Harry Potter : Nuevo Mundo [1]

Capítulo 100

"Parece", dijo Hermione en voz baja. "Nadie sabe lo que pasó".

"Eso es genial. Come, o el pastel se enfriará".

"Es con calabaza".

"No puedo saborearlo".

"Yo tampoco."

"Bueno, piensa como si fuera con carne".

"Es jengibre".

"Con una carne muy extraña".

Después de la fiesta, todos nos trasladamos en una multitud amistosa y ruidosa a la sala común. Había una multitud aún mayor frente al retrato, y adiviné la razón.

"Bueno, ¿qué pasó allí de nuevo?" se lamentó Dean.

"Apuesto a que Neville olvidó la contraseña y ahora está atormentando a la Dama Gorda".

"¡Oye!"

"Uy", sonrió Ron. "No te vi".

Mientras se dirigía al retrato, Hermione suspiró sorprendida: el lienzo estaba rayado, como si tuviera garras, y la Dama Gorda no se veía por ninguna parte.

"¿No has oído?" la joven Weasley, Ginny, apareció frente a nosotros. "¡La Dama Gorda ha desaparecido! Oh, hola, Max".

Ruborizándose, Ginny se apresuró a esconderse entre la multitud de amigos de su clase. No-no-no, no necesito esto, ve a coquetear con Potter.

No sólo el ruido de los estudiantes golpeaba los oídos, sino también los retratos colgaban alrededor del eje de la torre principal en cada metro libre de paredes. Todos charlaron sobre horrores y pesadillas, sobre hacia dónde se dirige el mundo y otras tonterías.

"Abran paso... abran paso..." La voz de Filch se acercó, al igual que el propio Filch.

Todos nos fuimos a los lados, y Dumbledore caminó hacia el lienzo vacío y cortado con Filch. Examinó cuidadosamente el lienzo, pasó la mano por los cortes.

"Sr. Filch," el Director habló con ansiedad. "Reúne a los fantasmas. Haz que registren cada pintura. Debemos encontrarla".

"No hay necesidad de buscar, profesor", interrumpió Filch al director, mirando una de las pinturas en otro tramo de escaleras, apuntándola con el dedo. "La Señora Gorda está allí".

Todos inmediatamente corrieron hacia esa pintura, y Dumbledore no se quedó atrás. Cuando llegó a la imagen del prado verde con el buey pastando en él, el director habló:

"Querida señora, ¿quién te hizo esto?"

La Señora Gorda, que lloraba, miró desde detrás del novillo, aullando mientras comenzaba a responder:

"Ojos como el diablo que tiene y un alma tan oscura como su nombre. Es él, director, de quien todos hablan. Está aquí en algún lugar del castillo. ¡Sirius Black!" con un grito y un rugido, la Señora Gorda, desapareció detrás del novillo de nuevo.

El director ordenó una búsqueda en todo el castillo y los estudiantes se colocaron en el gran salón y repartieron sacos de dormir. Tuve que obedecer e ir al saco de dormir que ya nos estaba esperando en el Gran Comedor.

"Caramba..." Hermione suspiró mientras nos metíamos en los sacos de dormir. De alguna manera estábamos acostados uno al lado del otro. Cerca también estaban Lavender Brown, Parvati y Padma Patil. Las chicas estaban susurrando sobre sus propias cosas, y resultó que estábamos en el mismo lugar para conversar.

"Estoy totalmente de acuerdo, Hermie. Tanto pánico."

"¿Cómo más podría ser?" se encogió de hombros, subió la cremallera de su saco de dormir y miró al techo. "Un criminal de ese nivel y en una escuela llena de niños. ¿Quién sabe lo que puede hacer?"

Asentí con la cabeza, pero en ese momento, las luces se apagaron y la ilusión del cielo nocturno en el techo del Gran Salón proyectó el cielo estrellado, galaxias, cometas y otras bellezas.

"Max," susurró Lavender suavemente. "¿Qué estás haciendo aquí?"

"Dormido."

"Esa es la mitad femenina".

"Entonces, estoy durmiendo en buena compañía".

Después de esta frase, el puño de Hermione voló bruscamente en mi costado.

"Ouch, Hermione, ¿por qué pelear?"

"En buena compañía, duerme..."

Las chicas se rieron en voz baja, pero todos se calmaron rápidamente: había sido un día ajetreado e incluso yo quería dormir. Pero, veinte minutos después, Snape y Dumbledore me despertaron hablando. Aunque, no tiene sentido esta conversación, al menos para mí. Me pregunto si Potter había oído que Snape quería algo para advertirle al chico, y que Lupin en general tenía algunas preocupaciones. Hermione definitivamente lo había escuchado, todavía estaba despierta, mirando pensativa al techo.

Antes de quedarme dormido, ¿decidí pensar en cuándo atrapar a Black? ¡No en serio! Como extrañé a Peter, al menos debería atrapar a Black. ¿Cuándo entrará en la sala común allí? Necesito inventar algún tipo de trampa. Lo principal es no matar sin darse cuenta... de lo contrario, dos ya son demasiado.

Los días pasaron uno tras otro, y mientras tanto, finalmente llegó el otoño, dando al mundo a su alrededor sus colores sombríos. Tras la infiltración de Sirius Black en el castillo, se endureció el régimen de patrullaje de los alrededores por parte de Dementores, y ahora por la noche, están algo más cerca de Hogwarts que antes. Esto no podía sino afectar la percepción del mundo, y junto con la penumbra otoñal, una especie de abatimiento se sentía aún más en el castillo.

Una vez más, como en los últimos años, ordené los ingredientes para la poción restauradora del sistema musculoesquelético a través de los gemelos. Sin embargo, los precios aumentaron ligeramente: la inflación general y la presencia de Dementores. Aún así, estos factores no afectaron la velocidad de entrega de los ingredientes. Por lo tanto, el tres de noviembre, Hermione había terminado la poción. Sin embargo, hubo algunas dificultades: Confundus casi no tuvo ningún efecto sobre nosotros correctamente, y la falla solo podría ser la práctica de la oclumancia. Tuvimos que poner mucha fuerza de voluntad en el hechizo para obligarnos a infligir el trauma adecuado en todo el cuerpo. Pero, al final, todo salió según lo previsto, y hasta el tres de diciembre fuimos especialmente duros con la preparación física. Ahora Hermione fue más allá de trotar y demás, uniéndose a mí para trabajar con su propio peso, pero con una especie de persistencia maníaca. Ella dijo: "El trabajo monótono, el entrenamiento y la práctica de la magia no dejan tiempo ni energía para pensar en Dementores y deprimirse. Estoy de acuerdo con ella.