CAPÍTULO 2

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—No se qué estás haciendo aquí, pero creo que quedó bastante claro que no quería volver a verte

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—No se qué estás haciendo aquí, pero creo que quedó bastante claro que no quería volver a verte.

Las palabras escaparon de mi boca, empujando a las lagrimas que luchaban por salir a pesar de mis esfuerzos para contenerlas. Después de la clase tan intensa que había tenido, lo que menos me apetecía era enfrentarme a una etapa de mi vida que me había dolido tan intensamente y, sobre todo, que estaba tan reciente. Dos semanas, solo dos malditas semanas habían pasado desde el ataque y aquí estaba, con su mirada de cordero degollado esperando... ¿qué?.

—Anna, tenemos que hablar. Por favor.

Tuve que volver a retener a Peter, esta vez con más fuerza. No me hacía falta mirarle a la cara para saber que sus ojos tenían ese color fucsia intenso que aparecía cuando se enfadaba, simplemente lo sentía.

—Tú y yo no tenemos nada que hablar, Stuart —contesté notando como Peter se calmaba—. Sé que todo lo que pasó entre nosotros fue solo para intentar volverme loca y así poder... ¿dominar el mundo? No me quedó muy claro.

—De verdad, no es todo tan simple. Solo te pido que me escuches un momento, por todos nuestros años de amistad.

Eso fue un golpe bajo y debió notarlo en mi cara, porque retrocedió unos centímetros levantando un poco las manos: se estaba preparando para otro golpe. Decidí respirar profundamente y tomé una decisión de la que me arrepentiría, sin lugar a dudas.

—Está bien, tienes un minuto.

Tomé su brazo mientras nos alejábamos por el pasillo. Peter hizo amago de seguirnos, pero con solo una mirada logré que se quedase en su sitio. Colocó las manos detrás de la espalda y supe que estaba formando luces, por si era necesario. En ese momento de la mañana la facultad seguía cerrada y no había estudiantes por los edificios. Además, durante las siguientes semanas habría poca gente por el campus, ya que los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina.

Este pensamiento, aunque duró solo unos segundos, hizo que me doliese el estómago. Estaba dejando demasiado de lado mis estudios por el club de Magia. Sabía que era algo importante, pero mi futuro académico también. Tendría que hablar con el profesor Sanderson para retrasar algunas de las clases hasta que terminasen los exámenes. Me haría prometer que no usaría mi Don sin supervisión sin haber acabado la formación, pero estaba dispuesta a aceptar todas sus condiciones si eso hacía que no perdiese mi beca.

Me apoyé en la pared dándole la espalda a Peter y Stu se colocó en frente de mí. Nos encontrábamos solo a unos metros de la puerta del aula, pero podía sentir desde allí la electricidad que manaba del cuerpo de mi amigo. Estaba en tensión, esperando cualquier movimiento extraño por parte de su hermanastro.

—Bueno, te escucho —dije mientras me cruzaba de brazos.

—Anna, siento muchísimo lo que pasó. Cometí un error, no debí hacer caso a mi padre y por eso fuimos a buscarte en el aula, el plan no estaba funcionando y pensé que era mucho mejor hablar contigo y que entendieses nuestra postura.

Sombrío [Luces de colores 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora