𝙸𝙽𝙵𝙸𝙴𝙻「MarkHyuck」

30.

Donghyuck se deslizó por la pared con los ojos empapados de lágrimas.

—Soy un idiota —se dijo así mismo.

De pronto sintió unas manos grandes acariciar su cabellera, y la figura de Mark apareció frente a él con los labios fruncidos.

—Sé que es doloroso lastimar a las personas que quieres.

—No lo entenderías... —Donghyuck sollozó más fuerte y apartó las manos de Mark.

—Lo entiendo —el mayor se sentó a su lado recargándose también en la pared. —Yo lastime a Jaemin, hubo muchas veces en las que creí que podía amarlo pero no fue así; Lo ilusione, le prometí el sol y la luna, y no se lo pude cumplir. Jaemin era muy inocente cuando me conoció y termine mostrándole el lado más amargo de la vida, él es una persona importante para mí y aun así lo lastimé. También lastimé a Layda cuando no quise escuchar haciendo oídos sordos a sus problemas, y hasta ahora no hay un día en donde no me reclame por eso... Pero sobre todo Hyuck, te lastimé a ti y nunca voy a perdonármelo.

—Basta —rogó Donghyuck. —No estoy de humor para hablar de esto.

—¿Entonces cuándo? Ya pasaron muchos años Donghyuck, y nunca hemos hablado adecuadamente sobre esto.

—¿Qué es lo que quieres lograr?

—Que me perdones, que podamos convivir con Layda juntos. No voy a pedir que me ames porque sé que nunca has dejado de hacerlo, y yo tampoco lo he hecho.

—Tienes que tener un ego bastante grande para asegurar que aún te amo —se burló Donghyuck mientras secaba sus lágrimas.

—No es ego, es la verdad —le dijo Mark con seguridad.

—Joder, siempre fuiste un maldito —el menor se levantó del suelo mientras se sacudía el polvo.

—Pero amas a este maldito.

—Lo hago... —admitió Donghyuck. —Pero no voy a perdonarte. En todo este tiempo, he estado pensado en que la separación fue culpa de los dos, pero mi ser egoísta por dentro te echa la culpa a ti. No puedo perdonarte Mark, y puedes decir que soy un inmaduro, pero lo necesito para sentirme bien conmigo mismo, más sé que debemos llevar la fiesta en paz por el bien de Layda.

—Me encantas cuando eres inmaduro...

—No hagas eso —pidió Donghyuck.

—¿Hacer qué?

—Eso que estás haciendo... Estas tratando de coquetear conmigo.

—¿Y si me pongo de rodillas podrías perdonarme? ¿Si lloro y suplico lo harás?

—No —le respondió sincero. —No hay forma de que pueda perdonarte, no hay forma de que pueda olvidar lo que me hiciste.

Entonces Mark se tiró al piso hincado. —Perdóname —rogó. —He sido un idiota, sé que no merezco tu amor ni tu perdón pero aún te amo, quiero estar contigo.

El menor también se hincó a su lado. —Ya dije que no te voy a perdonar, ¿Por qué haces esto? —dijo sin poder aguantar las lágrimas.

—Porque eres Donghyuck, eres mi esperanza.