Nuestra Familia

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Mientras los niños se cambiaban en la habitación de arriba, Amity siguió mirando la profecía que Odalia le entregó el día de su boda, la reactivó y escuchó aquel mensaje que la atormentaría durante los próximos 19 años.
- La felicidad y la tristeza son una, su felicidad durará 19 años y al final, la luna llorará por su sol marchito.
Amity recordaba la primera vez que escuchó esas palabras cuándo ella y Luz habían cumplido 6 hermosos meses de matrimonio, había conservado el regalo que su madre le había dado antes de irse definitivamente de su vida y la verdad la había dejado muy confundida y es que la magia de los oráculos era muy difícil de comprender, pero lo preocupante es que las predicciones casi siempre terminan por cumplirse.

RECUERDO DE AMITY

- ¿Estás bien amor?
- ¡Oh! ¡Luz! Me asustaste un poco.
- Perdóname cariño, no era mi intención.
- No debes preocuparte - Amity escondió la profecía con un hechizo de ilusión - ¿Estás ansiosa?
- Sí, después de todo mañana sabremos si es niño o niña. Me alegra que exista la magia de fertilidad aquí en las Islas.
- Lo sé querida y no puedo esperar a qué nazca - le contestó Amity a su esposa mientras se tocaba su vientre - De seguro serás una madre maravillosa.
- "Seremos" batatita, tú también vas a serlo.
- ¿En serio lo crees?
- ¿Acaso le mentiría a la mujer de mi vida?
Amity sonrió a su esposa, se levantó de la cama y le dio un apasionado beso en los labios a Luz.
Al día siguiente, se dirigieron al aquelarre de sanación para que finalmente les dijeran el sexo de su bebé y tras hacerle una simple prueba de sangre, se confirmó lo que más anhelaban, tendrían una hija. Pero en secreto Luz tenía miedo de que la niña no naciera con magia, puesto que ella había donado un poco de su sangre para el hechizo de fertilidad.
La feliz pareja salió del Aquelarre llenas de júbilo y sin esperar, comenzaron a llamar a sus amigos para comunicarles la nueva noticia, siendo Boscha y Willow las más alegres, ya que habían sido nombradas cómo sus madrinas, pero los gemelos no se quedaban atrás, el hecho de que iban a ser tíos los hizo ponerse sumamente juguetones con su hermana menor, algo que Amity no extrañaba de ellos puesto que ambos rondaban ya por los 35 años.

Alador también estaba contento, después de todo iba a ser abuelo y se le dificultaba mucho no poder controlar sus emociones pero prometió a su hija querer a esa niña con todo el corazón.
La noticia alegró mucho a King quién ya media casi los 15 metros de alto, tal vez no podría jugar con el bebé cuándo naciera pero se aseguraría de cuidarlo. Eda y Raine se enorgullecieron mucho con Luz, pero sobretodo Eda, quién aún le costaba creer que su hija adoptiva hubiera crecido tanto en tan poco tiempo.
La noticia fue también una gran sorpresa para Camila y Vee quienes felicitaron a la pareja. Camila esperaba ansiosa la llegada de su nieta y como buena madre, empezó a contarle su experiencia a Amity sobre su embarazo, tanto los puntos buenos como los malos.
- ¿Ya saben cómo la llamaran?
- De hecho sí
- Queremos que se llame Azura.
- ¿Azura? Pero mija, ¿no es ese el nombre de tu libro favorito?
- Si mamá, pero dado que será una gran bruja necesita un nombre digno de tal.
- Aún no lo sabemos Luz, ya nos han dicho que podría no tener magia. Pero estoy de acuerdo en qué el nombre es perfecto.
- De verdad que son tal para cual chicas.
- ¿Y Vee? - Preguntó Luz.
- Está en su trabajo, está a punto de graduarse de la carrera de medicina, así que hace sus prácticas en el hospital.
- Me alegra mucho, es increíble que ya vea el reino humano como su hogar, me gustaría que nos visitaran de vez en cuándo.
- Gracias Amity, pero desde que casi me comieron esas hadas no me han quedado ganas de volver ahí.
- Lo entiendo señora, entonces me aseguraré de traer a su nieta todo el tiempo que sea necesario.
Camila se levantó y abrazó a su nuera, mientras Luz se unía al abrazo detrás de su madre
Los meses pasaron y durante ese tiempo, el vientre de Amity continuó creciendo bajo la estricta supervisión del aquelarre de sanación para asegurarse que no hubiera complicaciones, pero también Amity y Luz hacían continuos viajes al Reino Humano para hacerle estudios a Amity y tener así los mejores puntos de vista. Conforme el embarazo de Amity estaba progresando, se le dificultaba continuar con su trabajo de modo que dimitió al quinto mes y cedió el puesto a Lilith. De ese modo, podría dedicarse a la única cosa que le importaba en ese momento, cuidar de su hija.

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