ᑕᗩᑭITᑌᒪO ՏIᗴTᗴ

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Niño travieso
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𝙹𝚄𝙻𝙸𝚂𝚂𝙰
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Fuí al pasillo, a volver a cavar, fue algo complicado por mi herida ya que aún dolía, pero aún así, lo hice.

Escuché ruidos en el cuarto, seguro era Robin intentando pararse. Lo entendía, debía ser difícil no poder hacer nada, probablemente se siente inútil.. y si, de cierto modo lo ha sido, pero también ha sido un gran apoyo emocional para mí.

Robin era muy buen amigo.

Fingí ignorarlo, para después regañarlo cuando terminara esto. Me cansé, así que me detuve, cubrí el agujero y salí del pasillo.

Robin estaba parado, sostenido por la pared, si no fuera de ella, Robin estaría en el piso.

Ya que ha durado tiempo sin caminar y es probable que no tenga mucho equilibrio, sin mencionar que es muy probable que la herida no haya cicatrizado y duela.

Suspiré y me tire de cara a la cama, sentí la mirada de Robin en la nuca.

—¿E-estas bien?—. Me preguntó, mientras intentaba caminar.

—No—. Le dije con la cara hundida en la cama, después lo miré. —Aún no sanas, no deberías levantarte— Lo regañé.

—Pero me siento mal ahí en la cama, no puedo hacer nada, y tengo que ayudarte—. Yo negué con la cabeza.

—Si se te pudre la pierna no me serás de mucha ayuda, Robin—. Le dije, viéndolo a los ojos.

Nos quedamos viéndonos por un par de segundos, Robin algo amenazante, cómo si estuviera apunto de decir "Y ¿A ti quién te pregunto?" pero después bajó la mirada y bufo.

Se sentó en la cama de mala gana.

Acomodé mis manos enfrente mío y después puse mi cabeza sobre ellas, así podía ver directamente a Robin.

Me sentía un poco mal, sabía que él quería ayudar y qué no lo hacía con mala intención, pero no por eso lo iba a dejar lastimarse.

Aunque sé que no tendría que pedirle perdón, se que le caí mal, por darle órdenes.

—No lo digo por qué no quiera que lo hagas, Rob... Solo que me da miedo, puedes incluso perder la pierna—. Ví como se tensó.

—Entiendo, no lo tomé a mal—. Me dijo mirándome, y se formó un silencio, no fue incómodo, pero si raro. —Si.. tendría que cuidarme más, porque ¿Qué harías sin mi?—. Yo me reí y bajé la mirada.

El teléfono volvió a sonar, me levanté a contestarlo de inmediato.

—¿Hola?—. Hablé.

—Dijiste que me llamaba Billy.

Yo asentí, no sé si me vean, supongo que si.

—No me digas así, no lo recuerdo—. La botella de refresco que había dejado en el suelo comenzó a moverse, no era la única que lo veía, Robin también se asustó.

—¿Qué carajo?—. preguntó Robin, mirando la botella.

—No sé quién soy—. Me dijo, yo seguía mirando la botella.

—¿Cómo quieres que te diga? ¿Qué recuerdas?—. Le pregunté, asustada. La botella se cayó.

—Ya te lo dije, repartía periódicos—. Yo suspiré.

—Está bien, repartidor—. Le dije.

Se escuchó una respiración.

—En la pared, enfrente tuyo, abajo hay una separación con el piso, escondí un cable metido ahí—. Yo asentí, y esperé a que me diera más instrucciones.

She scares me//Robin Arellano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora