintió una molestia en su entrepierna y respiró profundo

—No puedo ser un pervertido contigo, alejaré esos pensamientos obscenos de mi cabeza. Aún eres una niña y debo preservar esa virginidad tuya para el momento indicado

Entonces los guardias abrieron la puerta dejando entrar a una chica que rápidamente camino hacia él

—¡SU MAJESTAD! —Ella bajo la cabeza e hizo una reverencia, Len se quedó atónito

—¡Tú eres una de mis favoritas! ¿Qué haces...? No te he llamado —Neru dejó escapar una lágrima y habló preocupada

—Mi Rey perdóneme, he venido a darle malas noticias, la princesa se ha desmayado y no despierta, ¡por favor ayúdela!

Al chico le cambió la cara y se puso serio

—Donde se encuentra, como ha sucedido esto

—En su habitación Majestad, la princesa no ha tomado un bocado desde el desayuno de ayer. Desde que usted se la llevó, ella ha estado hambrienta

—Mierda, tenía que haberle dado la cena antes, ¡Guardias! Llamad a mi médico personal, traer a los mejores curanderos que haya en el palacio y al viejo brujo. ¡Y tú! Cuénteme el resto en el camino, debemos apresurarnos

Neru sonrió esperanzada

—Si Majestad

Ellos caminaron apresuradamente por los pasillos, Rin vió a su hermano muy serio y dedujo enseguida que algo malo sucedía

—¡Len! ¿Que ocurre?

—Mi princesa se ha desmayado y hace rato que no despierta

—Oh, por el fuego del infierno ¡Iré ahora a ayudar! Avisaré a mi médico personal también

Los dos hermanos entraron en el Harén ignorando la reverencias de todas las mujeres que con respeto bajaban la cabeza y se colocaban en fila

Neru iba detrás siguiendo el protocolo. Los tres subieron a la habitación de las favoritas y abrieron la puerta de par en par. Neru se quedó en la entrada junto a las demás muchachas incluyendo a Dayana.

El Rey caminó hacia la cama destapó las sábanas tomando a la niña dormida y la sentó en sus piernas abrazando su débil cuerpo

—Majestad

Len fulminó con la mirada a todos los presentes de la habitación sus ojos mostraron un rojo intenso y una ráfaga de viento salió alertando a los enuncos

—Que nadie se acerque ¡Nadie! Hasta que no vengan los médicos, no dejaré que nadie le ponga una mano encima

Rin le tomó de la mano y tocó su frente

—Está fría y su temperatura es baja —la sucubo se quitó la capa que cubría los hombros y se la colocó a la princesa —Neru habló con una sonrisa

—Majestad, El viejo brujo ha llegado

Las puertas dejaron paso a un señor mayor iba con un gran maletín y vestia con finas túnicas de seda y oro

El anciano se acercó con una sonrisa amable, se inclinó frente a él y habló calmadamente

—Mi Señor, es un placer estar aquí frente a usted. ¿Ella es la chiquilla? —Len asintió —¿Me permite? Mm... Si, su frente está caliente. Déjela sobre la cama —Pero el chico se aferró más a la niña