Capitulo 3

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Me senté en mi escritorio, comencé a revisar todo el papeleo que había, eran solicitudes para una cita con la señora Ty, imagino que debe ser difícil organizar la boda de alguien.
Era mi primer día como secretaria. Erenda no hacia nada más que ir de compras, así que la asistente de la señora Ty me iba a poner a ayudarla.

- Bien, esto es todo. Necesito que lo órdenes por fecha de solicitud y después me lo entregues para dárselo a la jefa. Tiene que estar antes de que termines tu turno.

Empecé con el trabajo, puse música en el ordenador que había en mi escritorio, puse mi playlist de Iggy Azalea en Youtube. Supuse que con buena música terminaría más rápido el trabajo, si no me ponía a rapear en frente de todos.
Pasaron 2 horas y estaba exhausta así que dejé todo y salí a mi hora de comer, bajé por el ascensor, salí del edificio y caminé para llegar a Garage, hoy tenía ganas de una hamburguesa. Me senté en una mesa pegada a una gran ventana, me senté y devoré mi almuerzo.
Estaba tan entretenida leyendo en mi celular que no sentí cuando un chico se sentó a lado mío.

- lo siento, no te vi llegar, ¿que se te ofrece?
- me preguntaba si podría acompañarte, pero veo que seré ignorado.
- si, yo ya me iba, puedes quedarte con la mesa.
- ¿como te llamas?
- Lina-! Le tendí la mano-¿y tu eres?
-nadie importante- vio mi intento de saludarlo decentemente, río con sarcasmo. Me vio a los ojos unos segundos y se fue.
- Bien- tomé mis cosas, pagué la cuenta y regresé a la oficina.

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No podía dejar de pensar en ese chico, parecía de unos 20 años, cabello castaño y alborotado, alto, ojos cafés. Tal vez no debería aferrarme mucho, de seguro fue solo una coincidencia. En el fondo se que no fue una casualidad, mi conciencia me dice que fue... ¿arriesagdo?
- Lina, la cena está lista. -gritó mi madre desde la cocina.
- ¡En seguida bajo!- mi celular sonó, Violet no puede vivir sin mi. Miré el número, desconocido. Abrí el mensaje. Me quedé pasmada, no lo podía creer. Bajé las escaleras, aún desconcertada.
- ¿estas bien, Lina? Estás pálida. - mi madre me tomó del brazo.
- Saldré, no me esperen.
- ¿a donde vas tan tarde, jovencita?- dijo mi padre.
- no me esperen- tomé mis llaves y me las guardé en mi bolso junto a mi celular, cerré la puerta y caminé hacia la nada.


Nota nueva. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora