- Creo que es hora de que les cuente sobre mi matrimonio niños.
Aliathra abrió los ojos como platos, pero también intentaba aparentar que no le importaba. Tyrion e Isabela se emocionaron tanto que soltaron varios gritos de emoción, al fin y al cabo se enterarían sobre el matrimonio de sus abuelas.
- ¿¡Cómo fue!? ¿¡Cómo fue!?
-Bueno, hace varios años, Luz y yo estábamos en una de nuestras citas, en esa ocasión estábamos en la rodilla, habíamos ido a tener una tarde libre, yo acababa de regresar de mi trabajo en el Ayuntamiento de Huesosburgo
y Luz había vuelto de una cacería de monstruos, no nos habíamos visto en casi dos meses y queríamos tener un rato de diversión.
- ¿La abuela Luz cazaba monstruos?
- Aunque Luz no podía hacer magia, siempre encontró formas de encontrar un uso para sus glifos y el negocio de la caza de monstruos siempre va a existir en las Islas Hirvientes.
- Eso es impresionante.
- ¡Wow! La abuela Luz es genial.
Amity disfrutaba mucho el poder mostrarles lo grandiosa que su abuela Luz había sido, hasta ese día.
- ¿Por eso fueron a la rodilla? - Preguntó Aliathra un tanto nerviosa, había ido a ese lugar hacía tres años junto a su madre para su entrenamiento y tuvo la mala suerte de lanzarle un hechizo de fuego accidental al monstruo que acecha ahí.
- Mientras no te metas con la reptibestia, no hay de que preocuparse - Les explicó Amity con una sonrisa.
- ¿Y a quién se le ocurrió la idea de ir?
- Fue idea de Luz, fue a buscarme a la casa pocas horas después de haber vuelto de su cacería y fue en verdad muy romántico. - Decía Amity, muy feliz mientras su memoria la hacía volver en el tiempo, al momento que cambiaría su vida para siempre.Recuerdo de Amity
Hacía mucho que Amity no había descansado, desde que se volvió la nueva líder de las Islas Hirvientes, tenía mucho trabajo que llevar a cabo y sólo parecía aumentar conforme pasaban los días. Hace una semana, tuvo que arreglar una disputa entre su aquelarre de Abominables y el de Pociones, después ocurrieron al menos una docena de desastres que provocaron importantes daños a la ciudad de Huesosburgo, después hubo un accidente con los miembros del Aquelarre de Construcción y finalmente hubo que hacer preparativos para el campeonato profesional de Grudgby, que sin duda tendrían a Amity y a los organizadores varios días sin poder dormir adecuadamente. Pero ella enfrentaba cada uno de estos desafíos con la cabeza en alto y siempre con una sonrisa.
Para ese momento, Amity ya tenía la edad de 29 años y se había convertido en la mujer más hermosa de las Islas, su belleza superaba incluso a la de su hermana Emira, había dejado de teñirse el cabello desde hace 5 años y también se lo había dejado crecer hasta su cintura. Aunque muchos brujos y brujas habían intentado conquistarla, ninguno siquiera estuvo cerca de lograrlo, después de todo, el corazón de Amity ya estaba ocupado.
Tras haber terminado sus deberes de ese día, Amity salió del ayuntamiento y tomó rumbo a su hogar en la casa búho.
- ¡Cielos, estoy muerta! - Exclamó Amity, mientras caminaba a través de Huesosburgo en dirección a su hogar.
En el camino, los ciudadanos le dedicaban saludos y muchos viejos amigos suyos la invitaban a cenar o tomar un trago como Boscha quién había empezado a salir junto a Willow, también había otras personas que la detenían para pedirle consejo o en el peor de los casos invitarla a salir, sin embargo, Amity rechazaba estas invitaciones pero jamás se negaba a ayudar al necesitado, aunque en ese momento sólo quería llegar a su casa, pero tampoco tenía muchas ganas de llegar, sin Luz a su lado, la vida en la casa búho no era tan entretenida y a pesar de que Hooty siempre le hacía compañía y plática, (para su mala suerte) ella daría todo con tal de tener a Luz a su lado pero desde que se había ido, hacía diez semanas, se sentía sola y deprimida.
Tras llegar a las afueras de la ciudad, sacó a su taliamigo Ghost de su capa y emprendió el vuelo hacia su hogar, después de un pequeño viaje que ya llevaba haciendo por un tiempo, logró llegar a su casa y tras liberar a Ghost del bastón se encaminó a la puerta.
- ¡Hola Amity! - La saludó Hooty - ¿Cómo estuvo tú día?
- ¡Agh! Hola Hooty ¿tienes algo para mí?
- ¡Así es! - tras expresarlo, Hooty empezó a regurgitar algo y expulsó un par de cartas que goteaban saliva y que Amity alzó con su magia - ¡yyyyyyyyy! Tienes visita.
- Dile que no estoy dispuesta, puedo atenderlo en la oficina mañana.
- Créeme, a ella no la vas a rechazar.
- ¿Ella?
La puerta se abrió y una joven morena de cabello y ojos castaños estaba al otro lado con una radiante sonrisa.
- Hola Amity.
- ¡Luz! - Amity, con lágrimas en los ojos abrazó a su amada novia a quien no veía desde hace un tiempo - ¡Volviste! ¡¿Cuándo?! ¡¿Cómo?!
- ¡Wow! Tranquila preciosa, una pregunta a la vez. Pues regresé hace un par de horas y en serio tengo tanto que contarte.
- Entonces vamos a entrar, preparemos algo de cenar y podrás contarmelo todo ¿sí?
- De hecho te quería proponer otra cosa - Le dijo Luz, mientras levantaba una canasta de picnic.
Amity miró a su novia a los ojos, quién de inmediato la tomó de la mejilla y tomó a su taliamigo mientras extendía su mano hacia Luz.
- ¿A dónde me llevarás en esta ocasión?
Luz tomó la mano de Amity y junto a su taliamigo, una nutria, a la que puso por nombre Molly, se preparó para partir.
- Sígueme - Luz subió a su taliamigo y montó el vuelo, mientras Amity la seguía.
El vuelo hacia la rodilla del Titán era muy agradable, ya que en el camino, Luz iba hablando de todos los monstruos y demonios que había tenido que cazar y atrapar durante su viaje. De hecho, Amity prestaba más atención a Luz que a sus historias, ella pensaba en lo maravilloso que habían sido estos años de vida a su lado y deseaba con todo el corazón, que nunca terminaran.
Un par de horas de vuelo después, ellas llegaron a la rodilla y empezaron a caminar. Amity sin embargo, no estaba preparada para pasar un día en la nieve, pero Luz sacó una chamarra que traía guardada en su mochila y se la dio. Caminaron un momento más hasta que llegaron al mismo valle donde Amity había practicado junto a sus hermanos en el día en que la reptibestia los atacó.
Luz sacó un glifo de fuego que derritió la nieve y después usó otro de plantas para crear una fina capa de césped y así, tener el lugar perfecto para poder disfrutar de su pic-nic.
Luz preparó rápidamente el lugar y en menos de veinte minutos, todo estaba listo para pasar una linda velada,
- Hice estofado de grifo y una pasta.
- Suena delicioso cielo.
- Mejoré mis habilidades culinarias durante mi travesía y me gustaría que me dieras tu opinión.
En ese momento, comenzó a servir un poco del estofado junto a una generosa porción de pasta, se la ofreció a su novia y también le ofreció una copa de sangre de manzana .
Amity no lo dudó y probó la comida, era deliciosa y demostró que en realidad, Luz había mejorado mucho ya que la última vez que había cocinado, tuvo problemas estomacales por una semana, aunque no pudo enojarse con ella.
Mientras comían, Amity le contó sobre todo lo que había pasado durante su trabajo y cómo había deseado que ella hubiera estado ahí.
- ¡Cielos Amity! Definitivamente tuviste semanas muy difíciles, lamento mucho no haber estado ahí para ti, batatita.
- Te lo agradezco muchísimo Luz, en verdad te extrañé mucho cielo.
La joven latina se quedó embelesada mirando el rostro de la mujer que tenía junto a ella, aún le costaba creer que
- Amity, tengo algo que confesarte algo.
- ¿Que pasa cariño? - Amity miró preocupada a Luz, temía que le dijera que debía irse en un nuevo viaje de caza.
- En realidad, esto no es fácil - Los ojos de Amity se empañaron - ¡No! ¡No es lo que crees!
- ¡No vas a irte en otro viaje! - Amity se lanzó a los brazos de su novia - ¡No lo permitiré!
- Pero Amity yo...
- ¡Dijiste que tu viaje sólo duraría dos semanas y pasaron dos meses!
- Amity yo...
- ¡Debes renunciar a tu trabajo!
- Amity...
- Te conseguiré otro empleo, tal vez como instructora de Hexide.
- ¡Amity!
La joven bruja volteó a ver a Luz y ella le dio un beso en la frente, tan tierno y lleno de sentimiento que la hizo olvidar por completo su preocupación.
- Lo siento Luz - Amity se empezó a secar las pocas lágrimas que retenía - Es que no quiero que me vuelvas a dejar sola y... - Amity se llevó las manos a la boca, completamente sorprendida y conmovida.
Luz se encontraba arrodillada, en las manos llevaba una pequeña caja lila y una vez que la abrió, Amity no pudo contenerse más.
Dentro de la caja, había un hermoso anillo dorado.
- Amity Blight, hemos salido durante años, siempre me has apoyado y amado ante cualquier adversidad, incluso el hecho de ser una humana no te detuvo y por ello, quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, así que - Luz tomó aire - ¿Te casarías conmigo?
Amity que estaba llorando a mares, no perdió el tiempo y tomó las manos de su amada.
- Luz Noceda, acepto.
La joven latina colocó el anillo en el dedo de Amity y le dio un profundo y apasionado beso en los labios, mientras el sol se ocultaba tras el mar hirviente.
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Memories
Fiksi PenggemarUn viaje a través de la vida de Amity Blight junto a su esposa, Luz Noceda.