Como quien dice...!
Ya casi era la hora pico para entrar a clases.
Y Pan O' Donell estaba más empoderada que nunca, salio de aquella casa abandonada, que dicho sea de paso... estaba frescamente perfumada por la madre selva, pues la tenía enroscada por todo el buzón, además de los barrotes de las ventanas.
El jardín maltratado cuya maleza creciere le daba un aspecto de tugurio a la susodicha casa.
Sonriente, Pan O' Donell, cuando iba atravesando el jardín, se froto los dientes con la lengua con alguna especie de malicia. Mientras que una leve brisa mañanera le agitaba su rubia cabellera.
«Sin duda los vientos de excitación que le causare aquel chico, aun estaban en el aire»
Más allá, al otro del la calle, Helen W. Harris le esperaba inconforme.
« Dada por vencida ya ni siquiera tocaba el timbre de su bici la pobrecita, a grandes rasgos se le notaba enojada »
─ De hoy no pasa la bitch, porque la mato! ─ sentencio Helen y juro por su madre a regaña dientes.
La calle donde aguardaba Helen por su amiguis, por lo regular se tornaba desierta a esa hora, las únicas almas que pululaban a una distancia media alejada, era un policía de tránsito que paresia poner una infracción a un conductor.
Helen comenzaba a planear algo en sus sienes, al figurarse que aquella autoridad se le acercase, pues pensó que si el policía le viese allí sola, con una bici de otra chica en aquel lugar solitario la encontraría por así decirlo... sospechosa!
Pan solo es una compañera de estudio mas... o es mi amiga? ─ Se pregunto algo irónica ─ pues consideraba a Pan un tanto mezquina al exponerla ante tamaña escena Dantesca.
Helen sabia que aquel policía no tendría que ser Sherlock Holmes para intuir que quien faltase en la bici rozada era una chica que podría muy bien estar cerca... o... mejor dicho..., al otro lado de la calle en esa casa abandonada.
─ La verdad es que hay que ser bien puta, para tirarse un chico en semejante lugar!? ─ critico Helen negando con la cabeza, mientras sumía su labio superior.
Helen en definitiva no se encontraba cómoda, sintió un ligero jaloncito en su pie izquierdo cuando sus cordones se enredaron en el pedal de su bici, de inmediato se dispuso a atar sus zapatos, pero desistió, porque todo estaba en orden, volvió a agarrar el timón de su bici sin dejar de fijar la mirada en aquel policía al que tanto le temía.
Casi al instante sintió como si le halaran los cordones, casi un golpecito, pero esta vez fue en su pie derecho, miro hacia abajo y quedo más perpleja que antes, pues sin duda algo pasaba con sus zapatos, y entonces... sintiéndose tonta al fin pudo gritar:
─ Fuck you Pan siempre de larping con tus malditas bromas!
Pan al fin se quebró de risa.
La chiquilla estaba detrás de la goma trasera de la bici de Helen y no pudo evitar soltar una carcajada, al ver que Helen adivino muy tarde su broma, pues desde aquel punto ciego Pam O Donell era quien le toqueteaba los zapatos, logrando así confundir a Helen sin ser descubierta.
─ Ya me tienes hasta los huevos maldita enana. ─ arguyo Helen visiblemente molesta.
Y aunque Helen todavía no volteaba siquiera a mirar a Pan, esta última logro intuir el enojo en la profunda respiración de Helen.

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ROBO DE CARTERA MUJER
ChickLitLA MALDAD NAVEGA Dos chicas asediadas por problemas de conducta, deciden abordar un gran crucero, para cuando se dan cuenta de la gran conspiración que les acecha, la costa ya esta demasiado lejos, no quedándoles de otra que luchar en alta mar. ¿QU...