𝙸𝙽𝙵𝙸𝙴𝙻「MarkHyuck」

17.

Park Jisung era el hombre más apasionado que Donghyuck había visto en la vida.

Era exigente en su trabajo, responsable y dedicado, solía tener una actitud y apariencia fría pero a su vez también puede ser cariñoso y muy dulce.

Y a Donghyuck realmente le dolía no poder amarlo como el pelinegro merecía. Porqué para él, el pelinegro se merecía el mundo entero, y una persona como Donghyuck tan lleno de defectos y problemas no podía dárselo.

𖥸

Esa mañana se levantó de la cama y Jisung se removió en ella negándose a despertar, jalando a Donghyuck para acomodarlo entre sus brazos.

—Daddy, Hyuckkie tiene hambre —bromeó el pelirrojo con voz melosa.

—Ummm sólo un rato más —pidió Jisung. —Es temprano aún y es mi día libre.

Pero Donghyuck si tenía hambre y su estómago rugía por comida.

—Duerme daddy, yo te traeré de comer en la cama.

—Mi comida favorita eres tu —Jisung meneo sus caderas simulando penetraciones, provocando que Donghyuck gimiera bajito.

—Hyuckkie quiere su lechita.

Jisung gruño por la frase sugerente pero antes de que pudiera hacer algo, Donghyuck había saltado de la cama y salido corriendo de la habitación.

—¡Vas a tener que compensarme bebe! —gritó Jisung poniéndose de pie para tomar una ducha y bajar la excitación de hace un momento.

El departamento de Donghyuck no era grande, pero era suficiente; Era bonito y acogedor.

Jisung lo visitaba casi todos los días y pasaba la mayoría de las noches con él.

Donghyuck preparó una ensalada para desayunar y jugo de nopales con pepinos, de esos que Jisung tanto odiaba pero que terminaba tomando para no hacerlo sentir mal.

—¿Deberíamos ir a ver a tu hija? —preguntó Jisung, por lo que Donghyuck lo miro serio y negó. —Necesitas hacerlo, hay teorías médicas que aseguran que los pacientes en coma están conscientes de lo que pasa a su alrededor, y cuando ella despierte-

—Tú no entiendes —lo corto Donghyuck con actitud molesta. —No, no puedo... No lo soporto.

Jisung tomo su mano con cariño. —Yo estaré ahí para apoyarte.

Donghyuck lo miró de forma triste.

—Realmente no sé qué haría yo sin ti, mi hermoso Ji.

—Oh por favor no me llames así — pidió avergonzado el pelinegro.

𖥸

Layda parecía muy tranquila, Donghyuck le dio un beso en la frente y le cantó canciones infantiles. Jisung los miraba enternecido recargado en la pared dándoles su espacio.

Peino su cabello con cuidado e incluso le puso brillo labial.

—Recuerdo que cuando era pequeña me pedía que le comprara maquillaje, yo solía negarme diciéndole que era muy pequeña para esas cosas, pero ella inflaba las mejillas y se ponía toda roja como un pequeño tomatito, y yo terminaba cediendo, no podía negarme a sus caprichos; Ella es la niña de mis ojos.

Jisung lo abrazó por la espalda con cariño, demostrando que él estaba ahí para apoyarlo.

—Y cuando despierte podrás seguir haciéndolo, lo primero que haremos, porque quiero que me incluyan en su vida, es ir de compras, compraremos vestidos bonitos de muchos colores, zapatos y maquillaje, cosas que usan las niñas en el cabello y mucho más.

Donghyuck río discreto. —A ella no le gustan mucho las cosas rosas, ella es ruda, en eso se parece a su papá.

—Pero si a ti te encantan las cosas rosas... —dijo Jisung con insinuaciones.

Donghyuck desvió la mirada, la insinuación pasó a segundo plano dándose cuenta de que cuando había dicho papá, se había referido a Mark y no a él.

Jisung también entendió y prefirió quedarse callado.

—Aun así sería fantástico que cuando despierte, podamos los tres tener una cita.

Jisung miró con el ceño fruncido hacia la niña, y Donghyuck pensó que estaba enojado, hasta que también lo vio.

El pequeño dedo de su niña estaba moviéndose y después la mano entera.

Jisung salió para llamar a una enfermera, pero Donghyuck se quedó ahí mirando los ojos de Layda, quien también lo miraban y su pequeña boca trataba de decir algo sin lograrlo.

Pero él lo entendía, leía en sus labios la palabra: "Pa... Pí..."

Y no podía parar sus lágrimas.

Donghyuck en ese momento se arrepintió de no ir a verla más seguido, de no haber estado con ella más tiempo, de haber intentado seguir su vida; Se dio cuenta de cuan egoísta había sido.