Pam O' Donell, nada más entro al camarote noto como una emoción de tristeza le carcomía por dentro al sentirse sola en aquel crucero, y una sensación de peligro le helaba la sangre cuando volvió abarcar de una sola mirada aquella escena. La terrible escena del peluche, allí..., sentado en la cama con el estómago untado de salsa de tomate , como si quien lo hiciese hecho, quisiera asemejar con sangre el aborto de Helen, esta escena la tenía muy estampada entre ceja y ceja.
«En definitiva quien quiera que hiciera esto, había hecho sus deberes y quería traumatizar lo más posible a Helen, sin duda quería separarlas y lo había logrado, ahora, el hermoso peluche que Noland Mcvy le había regalado a Helen en la feria parecía que hacia una mueca»
─ Con un demonio... sin duda Noland Mcvy esta mal de la cabeza! ─ dijo Pam para sus adentros, intentando borrar de su mente aquel mensaje malicioso que ponía la nota que aún descansaba sobre la cama.
«Helen asesina porque me mataste att: Marlon»
Pam inquieta seguía buscando su teléfono por todo el camarote, tenía una necesidad imperiosa de comunicarse con alguien de inmediato que se encontrara fuera del crucero, pues las miradas amenazantes que le dió la mujer y el hombre que cargaba el niño frente a la heladería, todavía hacía eco en sus recovecos, además de que este hecho, hizo abrazar la idea de que no podía confiar en nadie dentro del barco.
Cuando se abajo a buscar bajo la cama, el crepitar de la radio le dio un susto de muerte que le hizo pararse de súbito chocando su espalda fuertemente de una de las paredes del camarote.
Noland Mcvy me atrapo en el camarote y me matara aquí dentro fuera de la vista de los demás pasajeros ─ fue lo primero que rozo por la mente de Pam.
Pero se reconfortó al ver que la radio de comunicación se le había caído en el suelo, emitiendo un sonido ininteligible gracias a la mala frecuencia.
─ Pam, creo que tu también estas loca al igual que Noland! ─ se dijo allí, recostada en la pared del camarote con una mano en el pecho.
Pam O' Donell levanto la radio como dando las gracias a Dios de que Noland Mcvy no estaba presente y que solo intentaba de nuevo comunicarse con ella, a través de la radio emitiendo algún mensaje.
Pam coloco la radio estratégicamente sobre la cama, cerciorándose de no ensuciarla con la salsa de tómate que bien estaba desparramada casi sin dejar ningún lugar limpio en la sabana.
Allí, parada, la radio comenzaba a dejar de tener mala frecuencia hasta que por fin en el camarote se hizo un silencio rotundo que a Pam se le hizo medio incomodo.
Seguramente Pam estando allí sola, en el escuchar a radio por la radio, le daba cierta seguridad de que el batender estaba lejos.
Aún así.... Pam escuchaba su propia respiración agitada, y algo en su interior le decía a gritos que se aproxime a la puerta, Pam asustada, temía lo peor, pensaba que Noland Mcvy estaba del otro lado de la puerta y que solo le había modulado por la radio para cerciorarse de que estuviera dentro y así tener la certeza de que podía derribar la puerta y atraparla.
Pam despacio fue poniendo su oído en la puerta a ver si escuchaba algo sospechoso que evidenciara que Noland Mcvy estuviera fuera, pero no noto nada.
«Entonces la radio dijo algo claro»
─ Hola hay alguien ahí?
Pam, curiosa, movió los ojos a una velocidad endemoniada mirando la radio, a medio voltear y sin despegar sus palmas de la puerta.

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ROBO DE CARTERA MUJER
ChickLitLA MALDAD NAVEGA Dos chicas asediadas por problemas de conducta, deciden abordar un gran crucero, para cuando se dan cuenta de la gran conspiración que les acecha, la costa ya esta demasiado lejos, no quedándoles de otra que luchar en alta mar. ¿QU...