—Como dije, esa cosa es un problema de seguridad pública. No basta
con pegar un cartel que diga MANTÉNGASE ALEJADO. —Soltó el brazo
de Oswald—. Te limpiaremos el brazo en la casa, y luego tu mamá puede
vendar la herida una vez que llegue del trabajo.
Oswald se preguntó qué diría su madre cuando viera las marcas de los
colmillos.
Cuando se acercaron a la puerta principal, Oswald dijo—: Papá, sé que
a veces puedo ser un dolor de cabeza, pero realmente te quiero, ya sabes.
Papá lo miró con una expresión que parecía a la vez complacida y
sorprendida.
—Lo mismo digo, chico. —Le revolvió el pelo a Oswald—. Pero tienes
un gusto terrible para las películas de ciencia ficción.
—¿Oh si? —dijo Oswald, sonriendo—. Bueno, tienes un gusto pésimo
para la música. Y te gustan los helados aburridos.
Juntos, abrieron la puerta al aire fresco de la noche. Detrás de ellos, Jeff
gritó—: ¡Oye, niño! ¡Olvidaste tu refresco!
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Into The Pit
HorrorPrimera historia del primer fazbear frights traducida Copyrigth © por Scott Cawton. Todos los derechos reservados