Kadur

Elegidos.

-¿Qué dices?, ¿elegidos?, ¿soy un elegido?, ¿elegido para que?.
-No puedo decírtelo aún.
-Lo supuse, ¿entonces no me dirás nada verdad?.
-Te lo diré en el debido tiempo.
-¿Y cuando será el debido tiempo?.
-Cuando sea el debido tiempo.

Me quedo callado y empezamos a caminar de nuevo. Tengo tantas preguntas en mi cabeza pero no serán respondidas, ya que Nicolás no me las responderá porque aún no tenemos suficientes acontecimientos; y realmente necesito saber que está pasando, necesito saber sí es un sueño o la realidad.
Llega el atardecer y Nicolás y yo empezamos a buscar un lugar para dormir. Encontramos un pino con muchas ramas y prendemos una fogata porque empieza hacer frío. No tenemos comida así que me aguanto, pero, sí tenemos agua que recogimos del riachuelo.
-¿Tienes hambre?.- Me pregunta Nicolás sonriendo.
-No.- Digo mintiendo.
-Aquí tienes galletas por sí quieres.

Me entrega dos paquetes de galletas saladas que sacó de su bolsillo, que realmente no sé de donde las consiguió.

-Mañana tendremos que levantarnos temprano para salir temprano.