Realidades alternas (Springtrap/William Afton)

Capítulo Siete [07]

00:30 hs

– Señorita T/N, se preguntará que hace aquí–. Asentí. – Nosotros también nos preguntamos, ¿Qué hacía con el animatrónico principal en la oficina?–. Sentí que tenía que mentir.

– No es fácil de explicar, pero parece que su mecánica falló, entró en mi oficina, pero no atacó–. William me recordó la letra chica que yo había leído antes de firmar el contrato con Fazbear Entertainment. Decía que cualquier acusación, avistamiento, descripción y anécdota rara relacionada con los animatrónicos, el empleado será dado de baja y despedido, sin posibilidades de poder conseguir otro trabajo o vida plena. Lo que quedaba era mentir.

– ¿Segura?, vimos lo relajada que estaba con respecto a lo sucedido, la manera en la que él se dirigía hacía usted–. Ya entendí, querían que dijera algo que me incriminara y así despedirme.

– Seguro Señor, el animatrónico simplemente siguió su funcionamiento, cuando vio que no era un niño no me siguió–. Dije para finalizar.

– Bueno, lamento decirle señorita, pero si esto vuelve a suceder, nos veremos obligados transferirla de Fazbear Fright a otro local–. El jefe Richard me miró seriamente, el vicedirector de la empresa se veía muy nervioso, ni siquiera sabía porque, me molestaba que fueran tan extremistas.

– Entiendo señor, trataré de que no vuelva a pasar–. Dije mirando el suelo.

– Puede irse, debe seguir cumpliendo su horario de trabajo–. Finalizó, yo asentí y salí sin más, William estaba esperándome en la entrada de la empresa, apenas me vió corrió hacia mi.

– ¿Estás bien?, ¿Qué te dijeron T/N?–. Preguntó preocupado, él tuvo que irme a buscar a la pizzería, donde dejé a Springtrap.

– Me dijeron que no volviera a tener contacto directo con el animatrónico, en resumidas palabras–. Dije con un poco de enojo. Tampoco me iba a convertir en amiga de un gran muñeco.

– Tranquila, tal vez se pueda hacer algo–. Trató de calmarme, pero no estaba triste o algo, tenía una tremenda rabia. Cansada dejé mi cabeza en su pecho y me abrazó. – No te metas en problemas, vos misma lo dijiste, es peligroso pero tendrás un poco más arreglada tu vida, y si no, los dos nos vamos y conseguimos otro trabajo más seguro, ¿Querés?–. Asentí todavía en su abrazo, me sentía tan segura cuando lo tenía conmigo.

– Bueno, voy a tener cuidado, ya no me está gustando esto pero por la plata voy a seguir–. Dije segura.

– No todo es plata, pero te voy a ayudar, a la más mínima cosa que el animatronico se mande, nos vamos eh–. Dijo demandante apuntandome con su dedo índice .

– Si, si, William–. Y ambos nos fuimos, pero él tuvo que pedir permiso para llevarme ya que mi otro compañero todavía estaba de turno. Llegamos y me dijo antes de irse; Te estoy vigilando Wasosky.

  Entré, me senté, observé por las cámaras si Springtrap estaba por ahí, y si, se encontraba en la otra salida al otro lado de la pizzería, pero a penas escuchó el sonido del niño que hice sonar comenzó a venir hacia la oficina.

– ¿Estás bien?–. Preguntó saliendo de la nada al lado de la oficina. – Discúlpame si esto es mi culpa, ni yo sé en que estoy involucrado–.

– No, está bien, sólo es la política de la empresa, no es tu culpa–. Dije aclarándole. – Aunque parece que ya no podremos hablar seguido–. Él me miró confundido. – Mirá, la empresa ahora me tiene bajo vigilancia, se que hay cosas muy raras e imposibles pasando en los locales, como el hecho de que hubo un asesino o varios que masacraron a muchos niños y luego de eso los animatrónicos cobraron vida, hasta yo siempre estoy a punto de llegar a saberlo, pero siempre me cambian de lugar, al menos no estoy muerta, es como la Mafia o las fechorías de un Gobierno corrupto–. Springtrap, pese a que sus expresiones eran limitadas, se veía sorprendido, como si, tuviera miedo de algo.

– Bueno, por lo que sé, y por lo que he visto, yo también soy una persona asesinada–. Pausó y me miró unos segundos. – Soy alguien que cuando murió dentro del traje, quedó atrapado,  ya sabés una cosa, segundo, Fazbear, ahora que lo recuerdo bien, siempre fue una empresa de mala fama, por encubrir mucho las cosas que eran muy evidentes, lo que importaba eran las ganancias, yo recomiendo que no te metas tanto en los asuntos de esa empresa, quién sabe lo que le pasaría si llegan a saber que sabés más de lo que ellos mismos saben–. Terminó por decir, yo me quedé pensando mientras lo miraba, ¿Tan así era?, ya lo había pensado, pero él me lo aclaró, ¿Qué hago ahora?.

– Lo mejor que podrías hacer por ahora, sería seguir con tu vida normalmente, trabajar y seguir, créeme que entre menos problemas tengas en tu corta vida, mejor–. Dijo para alentarme, como si hubiese leído mi mente.

– Gracias, seguiré tu consejo por ahora, debemos volver a nuestros roles, yo te vigilo y me intentas atrapar–. Dije jugando, tengo que tratarlo con respeto si es mayor que yo.

– Si sargento, cómo usted diga–.

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