2

178 16 12
                                        


  ─ Es ahora o nunca... quitar su brassiere tengo que...! ─ piensa el chico al ver a Pam esta respirando agitada.

Tantea la situación a ver si le conviene, y ahora sí que está convencido de que puede hacerlo, llego la hora, y muerde el labio de Pam más fuerte, para que esta no se le despegue, así le impide que hable y pare el encuentro.

Que Pam le ordene que se detenga es lo último que quiere. ─ Se arriesga... he intenta palpar el broche del brassiere más no lo encuentra.

Pobre chico este...!

No se ha dado cuenta que no todo ha sido excitación...,en parte...!

Pan también ha dejado escapar alguna que otra risilla, porque a diferencia de él, Pam no tiene un secreto, ni siquiera una mentira,

Pan solo juega con la realidad manejando información!

De modo que se ha divertido con el chico por 16 minutos y medio, viéndole buscar infructuosamente el broche de brassiere en su espalda, cuando en realidad se encuentra delante en medio de sus dos senos.

Entonces Pam sin poder contener más tiempo la risa, bajo del regazo del chico y le dijo:

─ ¡Oye tienes que comprar más seguido ropa interior para tus novias, y así sabrás que el gancho del brassiere no solo se encuentra en la espalda!

El chico mira a Pam, y su rostro se pinta entre sonrojo y sorprendido. 

Mientras que Pam le sostiene una mirada de superioridad, con una mal disimulada sonrisa cínica.

─ El fornido rubio levanta las cejas , abre la boca y antes de que pueda articular palabra Pan le acaricia la barbilla diciendo:

─ ¡Descuida "Arlequín" ahora que sabes que mi sostén también se quita por delante, tu "Milf" estará más dispuesta la próxima vez!

El chico que hasta ahora y a juzgar por su rostro, no sabía en que se debatía, si entre la sorpresa o el enojo, por fin comenzó a tomarse las cosas de mejor manera al procesar aquello.

Seguramente Pam , con la promesa de una próxima vez había logrado subir un escalón en la esperanza de aquel joven, por lo que agrietada su fe, el longevo empujo su cachete izquierdo con la lengua mientras meditaba, y poniendo ligeramente su brazo en el espaldar de aquel mueble abandonado achino los ojos meditabundo.

Para sus adentros se pensó...

─ Como una chiquilla así a vuelto a darme largas!?

Con todo aquello al fin concluyo que Pam tenía que ser de alguna ciudad, muy probable de la gran manzana New York, pues toda su vida había vivido en Mobile y sabía que las chicas de allí no se comportaban de esta manera, y mucho menos no era de costumbre escucharlas hablar con esta jerga callejera.

Unos minutos después, el timbre de la bicicleta de Helen resonó , eso sí... que esta vez pareció resonar mas fuerte, tanto tanto que logro sacar de súbito al chico de sus cavilaciones.

─ Como  puede ser que tu amiga aun este allí fuera esperándote!?
─ pregunto el chico a Pam.

Pues en sus recovecos hacia a la otra colegiala ya muy lejos, casi llegando al instituto.
Pero que va nada más lejos de la realidad! realidad que pudo contastar viendo la serenidad con la que Pam se arreglaba el pelo y ni siquiera dignarse a responderle la pregunta.

─ Pareciera que a Pam O Donell le resbalaba todo aquello, pues se mantenía serena ante el incesante avisar del timbre de su amiga Helen!

¡Esto hizo que al chico se le dispara todo atisbo de incredulidad al ver que la impuntual Pan de ese susto no moría,pues mientras se arreglaba el pelo y presionaba sus labios poniéndose brilla labios no mostraba el menor atisbo de que algo le preocupase!

ROBO DE CARTERA MUJERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora