El hombre miraba como el fuego arrasaba en el patio y esperaba con ansias que las llamaradas causadas por el viento envolvieran pronto aquella linda casa.Mientras un joven llegaba más que apurado en su camioneta, sintiendo su corazón a mil por la desesperación que sentía al ver como el fuego comenzaba a sobrepasar el techo de su hogar, debía rescatar a sus empleados.
Entró y sacó sus llaves para ingresar rápidamente a su casa sin saber que el causante de todo lo vigilaba desde un punto ciego para el chico. Corrió por el gran salón llamando por dichos nombres de sus empleados hasta que los escuchó a lo lejos, debían estar en su habitación.
Subió sus inmensas escaleras de caracol y al llegar, decidió primero saber si estaban todos ahí.
– ¿Marta?, ¿Se encuentran todos?, ¿Están bien? –. Preguntó rápidamente. Golpeando la puerta suavemente.
Sin esperarlo, la puerta fue abierta y el jalado hacia dentro. Siendo recibido por un mar de sollozos los más jóvenes, nadie entendía nada pero estaban felices de que su jefe estuviera ahí con ellos.
Él los miró regalandoles una sonrisa para tratar de calmarlos, cosa que logró dejando un ambiente en silencio aunque a lo lejos se escuchaba el sonido del fuego cada vez más cerca.
– ¿Qué haremos joven Aarón?–. Preguntaban una vez que se calmaron lo más posible.
– Iremos todos en fila hacia el primer piso, tengo las llaves de la puerta principal, mientras ustedes escapan a la calle a un lugar seguro, yo revisaré que nuestro invitado no desaparezca, ¿Entendido?–. No jugaba al héroe y era más que claro, sólo quería saber una respuesta que darle a su padre sobre las condiciones de la casa, aunque a esta se la consumiera por completo o no.
Todos asintieron siguiendo al joven, al salir, corrieron despavoridos hacia la reja, mientras el chico de pircings caminaba lentamente hacia el patio trasero, esperando sorprender a la querida persona que le estuviera haciendo ese regalo.
A lo lejos divisó una figura conocida, pero por el humo mucho no podía ver, más el olor que desprendía el césped y otras cosas que lo mareaban.
Pronto el sospechoso comenzó a hablar y trató de escuchar con atención.
– ¿No es gracioso?–. Hizo una pausa. – Por más que te quite tu hogar, no es ni de cerca tan doloroso como lo que tu me arrebataste a mi–. ¿De quién se podría tratar?, ¿Acaso era Ladon?
– ¿Señor Ladon?, ¿Qué hace aquí?–. Preguntó a duras penas al tratar de no inhalar el contaminado ambiente.
– ¿Creés qué si termino con esto...dejaré de soñar con ese momento exacto?, a veces aún escucho sus últimos quejidos antes de morir–. Rió fuerte mientras sollozaba. – Y pensar que desde que comenzamos a trabajar en esa empresa, nuestra relación de hermandad se desmoronaba día con día...creí que mi aprecio por él había desaparecido pero...nunca dejé de verlo como mi hermano mayor, y cuando me lo quitaste una parte de mi murió con él–. Su tono de voz cambió a uno de enojo.
– Discúlpeme si le ocasionamos una gran pérdida, pero créame, yo al igual que usted no sabía que la comida estaba envenenada–. Trató de divisar al señor que cruzaba entre el espeso humo y estar alerta por si este quería atacarlo.
– ¿Fue tu padre no?, fue ese maldito Asher quién nunca tuvo una buena relación comercial con Richard, sabía que intentaría matarlo pero nunca pensé...que frente a mi–. Gritó con furia. Tratando de descargarse tal vez en sus últimos momentos de vida. Ya no había vuelta atrás.
La nariz y ojos del chico comenzaron a arder, ya no aguantaba más ahí, pero debía hacer el intento de mantener a Ladon todo el tiempo posible hasta que llegaran los bomberos y la policía.
– Quedese dónde está por favor, es muy peligroso moverse por el fuego señor–. Trató de usar su abrigo como colador de aire para no asfixiarse.
– ¿Creés que importa ahora mismo el peligro?–. Vio como se acercaba y divisó que traía algo, probablemente era una palanca. – ¿Debería acabar con esto ahora?, no soy una mala persona, no quiero ir a la cárcel, nunca hice nada malo–. Hablaba tan dolido que parecia sincero.
– Si baja la palanca y se queda en su lugar, no será una mala persona Ladon, creame que entre menos haga será mejor–. Trató de razonar con él hasta que las sirenas de los bomberos y la policia comenzó a escucharse a lo lejos. – Por favor quedese tranquilo, no tiene porqué hacer esto, puede llevar a juicio a mi padre o lo que usted crea mejor pero la violencia es innecesaria–.
– ¿Innecesaria dices?, ¿Acaso no era innecesario el veneno, la humillación?–. Lo había enojado aún más.
– Por mucho que quiera asumir la culpa, y me sienta apenado por usted, fue mi padre el responsable–. Se escucharon llamados a Aarón desde lejos.
– Oh, no te preocupes, voy a devolver el favor, quitándole lo único que le queda–. El chico lo miró confundido viendo como el hombre se abalansaba sobre él.
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Realidades alternas (Springtrap/William Afton)
Fanfiction🌑Aclaraciones☀: _ Esta historia capaz se actualiza todos los miércoles. ✔️ _ Los personajes como Springtrap y demás animatrónicos no me pertenecen, todos los derechos a Scott Cawthon. 📌 _ La historia se centrará en el villano más villano de todos...