CAPITULO 17

324 18 3
                                    

Narra Sadie

Millie me había citado a en su casa, no tenía ni idea del por qué pero me parecía un lindo detalle, me mandó un mensaje diciendo que sus padres no estarían y por tanto tendríamos algo así como una "cita" en su casa, lo que me pareció algo realmente adorable. Me di un baño y opté por usar unos jeans, camisa de botones a cuadros y mis típicas botas. Faltando 15 minutos para ver a Millie salí de mi casa, diciéndole a mis padres que iría con Millie, ellos solo asintieron y me prestaron su auto, porque el idiota que había chocado conmigo aún no reponía mi auto por que se retrasaban con papeleos y esas cosas, por cierto mis costillas están casi recuperadas al 100% puedo moverme muy bien y todo eso, solo falta el alta del médico.

Llegué a casa de Millie, toqué la puerta un par de veces y ahí estaba ella con esa hermosa sonrisa, usaba un lindo vestido negro arriba de las rodillas y unos tacones a juego, quedando así de mi estatura.

-Hola pequeña.- Dije y besé sus labios rápidamente. Ella se sonrojó por el sobrenombre y me la quería comer.

-Hola Sads. Pasa.- Me dijo y obedecí. Al entrar las luces estaban apagadas y solo habían algunas velas iluminando la sala, me guio hasta el patio trasero donde en la media había una vela, 2 platos con lasaña, y 2 copas con agua, era muy simple pero hermoso. Cuando iba a sentarme Millie recorrió mi silla hacia tras, me sorprendió el gesto, al sentarme la hizo hacia adelante y agradecí con una sonrisa, ella tomó asiento frente a mí.

-Esto es muy hermoso, Mills.- dije sinceramente-. Gracias cariño.

-Esto y más es lo que mereces Sads, me gustaría hacerte feliz en todo momento por qué es lo que mereces, quiero verte sonreír en todo momento porque tu sonrisa le da luz a mis días, no me imagino si ti y sé que puede escucharse bobo porque tan solo tengo 18 años, pero realmente estoy enamorada de ti y te necesito en mi vida siempre.

Dicho eso me apresuré a levantarme y la bese, de una forma tan dulce, un beso donde no había morbo ni nada por el estilo, un simple, inocente y dulce beso que no duró más de 1 minuto.

-Eres increíble Mills, te amo.- Le dije y se sonrojó, me encantaba verla así.

-Te amo Sadie.- Me dijo y sonreí, volví a sentarme y comenzamos a cenar. La lasaña estaba deliciosa y no me importaba si ella lo había cocinado o no porque todo estaba realmente perfecto. Millie tomó su celular y comenzó a escribir, minutos más tarde este sonó y ella sonrió, volvió a escribir y yo hacía como si nada pasara, un momento después colocó algo de música y se levanto de su asiento, tomándome de las manos y jalándome hacia ella, era una canción lenta y yo coloqué mi brazo en su cintura y ella puso el suyo al rededor de mi cuello y comenzamos a movernos de un lado al otro, aún me preguntaba con quien hablaba pero me dejé llevar por la canción y pronto mis brazos estaban al rededor de su cintura y los de ella ambos sobre mi cuello, pegué nuestras frentes y vi cómo sonrió, me acerqué y besé sus labios, esta vez era un beso con más pasión, con deseo, la punta de mi lengua tocó su labio inferior pidiendo permiso para entrar, Millie accedió y nuestras lenguas comenzaron un batalla, mi brazos se aferraron aún más a su cintura y Millie me apego más a ella, cuando nos quedamos sin aire Millie sonrío y tomó mi mano y entramos a su casa, cuando comenzamos a subir las escaleras volvimos a besarnos, ahora eran besos más acelerados y en un escalón Millie saltó a mí y la sujete de las piernas, terminando así de subir y de entrar a su recámara la recosté en la cama y comencé a besar su cuello mientras ella intentaba desabotonar mi camiseta con torpeza, se notaba nerviosa así que le di un tierno beso en los labios y me desabroche yo misma la camiseta.

-Mills, no debemos hacer esto si no quieres o si no estás segura, puedo esperar todo lo que sea.

-No no, claro que quiero pero es la primera vez y no sé qué hacer...

-Yo tampoco lo sé mi amor, ¿lo averiguamos juntas?

Ella asintió y volvió a besarme, y si, esa noche fue nuestra primera vez, una noche única, una noche especial, una noche donde solo existíamos ella y yo y era lo único que importaba. Esa noche Millie fue mía y yo suya. Esa noche Millie me prometió estar conmigo siempre y yo se lo prometí a ella. Esa noche fue nuestra. Y esa noche prometimos amor eterno.

Lástima que las promesas no siempre se cumplen.

El Sol y La Luna // SILLIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora