Harry Potter : Nuevo Mundo [1]

Capítulo 170

"¡Damas y caballeros!" la voz de nuestro tipo grande favorito, Ludo Bagman, retumbó a través del estadio. "¡Damas y caballeros! ¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos a la final de la 42ª Copa Mundial de Quidditch!"

El público estalló en gritos y aplausos que inundaron el estadio. Ondearon miles de banderas diferentes y el estadio se llenó con el zumbido de los himnos nacionales que se cantaban. Un anuncio en un marcador gigante reemplazó la puntuación: cero a cero. ​​

No escuché mucho más, pero estaba interesado en el desempeño de las mascotas del equipo. Por alguna razón, pensé que los duendes serían los primeros en actuar, pero cien mujeres corrieron al campo y comenzaron a bailar con música suave, y la más sutil pluma de magia se derramó alrededor.

"¡Guau! Madre Morrigan, ¡esa es una influencia genial!"

Rowena?

"No, no estoy bloqueando. Lo estás haciendo bien por tu cuenta. Solo estoy analizando para el futuro".

Yo, en cambio, estaba observando el baile y el movimiento de unas mujeres bastante hermosas. Exactamente hermoso, no solo hermoso.

"Max, los ojos..." susurró Hermione sentada a mi lado.

"Qué ojos'?"

"Tus ojos..."

Mirando a mi alrededor, noté cómo el encanto de Veela estaba teniendo un efecto perjudicial en los hombres, literalmente volviéndolos locos, hipnotizándolos. Muchos se levantaron de sus asientos, trataron de trepar por encima de la barandilla, mientras sus damas trataban en vano de hacer entrar en razón a sus maridos y hermanos. Hermione también vio esto con desagrado y una especie de horror. Y las veelas bailaron.

"¿Y no te importa?" comentó Astoria con una sonrisa, pero luego me miró a los ojos. "Vaya."

"Olvídalo", la voz de Delphine vino detrás de mí, y Astoria asintió.

"Max," Hermione parecía preocupada. "Estás mirando a los Veelas como... como..."

"¿Conoces la sensación cuando tomas un bocado de pollo recién hervido? Eso... ¿Te dan ganas de masticar y masticar y masticar?"

"¡Max!"

"¡Yo mismo estoy sorprendido!" Me molesté, y las veelas siguieron bailando. "Esperaba que bajo la influencia de los encantos de las veelas, quisiera hacer algo más con ellas... Algo diferente..."

Hermione se sonrojó, y la suave risa de Lady Greengrass podía escucharse detrás de nosotros mientras sostenía su varita con una mano, apuntando a su esposo paralítico.

La música cesó abruptamente, la audiencia murmuró indignada y muchos comenzaron a arrancar los símbolos de Irlanda.

"Potente", resumí.

"Es por eso que no les gustan los Veelas", comentó Astoria con una cara severa. "Solo unos pocos pueden ignorar sus encantos. Una veela puede meterse fácilmente en tu mente, hacer que la obedezcas, la adores y la ames, cumpliendo cualquier capricho. Son muy peligrosas. Para los hombres".

"Un punto de vista curioso", asentí, recordando los datos dispersos sobre estas criaturas. "¿Pero no siguen su propio códice y participan en varias actividades de sabotaje y espionaje?"

"¿Y qué impide que los poderes fácticos los obliguen?" respondió Astoria con una sonrisa, y Daphne una vez más metió a Hermione en la conversación, recordando un tema particularmente sofisticado sobre las runas.

No vi el resto del programa, aunque los duendes hicieron un buen trabajo al engañar a un grupo de ignorantes arrojando cientos de miles de sus monedas de oro falsas.

Cuando las selecciones comenzaron a aparecer en el campo, se prestó especial atención a Victor Krum, el Buscador más famoso de los últimos años. Es comprensible: no a todos se les da como colegiales no solo para jugar en la selección nacional, sino también para traerles victorias.

Durante todo el partido, nuestro palco tuvo un ambiente muy distendido. Los magos adultos estaban susurrando sobre algo, y el tema claramente no era Quidditch. Los niños, en cambio, tenían curiosidad por lo que sucedía en el campo. Incluso Hermione estaba entusiasmada y prestaba especial atención al trabajo de los cazadores irlandeses: trabajaban de forma muy coherente y precisa. Sí, así es, "funcionaron". Un gol tras otro.

"Interesante."

"¿Qué pasa, Max?" Astoria y Hermione hablaron simultáneamente, inmediatamente mirándose depredadoras.

"No mucho. Simplemente no puedo entender qué es tan difícil de atrapar un soplón".

"¿Qué?" se preguntó la morena. "Tienes que encontrarlo, y no es una tarea fácil perseguir y atrapar ese ágil artefacto".

"Um... no había ido a Quidditch antes, por supuesto," me rasqué la ceja pensativamente. "¿Pero aquí está?"

Inicialmente había visto la Snitch sin ningún problema, e incluso cuando estaba distraído por varios eventos interesantes, movimientos de jugadores o combinaciones, siempre devolvía mi mirada de inmediato a la pelota dorada que volaba rápidamente por el campo.

"¿Dónde?"

"Ahí está", apunté con mi dedo a la snitch que volaba cerca de las gradas inferiores, pero nadie la vio por alguna razón.

"¿Dónde? No lo veo".

"¡Justo ahí!" Tuve que usar mi dedo para seguir los cambios de dirección abruptos y casi instantáneos de la Snitch.

"¡Ciertamente! ¿Y cuánto tiempo ha estado usted, Sr. Knight?" Astoria habló con una sonrisa de Slytherin. "¿Observándolo?"

"Desde el comienzo."

"¡Merlín mismo te dijo que jugaras Quidditch!"

"¡De ninguna manera! La biblioteca no se lee sola".

"Y con razón", la dama Greengrass sentada detrás de nosotros lo resumió con peso. "No hay necesidad de perder el tiempo en esta actividad completamente inútil".

El resto del partido, en el que Irlanda estuvo incondicionalmente a la cabeza, ocasionalmente comentamos trucos particularmente peligrosos o violaciones obvias por parte de los búlgaros que juegan duro. Su equipo es genial, según tengo entendido, pero es "estelar". En otras palabras, un solo jugador en el equipo búlgaro puede ser muy superior a un jugador en una posición similar en Irlanda. Sin embargo, los búlgaros no tienen un juego de equipo y Krum no pudo encontrar la snitch rápidamente. Como resultado, la brecha es de ciento sesenta puntos a favor de Irlanda. Como resultado, Krum decidió que no tenía sentido seguir tirando porque su equipo estaba empezando a perder fuerza, y los irlandeses eran como una cuerda, no les importaba. Jugaron lento, en comparación con los búlgaros, pero con mucha técnica y cohesión.

Al final, como en el canon, Krum atrapó la Snitch, pero el equipo búlgaro perdió, perdiendo por diez puntos ante Irlanda. Una sonrisa involuntaria se extendió por mi rostro.