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― ¡No puedo creerlo! ―

― ¿Qué es lo que no puedes creer? —Min Gyeong miro a su amiga mientras tomaba su café de la mañana.

― ¡Jungkook! ―Faith se paseaba furiosa de un lado a otro. ―Mi abogado no ha terminado los tramites de mi divorcio, y sin embargo Kim Taehyung y su equipo ya se puso en contacto con él. ―

― ¿Y eso para qué? ―

―Para informarnos que el señor Jeon no tiene intención de concederme el divorcio, ¿Cómo puede hacerme esto? Sin su consentimiento tendré que esperar cinco años para ser libre. ―

―Pues él ya te había dicho que no quería divorciarse. ―le recordó con agudeza su amiga. —Espero que su anticipación no te traiga problemas con tu familia. —

— ¿Porque? —

— ¿Gianna es tu abogada no? —cuestionó curiosa.

— ¡Oh no! Mi hermana sería la primera en oponerse a mi divorcio... desde hace años llevo un abogado lejos de mi familia. —

—Bien pensado. —

—Mi familia se enterará de mi divorcio cuando ya tenga los papeles firmados por Jungkook. —explicó la italiana. —Aunque tenga que esperar mucho tiempo para eso. —

Faith se quedó mirando fijamente el jarrón de cristal sobre la mesa, estaba lleno de orquídeas lilas y blancas.

Eso le hizo pensar que en realidad no había una habitación en toda la casa que no estuviera llena de flores, ya que Jungkook le había estado mandando un ramo nuevo cada día durante las dos semanas que habían pasado desde su cumpleaños.

Bueno, era su secretaria quien le había organizado la extravagante agenda floral, pensó con perspicacia. Sin embargo, en un nivel más "personal", Jungkook la había llamado, pero ella no había respondido.

Sin dejar de insistir, él había volado desde Seúl para verla de nuevo, incluso la buscó en el hospital y ella se excusó con uno de sus pacientes para no tener que verlo, después de todo, ¿Qué más tenía que decirle?

Fue hasta esa mañana que recibió el mensaje de su abogado cuando se dio cuenta del gran error de razonamiento que había cometido y de lo estúpido que era usar tácticas evasivas con alguien tan dado a la confrontación como Jeon Jungkook.

―Todavía no tengo idea de porque se comporta así. ―le dijo Faith a Gyeong después de un largo silencio. ― ¿Por qué Jungkook obstaculiza mis intentos de obtener el divorcio? Prácticamente hemos vivido vidas separados desde el día de nuestro matrimonio. ―

―Me parece que él va enserio en cuanto a la negativa a concederte el divorcio y que te acostaras con él empeoro esa situación. ―

El tórrido recuerdo de ese día hizo que el rostro de Faith se enrojeciera, ¿Había sido su debilidad pasajera lo que endureció la actitud de Jungkook? ¿O solo su maldito afán de que un divorcio no manche la reputación de su familia? 

―Me parece que tendré que hacer un viaje a Seúl. ―dijo la italiana con la mirada seria.

― ¿Vas a buscar a Jungkook? ―le preguntó su amiga sorprendida.

―Tengo que hablar con él en persona... Lo llamare para concretar una cita. ―

―Es una ironía que tengas que hacer una cita para hablar con tu esposo. ― dijo Gyeong entre risitas.

Lanzándole una mirada fulminante, Faith fue hasta su habitación y desde ahí, llamó a su esposo...

― ¿Jeon?... Habla Faith. ―dijo al escuchar el monosílabo del coreano al otro lado de la línea.

El Capricho del CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora