Mal Héroe.

Capitulo 11 - Noche Atareada

La inmensa noche que lo rodeaba, era difícil explicar la nesecidad de poder salir de casa para poder jugar un poco y buscar algun nuevo ratón para los experimentos, pero para su mala o buena suerte, el último incidente del villano lobo, fue mejor de lo que pensó, ya que el efecto fue bastante bueno, y el tiempo de duración aún es desconocido, por lo que si logra convencer al idiota, todo estará bien, además ya tenía una presa que era la más ideal para probar y si lograba que la droga funcionará todo estaría bien.

Pero había que comenzar a mover los hilos que mantenía ocultos de aquel hombre, un simple error o algo por el estilo y todo se iría directamente a la mierda.

Por lo que aprovecharía esta oportunidad única para poder arrebatarle el puesto a ese tipo y con eso su plan de conseguir el sujeto perfecto, sería más fácil para el.

...

No tenía la mayor energía como para querer salir de la cama e ir a vigilar un poco la ciudad, después de lo sucedido en su último patrulla je por la ciudad, era mejor quedarse en cama y dejar que toda la locura de eso de ser una persona famosa para los medios o para las personas normales no era para el.

Aunque gracias a ello tuvo un poco de atención, la cual aunque no quisiera, ya estaba ahí y no podía hacer nada contra eso.

Salto de la cama al no ver alguna posibilidad de poder dormir, tenía que despejar su mente y la única manera de hacer algo así, era saliendo a las dos de la mañana de casa, si que era una verdadera tontería, pero ya estaba acomodando la katana en su espalda cuando se dio cuenta.

Solo acomodo el bozal de metal y se dedico a salir con el menor de los ruidos posibles hechos del mundo, llegando al pasillo de los departamentos y saltando para sujetarse a algo e impulsarse por los aires hasta llegar al suelo y comenzar a caminar directamente a la ciudad.

Una calma más distinta a la que tenía pensada para una noche, no se metería en problemas o almenos no trataría de buscarlos, no quería tomarle mucho tiempo a una caminata simple.

Por lo que al no ver nada que hacer durante la noche, su mejor opción era regresar a casa y descansar, pero al tener que despejarse para poder dormir, aunque sintiera una extraña sensación, como si alguien lo estuviera vigilando desde que entró por completo a la ciudad.

La verdad podría decir que era algo natural para alguien que ha vivido la mayor parte de su vida en acoso, pero al entrenar con Stain durante los últimos meses, podía sentir mejor si alguien lo veía, ya que podía predecir ataques sorpresa, solo si se concentraba lo suficiente, por lo que era más que obvio que podría defenderse.

Pero lo que sea que lo está vigilando o siguiendo, era muy bueno, ya que no todos tenían aquella destreza para ocultarse, los villanos si que sabían como ocultar su presencia en la oscuridad.

Optó por subir a uno de los edificios más altos que tenía cerca, por lo que tendría una buena vista y así podría tratar de saber si aquella persona que lo seguía estaría tan loco de tan siquiera seguirlo.

Lanzó su cuerda para subir y estar en un edificio bastante alto, a lo que al tocar la baranda del edificio trepó y solo se quedó tirado en el suelo por unos momentos.

Aunque alguien lo siguiera, realmente valía la pena el seguirlo?, solo había detenido a un villano lobo y ya, por que alguien lo seguíria en primer lugar?.

Se puso y se alejo del borde comenzando a buscar algun lugar donde su extraño seguidor lo buscará, aunque no podía ser alguien realmente astuto.

Al llegar al centro de la azotea, sintió esa presencia de nuevo, siendo esta vez más grande a la de hace unos momentos, por lo que no podría indicar nada bueno, y menos cuando escucho un pequeño silbido del viento, el cual parecía ser un objeto que se acercaba a él.

Movió la cabeza un poco para evitar el impacto de aquel objeto, el cual se clavo en el suelo por la fuerza y presión ejercida al lanzarlo.

Su curiosidad se apoderó de él, por lo que se acercó a ver que era lo que había sido lanzado, mirando una pluma roja, pero esta era un poco más grande que el tamaño normal de una simple pluma.

Se tenso al escuchar más silbidos, levantándose y comenzando a retroceder para evitar algún daño, algo que le hubiera gustado, ya que una de las plumas había pasado por su pierna, rompiendo un poco la tela de este.

No entendia que pasaba o al menos quería una explicación más que decente de por qué esas plumas lo habían atacado.

– Mira que me encontré, pensé que era un villano, pero resultó ser un vigilante.

Los ojos de Izuku solo miraron al cielo, viendo como más plumas rojisas comenzaban a caer, mientras la luna iluminaba aquella persona que nunca pensó conocer y menos en una mala situación como esa.

– ... Mierda.

Susurro Izuku al ver a él héroe número tres sobre el, un héroe que había abierto su agencia a los dieciocho.

Sin duda no había sido una buena noche para salir a distraerse y despejar su mente.