Capítulo 9

1.5K 228 153
                                    

¿Sabes cuando estás enamorado, y todo lo que miras a tu alrededor te recuerda a esa persona?

¿Todas las cosas que ves te recuerdan a esa persona y empiezas a creer en las señales del universo, y que este quiere mostrarte la presencia del otro constantemente, y te aferras a eso y el espiral solo aumenta, cada vez ves más, y vas profundizando más en el mundo y en las señales de la presencia del otro?

Tengo una triste noticia.

Eso no es el universo, ni Dios, ni Eros, ni Cupido o cualquier otro ser divino del amor.

Esa es tu mente.

Todas las cosas que vemos y hacemos son una proyección de nuestra mente, que trabaja inconscientemente para hacer un registro de tu realidad, conforme aquello que tu quisieras moldear en tu mundo.

Si estás enamorado, todo lo que quieres ver es la presencia del otro, y tus sentidos van a trabajar en esa dirección, y lo que pasaría desapercibido en otros momentos, tu cerebro trabaja para que llame la atención.

Por ejemplo, diariamente podemos sentir más de 100 aromas a lo largo de las 24 horas, son perfumes de personas, olores de comida, contaminación, productos de limpieza e incluso aromas propios de la naturaleza. Pero el cerebro no capta la atención de forma consciente a toda esta información, de lo contrario nos volveríamos locos, y por eso, los capta e ignora como si no fueran informaciones útiles. El cerebro está preparado para descartar cualquier información que no considere útil o vital, para evitar una sobrecarga, ya que tenemos estímulos sensoriales constantes.

Sin embargo, si una persona pasa con el perfume exacto de esa persona, el área de nuestro cerebro responsable de la pasión, entiende aquello como una información esencial, y entonces quedamos alertas, y aquel olor en medio de más de otros 100 gana la atención de todo nuestro cuerpo neurológico, y entonces finalmente tomamos conciencia de la presencia de ese olor.

Y entonces pensamos: es el olor de fulano, eso es una señal.

Lo que estoy diciendo es que la pasión está en nuestro cerebro y no en nuestro corazón. Siento decepcionar.

Pero aún así me gusta vivir con eso, y estar siempre recordando a Louis en mi día y siendo un romántico al pensar que si sentí su olor, de repente de la nada, es porque en algún lugar Louis pensó en mí en ese momento. Ignorar la conciencia y vivir el sentimiento es también una elección explicada por la neurología y la psicología.

Pero este mismo proceso ocurre cuando estás viviendo algo malo, y no solo para cosas buenas como la pasión.

Al menos yo creo que el amor y la pasión son cosas buenas, ya que soy un romántico irremediable.

Cuando estamos con algún tipo de pensamiento malo, aún así nuestro cerebro levantará alertas y banderas, para hacer marcas de las informaciones que se conectan, de alguna manera, con el pensamiento más consciente de lo que estamos viviendo.

Me gustaría estar viviendo solo en la conciencia de mi matrimonio, pero todo mi espacio consciente en este momento está viviendo en alerta por perseguir a un asesino en serie, incluso si todavía estoy de incapacitación en casa.

Hoy es viernes, Louis tuvo que volver al trabajo después de pasar los últimos cuatro días conmigo, pero todavía no he vuelto al trabajo, y sinceramente, no quería volver.

Estoy en casa, aburrido, y por eso decidí hacer algo de limpieza, como hace mucho tiempo no hacía. Abrí mi armario, separé la ropa que quiero donar, algunas estaban tan mal que ni siquiera merecen ser donadas, y fueron puestas para su reciclaje. Limpié toda la cocina, tiré todo lo que estaba vencido.

W - larry (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora