Harry Potter : Nuevo Mundo [1]

Capítulo 83

Era el cuarto día de clases, por la mañana. Sala de estar de Gryffindor. Acababa de regresar de una sesión de entrenamiento temprano, mi cerebro funcionaba mediocremente: era el efecto de los Dementores en algún lugar fuera del castillo. Una sensación tan desagradable, como si no hubiera dormido lo suficiente.

"¡Scabbers se ha ido!"

Acompañado por las risas de los muchachos ya despiertos, un angustiado Ron corría por la sala con su ropa desaliñada, tratando en vano de encontrar a su rata. Y durante el último par de días, todavía no había ido a revisar a Colagusano. No había revisado el basilisco. No hubiera comenzado a cortarlo en los ingredientes correctos si no hubiera sido ya cortado en partes sin mí. No creía que se pudiera estropear simplemente porque, en primer lugar, allí hace frío. En segundo lugar, el basilisco tiende a estropearse solo al sol a temperaturas superiores a los cincuenta grados centígrados. De todos modos, debe estar allí; definitivamente lo revisaré hoy, justo después de la lección de DADA.

"¿Ya te calmarás?", Seamus palmeó a Ron en el hombro, y el pelirrojo miró a su camarada con una especie de desesperación. "Estoy seguro de que encontrarán a su rata. ¿De verdad siente tanta lástima por él? No parecía gustarle mucho".

"No se trata de mí", Ron hizo un gesto a un lado y se derrumbó en una silla cercana. "Seré castigado en casa".

Hizo un gesto característico con el dorso de la mano sobre su garganta y sacó la lengua, haciéndonos saber la profundidad de su amor por su mascota.

"¿Listo para trabajar?" Hermione se sentó a mi lado. Rápidamente se acomodó después del entrenamiento, y ahora olía claramente a la frescura característica de la ducha. No parece haber ningún olor a perfume, pero algo esquivo...

"Absolutamente", asentí de vuelta. "Espero con ansias mi primera clase de DADA".

"También Runas y Aritmancia".

"Sí, pero todo está en un programa que se ha establecido y probado durante años. Con algunas adiciones. ¿Qué pasa con DADA? Siempre es una intriga".

"El profesor Lupin debería ser lo suficientemente competente. Esquiva hechizos muy bien en el tren, y Protego en la punta de su varita con el hechizo extinguido es de un nivel bastante alto".

"Ya veremos."

Las runas y la aritmética se desarrollaron sin problemas: la tarea completa y el conocimiento de varios libros en la cabeza, aunque lejos del volumen necesario, nos permitieron hacer frente a las tareas establecidas de manera rápida y eficiente. Pero el DADÁ...

El público fue el mismo que el año pasado. Los mismos muros de piedra y gracias al Viejo que aquí no hay más de esos horribles en todos los sentidos retratos de Lockhart. En cambio, había carteles con varias criaturas, sus descripciones y una lista de hechizos para contrarrestarlas. Carteles que visualizan el desempeño de varios hechizos simples de defensa y ataque. Gráficos de algún tipo. Estricto y al grano.

La lección, como siempre, fue con los Slytherins, pero para mi sorpresa, mientras estuvimos en la misma oficina durante diez minutos sin supervisión, no pasó nada irreparable. Bueno, y reparable también: los nuestros hablaban en voz alta entre ellos, los Slytherins, en voz baja. Eso es todo. Y así siguió hasta que se abrió la puerta del despacho contiguo, la sala de profesores.

"Hola", el profesor Lupin entró en la oficina con una leve sonrisa.

Bastante alto, pero un poco encorvado. Debajo de la túnica no tan nueva pero de alta calidad había un traje marrón claro y unas botas viejas pero algo sólidas.

"Puedes dejar a un lado tus libros de texto. Vamos directamente a practicar hoy".

Todos se animaron y de repente me di cuenta de que la situación era extremadamente incierta.

"Vamos, levántense de sus asientos, tomen su varita y den un paso adelante".

Mientras seguíamos esta instrucción rudimentaria, las mesas y sillas se alejaron hacia las paredes, liberando el centro del auditorio. Ahora que visualmente había más espacio, un armario cerrado con un espejo rosa en la puerta llamó la atención de todos. ¿Cuándo llegó aquí? Magia, nada menos. Alguien definitivamente estaba en el armario y no quería estar allí: los sonidos apagados de raspaduras y las sacudidas del armario lo decían todo.

"Entonces, niños, ¿alguien tiene alguna idea de con qué vamos a trabajar hoy?" El profesor Lupin caminó lentamente entre nosotros y el armario. "¿No? Oh, por favor".

El profesor apuntó su mirada hacia algún lugar detrás de mí.

"Probablemente boggart, señor".

"Así es, señorita..."

"Marrón. Marrón lavanda".

"Así es, señorita Brown. Hay un boggart en el armario. ¿Quién sabe cómo combatirlo?"

"¡Quémalo!" - gritó alguien, provocando un murmullo de aprobación de los estudiantes que se dieron cuenta de la esencia de esta criatura.

"Esa es, sin duda, una forma efectiva de destruir un boggart, Sr...."

"No".

"Sr. Nott. Pero sería bueno si pudiera nombrar un hechizo no para destruir, sino específicamente para contrarrestar, neutralizar al boggart. ¿Alguna idea? ¿No?"

Después de mirarnos y no encontrar a nadie dispuesto a responder, Lupin sonrió.

"Este hechizo se llama Riddikulus. Puedes usarlo para convertir un boggart en algo divertido. ¿Quién puede decirme para qué sirve y cómo ayuda? ¿La señorita en la primera fila?"

"Granger. Hermione Granger, señor. Un boggart tiene la capacidad de penetrar libremente en la mente de una víctima, leyendo sus mayores miedos y disfrazándose. El boggart necesita esto porque se alimenta de las emanaciones de miedo de la víctima, y cuanto más fuertes sean, mejor". para eso. Cuanto más fuerte es el miedo, más lo temes, más fuerte se vuelve el boggart, aumentando el impacto mental en el proceso, aumentando el miedo, y así hasta el infinito. Riddikulus es capaz de romper esta cadena al transformar el boggart en algo, si no gracioso, al menos que no dé miedo".

"Una excelente respuesta extendida, señorita Granger. Cinco puntos para Gryffindor. Ahora, aprendamos este hechizo".

Lupin sacó su varita del bolsillo interior de su túnica y comenzó a mostrar el gesto, luego de lo cual lo repetimos una docena de veces. Luego repetimos la palabra de activación, "Riddikulus".

"Genial. Recuerda visualizar claramente tu miedo convirtiéndose en algo divertido y lanza el hechizo. Entonces... ¿quién es el primero?"