Luna Azul [El Lamento De Un Lobo]

Capítulo 12

Familia

Habían pasado horas desde que el cuarteto había salido de la ciudad, los dragballos seguían su rumbo río arriba y el sol ya se había puesto sobre el horizonte.

Durante ese tiempo, habían estado en silencio, comiendo lo que traían y a veces platicando, a excepción de 18, ella veía alrededor constantemente para ver si algo se le hacía familiar.

Pero, no había nada, pensando que talvez se equivocó o simplemente ya no tenía memoria para recordar su hogar.

En un punto, los dragballos se detuvieron y se acostaron en el pasto, dando a entender que ya estaban cansados y haciendo que el cuarteto bajará de ellos.

- ¿Ahora qué? - preguntó Jazmín mientras se estiraba.

- pues que la redonda guíe - dijo Julián viendo a 18, pero ella solo estaba viendo alrededor.

- ¿Hermana? ¿Todo bien? - pregunto Gigi mientras se acercaba a 18.

- yo... No sé si estamos cerca o no... - dijo 18, de una manera extrañamente tranquila.

- ¡¿Qué?! - exclamaron Julián y Jazmín al mismo tiempo.

- fue hace años... Recuerdo que estaba corriendo y luego un disparo, rodeé hasta llegar al río... Es todo -

- ¿Estamos perdidos entonces? - pregunto el lobo.

- talvez... -

- genial, gastamos energía para nada -

- Julián, ya cállate - dijo Gigi. - sé que estamos perdidos pero 18 ha estado años lejos de casa, es normal. -

Mientras Julián, Jazmín y Gigi hablaban sobre diferentes soluciones, 18 empezó a caminar entre los árboles, si algo recordaba de su infancia, era que siempre estaba afuera, conocía las afueras como la palma de su mano, o bueno, pata.

Además... Ella había marcado su territorio... Con la misma marca que estaba en su mano desde que nació... Una pata de lobo... Aunque actualmente este símbolo se encontraba en su hombro con un leve cambió, la luna menguante.

Y de echo, apenas dió unos pasos por una pequeña pendiente, encontró el símbolo, solo que claramente mal echo, se notaba que lo hizo una niña pequeña, o en este caso, una cachorra con sus pequeñas garritas.

Con tan solo tocarlo se dio cuenta... Había llegado y una nueva memoria llegó a su mente, un recuerdo que le hizo ver el camino a casa.

- Chicos... -

- ¡¿Qué?! - dijeron los tres al unísono para después voltear a 18.

- creo que... Encontré mi hogar -

...

El cuarteto avanzó por el lugar con cuidado, 18 los guiaba, siempre buscaba un árbol con la marca que hacía o con algún pequeño rasguño, ya que ese era su camino a casa y cuando llegaron, estaban afuera de la reja, viendo las casa de tres pisos y la principal que era de un piso pero era más espaciosa, hasta piscina tenía.

Pero las casas estaban deterioradas por los años sin uso, les faltaba color o la pintura se estaba cayendo, las vegetación estaba por todas partes, se notaba el descuido, se notaba que su familia no podía entrar, y si podía, realmente no les importaba su hogar de generaciones.

- wow... Tuviste una buena vida bola de pelos, talvez deberíamos darnos un chapuzón en tu piscina, claro, después de limpiarla - dijo Julián con un tono bromista.