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Pam sabia que mientras más tiempo permaneciera en el camarote, más eran las probabilidades de que Noland Mcvy llegase y la atrape, pero ahora, más que antes le invadía una creciente incertidumbre, le carcomía por dentro la idea de que Noland estuviese fuera esperando que solo abriese un poco la puerta para entrar y sedarla, esto a Pam le helaba la sangre.

Pam se agacho y volvió a tomar el cuchillo que estaba en el suelo, y como si escribiera algo, lo unto de salsa de tomate, algo le decía a Pam que quizás..., alguien que no perteneciera a la red de pedofilia , viéndole las manos sangrar, y con un cuchillo ensangrentado, se encuentre raro que un batender del barco quiera entrar con una chica herida a un camarote, pues el recuerdo de lo que le había dicho la tal Amy Bradley por la radio de que no podía encender el barco porque no todos en el barco eran malos, le hizo a Pam considerar de que del otro lado de la puerta, también podría haber inocentes testigos que contuvieran a Noland Mcevy.

Cuando Pam O' Donell se incorporó, comprendió que no había tiempo que perder, debía salir del camarote pase lo que pase. Con el corazón a mil, cerro los ojos y se dispuso abrir la puerta pasara lo que pasara y tuviera lugar del otro lado.

Noland Mcvy no estaba por ningún lado, y Pam se relajó hasta el punto que dejo de apretar el cuchillo que bien lo tenía empuñado, en su contra costado, nadie le vio tirarlo cuando descruzó sus brazos y lo tiró en el tronco de una mata que decoraba la entrada del camarote.

Pam vio a su frente como el ascensor se llenaba de cruceristas que querían llegar a las cubiertas de más abajo, pero al fin se decanto por usar las escaleras, demasiado acosada y aterrada como para entrar con desconocidos a un lugar reducido a donde puedan inyectarle.

Mientras Pam bajaba escaleras abajo se preguntaba cuanto tiempo tardaría Helen en recuperar el conocimiento, pues que haya salido del teatro TOONWEB, y encontrarse con ella frente a frente, solo tendría que subir de nuevo al camarote con Helen y enseñarle el peluche tuerto de donde le salían aquellos dos alambres que antes, bien estaban conectados a la cámara que Pam ahora, llevaba como prueba en medio de su dos senos.

Antes de que Pam siguiese soñando, su peor pesadilla se le hizo realidad, aquí en la escalera se quedó de piedra, cuando una figura, al pie de la escalera se le hizo familiar, allí subiendo con determinación y coraje venía Noland Mcvy.

Pam enfilo enseguida corriendo pendiente hacía arriba y cuando miro hacía atrás a ver que de Noland Mcvy, Pam se cercioró de que tuvo algo de suerte...

Noland Mcvy se desvivía allí de desesperación, tuvo que detenerse para guardar las formas frente a uno de los ricachones que noche antes le había servido tragos.

Pam O Donell se quedo más arriba de la escalera, mirando a Noland Mcvy y al ricachon hablando, y pudo notar como el batender, mientras le contestaba aquel señor ensacado, no dejaba de devolverle la mirada, como si quisiese matarla.

Pam aquí, se debatía tal si fuere el asno de Buridan, por un lado como a ocho o nueve pasos la opción de entrar de nuevo a su camarote, seguir de largo, y quizás encontrarse con el hombre de los helados o subir al ascensor ubicado a cinco pasos del camarote, el ascensor subía y dejaba cruceristas y al abrir hacía una especie de sonido campana ''pin'' con este sonido... ''pin'' invitaba a cualquiese que lo oyese a bajar por el.

Pam O' Donell ..., mientras Noland Mcvy le observaba desde en medio de la escalera, ya, aquí arriba.... ella.... había decido bajar por el ascensor cuando viera que el batender terminara de hablar con aquel aparente ricachón, así mientras Noland Mcvy fuera subiendo, ella iría bajando.

ROBO DE CARTERA MUJERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora