CAPITULO 14

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Narra Sadie

Una semana, una estupida semana desde que dejé ir a Millie, semana desde que sus hermosos labios me dijieron "Te amo" semana que no dejo de llorar. Mis días ya no son lo mismo sin ella, extraño su voz, sus ojos, su cuerpo a mi lado, todo de ella.

Estoy muriendo lentamente y nadie se da cuenta de eso, mis ojos son lagrimas, ya no como, no presto atención en clases, me encierro todo el día en mi cuarto pensando solo en ella. Cada vez que lo hago me pongo a llorar mas, y no hay nadie que lo pare, soy masoquista, me hundo en mi propio sufrimiento.

Por lo menos una cosa no ha cambiando, Hailee.

Desde que no se nada de Millie, ella ha sido un gran apoyo, me acompaña por horas solo observando como lloro, lo bueno es que no pregunta el por qué, solo está a mi lado abrazándome.

Sin duda alguna le he cogido un gran cariño a Hailee, pero solo como amiga, mi corazón ya tiene dueño, o quiero decir dueña, solo espero que Millie no me haya olvidado todavía...

-Sadie por favor tienes que ir a la fiesta.- dijo Hailee sentada en mi cama tratando de quitar el cobertor que me cubría .

-No quiero.- dije con la voz mas ronca.

-No estoy segura de por qué estas así, pero lo que sea debes de superarlo, no me gusta verte así Sadie. Además no te estoy preguntando si quieres ir, te estoy diciendo que tienes que ir, ya llame a Maya y ella va a estar ahí con Natalia.- su voz era suave. Hailee y Maya ya se conocían, Hailee le contaba a Maya sobre una chica, Maya se dio cuenta de que hablaba de mi y pues ahora salimos los tres junto a Natalia.

Salí entre las sabanas y asome mi cabeza, Hailee me miraba con cara de perrito, odio cuando hace eso. Soy tan débil.

-Necesito un cigarrillo y un mucho alcohol.- me paré de la cama.

-No dejaré que bebas tanto, ni que fumes mucho pero ya es un avance que salgas de tu cama para algo que no sea la escuela comer o ir al baño.- se paró de golpe, la verdad estaba se veía muy emocionada.- Mis dos mejores amigas mueren por conocerte, ellas son... Raras, tontas pero son buenas personas y muy graciosas, seguro te sacan más de una hermosa sonrisa.- Dijo y sonrió, adoro a esta mujer.

Sonreí de una manera irónica "sin tan solo supiera" pensé.

-Como sea necesito bañarme si quieres que vaya a la fiesta no iré como única vaga.- la saque de mi habitación a empujones.

-Siempre luces como una vaga, aunque te bañes.- Río y cerré la puerta.- ¡Pasare por ti a las seis en punto Sink!.- me gritó detrás de la puerta.

Empecé a desnudarme lentamente, mientras que me veía en el espejo, realmente me veía como la mierda y había adelgazado mucho, ya no era la misma, me faltaba algo.

Me faltaba Millie.

Al salir de la ducha me cambié, elegí unos jeans ajustados, una camiseta sin mangas que decía "lets roll" unas botas con poco tacón negras y una chaqueta negra, no me puse mucho maquillaje pero el labial rojo intenso no faltó. Como dijo Hailee, llegó por mí a las 6 pm, una joven puntual.

Al llegar a la fiesta los primeros en acercarse fueron dos chicas una de cabellera larga, arreglada y linda, seguro cuida más de su cabello que yo, la otra chica era más bajita y de ojos marrones.

-¡Hailee!.- Gritó la de linda cabellera.

-Chicas, ella es Sadie, Sadie ella es Florence.- Saludé a la de la cabellera linda.- Y ella es Xochitl.- Ahora la de los ojos marrones.

-Así que tú eres de la Sadie de la que Hailee se la pasa hablando, uff realmente es linda hermana y mira, tienen ojos azules, sonrisa blanca también, woow yo pago la boda.- Dijo Florence, habla mucho.

-Basta Florence, no no mira se está sonrojando, mejor me alejo se está calentando. No, es broma, mucho gusto Sadie, Hailee no pudiste elegir una chica más linda

-Suerte la tuya Hailee, con una chica así de linda lo tienes todo, además nos dijiste que es muy inteligente, no te puedes quejar de nada en la vida.- Termino Florence y vi cómo Hailee se ponía roja también, le di un beso en la mejilla.

-Basta chicos, Sadie es solo una amiga, ella sale con otra persona.

¿Qué?

-Lastima amiga, tú te lo pierdes, eres una idiotaa deberías luchar por ella.

-Vamos a la barra Sads.- Dijo un muy apenada Hailee.

La seguí y nos sentamos en unas bancas altas, pedimos un par de vasos de vodka.

-¿por qué dijiste eso?.- pregunté para romper el silencio.

-¿a qué te refieres?

-Cuando dijiste que salía con alguien...

-Oww bueno, el día que te dejé en tu casa, cuando saliste del hospital, al salir de tu habitación encontré a una chica, como me dijo que se llamaba... ¿Milagros? ¿Millie? Si si Millie, me presenté y le dije que era una amiga tuya, y ella me dijo que era tu novia... Supongo que es la razón por la que estás mal... Ella te dejó ¿no?.- Dijo y puso su mano sobre la mía, amaba esto de Hailee, como no se andaba con rodeos y me decía la verdad siempre, es una gran amiga.

Le conté todo, desde que nos conocimos hasta ese día que ella la encontró, con el paso de la historia iba pidiendo más y más vodkas hasta que comencé a decir muchas incoherencias y a llorar por ahí, también había fumado mucho, Hailee no podía impedirlo porque la alejaba de mí y la amenazaba con quemarme con el cigarro así que se alejaba pero no mucho, me estaba cuidando, la casa de Florence donde había sido la fiesta ya se estaba vaciando, y yo seguía bebiendo vodka o cualquier tipo de alcohol, a estas alturas ya no me importaba en realidad. Eras las 3:30am cuando Maya se acercó a mí para decirme que me llevaría a casa obviamente no la dejé.

-¡suéltame! Mira Maya hoy estás más rara que de costumbre ¿te cortaste el pelo? Hueles muy rico Maya, ¿dónde está Natalia? Ella y yo debemos ir a jugar un poco de sóftbol, ¡Hailee! ¿Dónde están tus amigas? Diles que vengan yo invito la siguiente ronda, esperen no estamos en un bar, ¡es tu casa Flolence! Me equivoque, ¿es Frolence? No, Florence. ¿Les conté la historia del día en que dejé ir a mi novia? ¡Fui una idiota!.- No sé que estoy diciendo.

-Sadie, cálmate por favor.- Me dijo Maya tranquila y se quedó callada un segundo mientras las lágrimas comenzaban a correr por mis mejillas al mencionar a mi novia, o ex novia, joder.

-¡la amo Maya! La dejé ir, soy una idiota, idiota, idiota, idiota.- Comencé a decir mientras golpeaba mi cabeza contra la mesa de la barra, no tan fuerte.

-¡Sadie basta!.- me grito Natalia.

-¡la deje ir mierda!

-Yo no puedo más Maya, llama a alguien para que la tranquilice, sus padres no lo sé.

Escuché que Hailee susurraba eso y Maya solo asintió, dejé mi cabeza baja y solo la levantaba para darle sorbos a la botella de whisky que tenía en las manos y para darle toques a mi cigarrillo. A los 25 minutos escuche como se abría una puerta y volvían a susurrar, no preste atención hasta que escuche que me llamaban.

El Sol y La Luna // SILLIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora