ᑕᗩᑭITᑌᒪO ᑌᑎO

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Enredos
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Las clases pasaron normal, me di cuenta de que estar enojado con Juls era una estupidez, así que le hablé como normalmente lo hago.

Sonó el timbre qué indicaba qué saliéramos al receso, suspiré y miré a Juls.

—Voy al baño—. Dije, suspirando. En realidad solo quería lavarme la cara y ver si mi cabello no estaba muy desarreglado.

—Está bien, ¿te espero en la cafetería?—. Me preguntó, sonriendo. Es casi imposible no corresponderle una sonrisa a Julissa, porque su sonrisa es hermosa.

Le asentí a Julissa.

Quería darle un beso, uno como los de esas películas insoportables en las que se dan varios besos cuando uno se va, como si no se fueran a volver a ver en mucho tiempo.

Pero en estos momentos, lo máximo que me permitía hacer mi subconsciente era darle un beso en la mejilla.

Me acerqué despacio a su mejilla, pero ella volteo, haciendo qué quedáramos cara a cara. Ambos reímos con nerviosismo y nos quedamos así por varios segundos, no era incomodo, pero si una tortura ya que de verdad quería besarla. Ella tomó la iniciativa y me dio el beso, a un lado de la boca, ¡su boca quedó a menos de un centímetro de la mía!

La mitad de mis neuronas entraron en pánico, y la otra mitad quedó en shock.

Quedé quieto por algunos segundos, ella se separó y se quedo viéndome, como esperando algo, pero yo ni siquiera podía moverme.

Reaccioné y le sonreí. Mis piernas actuaron más rápido que mi boca y me fuí casi corriendo al baño.

Entré, abriendo la puerta de golpe. Me miré en el espejo, estaba igual de rojo que un tómate. Abrí el grifo y me lavé la cara, pero seguía sintiendo mis mejillas arder.

Alguien entró al baño, asustandome. Era Finn.

—Hola, Robin— Me saludó, sonriendo.

—¿Q-qué onda, Finn—. Dije, intentando verme firme.

Finney me miró raro, era claro que iba a notar qué algo había pasado, tartamudeo y parece que acabo de correr un maraton.

—¿Estás bien?—. Me preguntó, viéndome. Yo asentí rápidamente.

—S-si, claro, amigo, ¿p-por qué no lo estaría? ¿E-eh?—. Dije, en tono nervioso.

—Pues tartamudeas—. Me respondió Finn, riendo, se acercó a los urinales y se abrió el pantalón.

Yo intentaba convencerme a mí mismo que solo había sido un beso de amigos, es decir, ni siquiera fue en la boca, no es para tanto... pero la otra parte de mí seguía en pánico.

—Juls casi me besa—. Finn volteo a verme, con una sonrisa que me dio algo de miedo.

—Por eso estas así—. Dijo, riéndose. Se abrochó el pantalón y se acercó a lavarse las manos.

She scares me//Robin Arellano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora