Harry Potter : Nuevo Mundo [1]

Capítulo 111

Reuniendo toda mi voluntad en un puño, me levanté del suelo, todavía sintiéndome débil, pero no es sorprendente. Salí de la Cámara de los Secretos bajo un complejo de hechizos de encubrimiento y luego me dirigí a la sala común de la Casa y luego a mi habitación. No había chicos en la habitación. Bueno, realmente no me importa dónde están. Necesito dormir, así que me cambiaré ahora mismo, me acostaré y pensaré un poco.

Espera, acabo de parpadear, ¡¿y ya es de mañana?! ¿Y los chicos ya están durmiendo en la habitación? Resulta que el día de ayer me agotó por completo. Me levanté, me toqué, escuché, nada crítico. Me senté en la cama, no tuve tiempo de pensar ayer.

Primero, a pesar de la situación poco envidiable de ser mordido por un hombre lobo, debería continuar con mi entrenamiento matutino. Había dos razones para eso. Nunca había roto mi horario antes, excepto por quedarme dormido una vez. Sería estúpido si no fuera por los testigos del trote diario y otras gimnasias: la interrupción del programa de entrenamiento puede generar preguntas. La segunda razón es que todo esto no es motivo para renunciar a mis entrenamientos. La hora que había ahorrado no era gran cosa, y no iba a descuidarme como Lupin.

Asintiendo para mí mismo, me levanté, me puse mi ropa de gimnasia y salí a correr. Ya en las escaleras de la torre principal, me encontré con el profesor Snape, cuyo humor no disponía ni siquiera para un saludo con la cabeza. Bueno esta bien. El resto del horario de la mañana transcurrió sin excesos, y no noté ningún cambio radical en mí, excepto por las cicatrices, las sentí.

Arreglé y, con tristeza no disimulada, miré uno de los conjuntos de ropa de invierno, que había que guardar en el fondo de mi bolso, me lo eché al hombro y me fui a desayunar al Gran Comedor.

Los maestros estaban casi completamente presentes: Lupin parece estar corriendo por el bosque en algún lugar, habiendo perdido la cabeza, pero volverá mañana.

Durante las vacaciones de invierno, el Gran Comedor solo tenía una mesa para maestros y una mesa común para los que se quedaban. Parece que generalmente soy el único de los estudiantes que decidió asistir al desayuno.

"Buenos días", asentí con la cabeza a los profesores mientras tomaba asiento en la mesa y recibí una respuesta simétrica. El desayuno apareció de inmediato frente a mí, y no esperé mucho para comenzar a comer.

"Parece", habló Dumbledore. "Usted, Sr. Knight, ¿el único estudiante que decidió unirse a nosotros para el desayuno?"

"Parece serlo," me encogí de hombros, masticando mi tocino. "Al menos Ron y Harry todavía están dormidos".

"Eh, joven", sonrió el director. "En ese caso, te diré las buenas noticias".

No fui el único que dejó de comer con anticipación: los profesores también se volvieron hacia el director.

"Según información verificada, Sirius Black no regresará a Hogwarts, lo que significa que los Dementores se irán pronto. Tengo una cita con el Ministro justo después del desayuno donde discutiremos el asunto".

"Bueno, gracias a Merlín", Flitwick aplaudió. "Esto tendrá que celebrarse con aguamiel..."

"¡Filius!" siseó McGonagall, escondiendo una sonrisa. "No delante de los niños".

"Oh, vamos, Minerva", sonrió el pequeño profesor. "No creo que el Sr. Knight no tenga idea sobre las diferentes bebidas".

"Quién sabe, profesor", me encogí de hombros con una sonrisa. "¿Quién sabe? Pero de cualquier manera, las noticias son realmente buenas. ¿Pero cuál es la razón, Director? ¿Lo atraparon?"

"No, no, todavía está por ahí. Pero como dije, según la información verificada, no intentará infiltrarse en Hogwarts nuevamente. Probablemente haya vuelto en sí y se haya ido a recuperarse de Azkaban".

"Entonces, con el tiempo, ¿la amenaza será aún mayor?"

Dumbledore asintió con fingida seriedad.

"Ha alcanzado su objetivo y no volverá".

"Hmm... Pero todos dijeron que su objetivo era la muerte de Potter. Estaba más que vivo esta mañana y lo demostró muy vívidamente al competir con Weasley en volumen de ronquidos", y es verdad, estoy acostumbrado.

"Afortunadamente, el propósito de Sirius Black era diferente, y resulta que no acarreaba ningún peligro".

"Está bien. De todos modos, la partida inminente de los Dementores es una noticia maravillosa".

Después del desayuno, fui directamente a la biblioteca, al igual que Madame Pince. En el camino, decidí hacerle algunas preguntas.

"Señora Pince, ¿puede decirme si la biblioteca tiene literatura sobre hombres lobo? Investigación detallada".

"Licantropía... material muy raro".

"¿Cómo es eso?"

"Prácticamente no ha habido ninguna investigación. En el siglo pasado, Marlowe Forfang estudió los hábitos de los hombres lobo, y este es el único trabajo que describe la vida de los hombres lobo en ambas fases. En cuanto a los cambios corporales, la naturaleza de la maldición, etc., los datos son escasos. y dispersos: a nadie le importaba realmente, y los hombres lobo casi nunca estaban en contacto. Podría valer la pena echarle un vistazo a la Sección Prohibida, en los libros sobre sangre y maleficencia, pero me temo que podría ser una pérdida de tiempo. ."

"Gracias."

Al llegar a la biblioteca, me dirigí directamente a la Sección Prohibida. No tengo el conocimiento que necesito en mi cabeza, lo que significa que debería pasar por la sección donde trabajaba Hermione... ¡Exacto! ¿Por qué no pensé en eso en primer lugar?

Me di la vuelta y salí de la biblioteca, y fui a la lechucería. Allí, garabateó en una hoja de papel rota una carta para la niña. La felicité a ella ya sus padres por la Navidad y pregunté: "¿No conoce ningún libro sobre maleficencia o sangre o medicina mágica o cualquier otra cosa relacionada con eso?". Al ver la primera lechuza que se cruzó, la atrajo y le entregó la carta.

"Llévaselo a Hermione Granger, por favor".

El búho ululó y se fue volando. La respuesta puede esperarse hasta mañana por la mañana, durante el desayuno en el Gran Comedor, o puedo ir a la lechucería por la noche, y si la lechuza regresa, entregará la carta. Ahora puedo ir a la biblioteca.