➷ Naranja

833 115 64
                                    

─────┈  • ⋆  𖧷  ⋆ •  ┈─────

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─────┈  • ⋆  𖧷  ⋆ •  ┈─────

Habíamos salido a dar un paseo aprovechando el buen día que hacía. Jeongin salió corriendo hacia los columpios nada más llegamos al parque y luego se entretuvo con un perro, persiguiéndolo por el césped. Era una escena tan adorable que no pude resistirme a grabar unos segundos con el móvil. 

—¡Hyung, toma! —Se acercó rápidamente con un chupa chupa en la mano y otro ya abierto, metido en la boca. Lo miré extrañado, pero tomé el dulce, guardándomelo en un bolsillo para más tarde—. Me los dio ese señor de ahí. —Señaló al dueño del perro, quien nos sonrió y siguió su camino. 

—¿Te los regaló porque sí?

—Ajá. —Asintió sin darle importancia, como si "no aceptar dulces de extraños" fuera una regla totalmente estúpida y nada primordial en la enseñanza de un niño. Definitivamente no estaba de más tener un ojo sobre Jeongin—. ¿Tienes envidia o qué? 

—No aceptes comida de gente que no conoces, Innie. 

—Tienes envidia —terminó declarando, haciendo caso omiso a mis palabras. Yo suspiré derrotado y me recosté en el banco, apoyando los brazos extendidos sobre el respaldo. Miré a Jeongin, quien me observaba aún de pie, indeciso, hasta que terminó por subirse encima de mí como lo haría un niño. Sonreí y lo besé—. ¿Quieres probar del mío? —Asentí y me acercó su chupa chupa, el cual no tardé en lamer superficialmente, sin mucho entusiasmo. Sabía a naranja, o algo parecido, dejando entendible su color del mismo nombre—. ¿Verdad que sabe bien?

—Espera, déjame probar un poco más. —Le robé un beso, en esta ocasión intensificando más, disfrutando de cómo iba dejándose llevar y recargándose cada vez más y más. Cuando me separé para tomar aire, relamí mis labios de forma exagerada, y sonreí ladinamente—. Sin duda, mi sabor preferido.

—Mi sabor favorito es el helado de limón con avellana. 

—Y... adiós romanticismo —respondí entre risas, observando lo inocente que era Jeongin algunas veces, como esa. 
                   
La convivencia con Jeongin era un problema diario, normalmente teniendo que ver con el ámbito culinario, ya que realmente Jeongin era un inepto en ese campo. También se rompió una cama por saltar en ella, y no precisamente de la forma que me gustaría, y la puerta de un armario por colgarse. Además de que trajo una tortuga que "encontró" en un estanque y debido a eso tuvimos que hacerle sitio, comprarle una pecera y alimentos. 
                   
Ese era mi nuevo día a día, y me encantaba. 

Solo había una cosa que seguía perturbando mis pensamientos, y era el tema del sexo. No podía pervertir a un niño tan puro e inocente como Jeongin, ni hablar, ni pensarlo, solo con imaginarlo gimiendo mi nombre...

Colors ꒱ SeungInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora