CAPITULO 28

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Narra Millie

**5 años después**

Estaba parada frente al espejo viendo a la persona en la que me había convertido. Físicamente no había cambiado mucho, tan solo mis rasgos eran más definidos y obviamente me veía más mujer. Justo ahora, recuerdo como subí al auto de Matt 5 años atrás, rompiéndome en todas las formas posibles mientras él me consolaba. Él no me había dejado en 5 años y aunque solo fuésemos amigos había ocasiones en las que nos besábamos, eran escasas pero ahí estaban. Y de alguna manera me sentía arrepentida porque lo lastimaba, porque sentía como si la engañara a ella. ¿Qué si aún la amaba? Si. Profundamente. Jodidamente más que antes. Cuando se fue, intente salir con Noah un par de semanas, un completo desastre. Se sentía mi dueño y no lo era, no podía hablar con nadie más porque me gritaba que era suya, cuando ni si quiera éramos novios. Solo se quedó en algunas citas y le dije que era suficiente. Creo que el primer año fue el más difícil, por qué cuando llegue a la universidad de Orlando, me encontré con Emma, me contó todo lo que Sadiele hacía por las noches cada vez que tenía oportunidad, un día, me colmo la paciencia y le rompí la nariz. Desde entonces no me ha vuelto a molestar. Wyatt, Sophia, Maya y yo seguíamos en contacto, Sophia y Maya conmigo en la universidad y Maya que se mudó a Orlando con Natalia 2 años atrás, cuando se casaron. Fue una boda realmente hermosa, ahora tenían un pequeño de 9 meses y era todo un encanto.

No me di cuenta de cuanto tiempo me estuve mirando al espejo pero fue lo suficiente para que derramara un par de lagrimas recordando.

-¿Mills?.- Wyatt entró a mi habitación luciendo un traje hermoso, Sophia venía tras ella con otro vestido espectacular.

-Joder chicas que soy lesbiana. Ténganme un poco de consideración. Se ven divinos.- Les dije caminando hacia ellos abrazándolos. Hoy era nuestra graduación, es raro que los 3 nos graduáramos el mismo semestre pero bueno. Así podríamos seguir con el paso siguiente en la vida juntas. Como desde que nos conocimos.

-Eso no parece con Matt Mills.- Me respondió Wyatt y sonreí.

-Sabes que no estoy enamorada de Matt. Ni si quiera pienso en él de esa forma y nunca lo hice. Es un tipo muy apuesto, y es español y su acento es divino. Desde hace años ha sido un gran apoyo para mí y solo es como una forma de pagarle supongo.

-Lo sabemos Mills. Siempre nos dices lo mismo cuando te molestamos con él, creo que lo tengo grabado en la cabeza ya.- Dijo Sophia y reí ligeramente.

-Maya dijo que llegaría ahí después de que sus padres llegaran a cuidar a la pequeña Nat, esa niña es un encanto, quiero uno así.- Wyatt me sorprendió con el comentario pero sabía que no mentía.

-Entonces ¿vienen Erin y Jaeden para llevarlos? Ya saben, el auto de Matt es solo para dos, bueno en el que vendrá hoy, claro porque no quise que los llevara a ustedes.- Dije riendo y Wyatt me lanzo una almohada, correcto la merecía.

-Ese chico tiene todo menos tu amor, pobre de él.

-No juegues con eso.

-Es verdad Mills.- Sophia como siempre apoyando a su dulce amigo.

-Vale, ustedes saben por qué no puedo corresponderle...- Decía hasta que Wyatt me interrumpió.

-Porque tiene pene.

-Si si, además. Ustedes saben que la sigo amando.

-No puedo creer que hace 5 años que dejamos de saber de su vida. Ni si quería nos dijo a donde se fue. Sus padres tampoco saben de ella y es una completa mierda.- Wyatt siempre hablaba tan directo y claro, me encantaba

-La extraño, digo, seguro no tanto como lo haces tú, pero era parte de nosotras y simplemente se fue.- La voz de Sophia tenía un poco de rencor y la entendía.

-Ya saben, era por mi bien. Según decía. Y ya saben esa historia.- El timbre del apartamento sonó y develó a las 3 personas parados fuera. Llamé a los chicos y cada quien se fue en su respectivo auto. El auto de Matt era un Pontiac Solstice negro. Sin duda al auto de mis sueños después del Chevrolet Cruze que ella tenía.

Ya en el auto y camino a donde se llevaría a cabo la fiesta, Matt se giró hacia mí y sonrío.

-Madre mía. Que estás preciosa Mills.- Me dijo en español y su acento joder.

-No te quedas atrás, ese traje azul marino te queda muy sexy.- Le respondí también en español y sonrió, me dijo lo espectacular que lucía y solo podía sonreír haciéndole cumplidos sobre su traje, su cabello y se barba perfectamente rasurada. En serio que era muy atractivo.

Cuando llegamos, él bajó y me abrió la puerta como todo un caballero. Esos gestos eran los que me recordaban a ella, otra razón por la cual no podía olvidarla. La más importante era porque no quería hacerlo. Entramos y había un ambiente demasiado agradable y tranquilo. Llegamos con los chicos y Maya aún no llegaba seguro estaba exagerando mucho sobre Nat pero bueno, era entendible era su primer hijo. Viendo a Wyatt y Sophia con sus parejas me parecía algo increíble ya que después de 5 años su relación seguía igual. Eran relaciones estables y según decían se amaban y yo no me molestaba en negarlo. Me pregunto si Sadie y yo hubiéramos sido así si ella no hubiese sido tan idiota.

Narra Maya

Ya en el auto. Después de 30 minutos de decirle a mis padres cómo debían cuidar a Nat y eso mi madre me dijo que ella también fue madre de bebés. Obvio, pero era mi pequeña, igual me dejó tranquila su argumento poco trabajado.

Natalia conducía tranquilamente hasta que mi celular sonó y él se asusto. Me reí y tome mi celular.

-¿Quién es?.- Dijo el amor de mi vida y sonreí.

-Es un número desconocido.- Hice una mueca y conteste.

-¿Si?.- Dije algo inquieta.

-Mi rayito de sol...

Jesús, María y José.

Jesús de Nazaret.
Dios mío.
María bendita.
Mierda.

El Sol y La Luna // SILLIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora