Realidades alternas (Springtrap/William Afton)

Capítulo Treinta Y Ocho [38] <°Final°>

– Springtrap!–. Dijo emocionada la chica para luego saltar sobre él apenas abrió la puerta.

– Cuidado!–. La sostuvo alarmado alejándose de la puerta pensando que podría caerse.

– Buenas tardes Don conejo–. Se escuchó desde la entrada, dando a entender que la chica no venía sola.

– Hola Aarón, ¿Cómo te encuentras?–. Trató de preguntar pero ella lo interrumpió.

– Espera, adivina por fa!, es una gran noticia para todos–. Daba pequeños saltitos de emoción con una sonrisa de oreja a oreja, cosa que confundió al hombre de hojalata.

– Ehhh, ¿Lograste comer 14 kilos de helado?–. No entendía a que quería llegar la chica.

– No jaja, ojalá!, pero en serio, ¿Qué era lo que más querías en el mundo?–. El conejo pensó unos segundos.

– ¿Paz mental?–. El chico rió por lo bajo por la inocencia del hombre.

– Niños Springtrap, niños–. Dijo burlona, sorprendiendo al más alto, quién en un principio entendió que le traería niños para cuidar y luego finalmente entendió, la chica al darse cuenta comenzó a dar saltitos nuevamente. – Estoy embarazada!–. El conejo la alzó en sus brazos emocionado, dando vueltas lento, haciendola reír y él queriendo llorar.

  Después de tanto tiempo, tendría un nieto, un niño que tal vez no vería todo lo malo de él.

  Luego de calmarse, abrazó a la pareja, deseándoles suerte en todo, de verdad que aún no creía cuánto había crecido su T/N desde que había dejado de convivir con ella en un mismo ambiente.

  Y ni hablar de William, ese cabeza de hongo ya no podía llamarlo así ya que cambió su look a un corte de librito que le quedaba igual de bien.

  Una vez a la semana se aparecía si o si por su casa a hacerle compañía y conversar un rato durante la tarde, acompañando todo con un mate. Ahí supo que este mismo tenía novia, y sentía que era la indicada.

  Mientras que Cade y Peter, lo mismo, todos completamente casados, pero lo mejor era que se seguían llevando bien después de tanto tiempo y que aunque tuvieran obligaciones que los dejaran sin tiempo para sus amigos, ellos seguían ahí, como hermanos.

  A decir verdad, cuando nació el bebé de T/N y Aarón, todos se emocionaron de sobremanera, nadie entendía por que había 4 hombres llorando y abrazados frente a la puerta de una sala de parto. Y eso que aún faltaba el animatrónico quién se encontraba ansioso esperando en la camioneta fuera del hospital.

  El tiempo pasó, la bebé cumpliría dentro de poco 6 meses, se llama Nova, a Peter se le ocurrió por el amor que tenía la chica por las estrellas y todo el tema que abarcaban.

  Pronto las visitas del grupo de amigos comenzó a ser más presente por la niña. Y eso llenó el corazón de Springtrap, ver que aquellos chicos habían crecido tanto, era como ver crecer a sus hijos y eso le encantó aún más.

  El robot había notado que durante 4 meses los niños no habían aparecido, luego de ese tiempo se veían muy debés en cuando pero hace una semana los veía en todos lados, eso lo asustó ya que solo aparecían, ni siquiera hablaban, ¿Acaso significaba algo malo?

  Hasta que por fin lo escuchó.

– Michael, es Michael–. Susurró una fina voz, era uno de los niños.

– ¿Qué?–. Preguntó tratando de qué alguno de ellos le explicase, pero no había nadie alrededor.

  Eso lo dejó pensativo unas semanas, hasta que comenzó a sentirse observado en su casa. No quería pensar en nada hasta que empezó a oír ruidos desde dentro.

  Lo charló con Aarón ya que no quería preocupar a T/N. Este se ofreció a instalarle cámaras de seguridad, al principio se negó pero luego aceptó. Quería saber si solo era instinto de él o algo más.

  Pero esa misma noche, se despertó en la madrugada, el reloj digital a su lado marcaban las 5 de la mañana. Miró alrededor con un sentimiento de peligro y escuchó ruidos en su cocina.

  Desconfiando, mandó un mensaje de emergencia desde su teléfono, no lo usaba ya que no sabía controlarlo.

  Sin pensarlo fue a la cocina. Al llegar, asomó su cabeza desde el marco de la puerta, vio una silueta alta revisando los cajones dónde tenía el repuesto de la llave de su casa y demás cosas. Sin miedo, con una agilidad imposible y sin emitir sonido alguno se colocó detrás del hombre para atraparlo.

  El sospechoso se dio la vuelta sin esperar que el gran robot se abalanzara sobre él, soltando un grito que para el conejo fue demasiado familiar.

– Espera!, no soy tu enemigo!–. Trató de convencerlo.

– ¿Acaso creés que no eres mi enemigo si irrumpes en casa ajena?–. El hombre no dijo nada y trató de sacarse a la pesada máquina de encima.

– Papá, en serio, no soy tu enemigo–. Por un momento sintió volver al pasado y una presión en su pecho.

– ¿Michael?–. Preguntó casi sin voz. Su fuerza se debilitó permitiendo que el susodicho extendiera su mano hacia una lámpara cercana, encendiendola, revelando su actual apariencia. Desconcertando al conejo.

– Debo contarte muchas cosas papá–. Esas fueran las últimas palabras que se oyeron en el audio antes de que las cámaras comenzaran a fallar.

  Aarón recibió el mensaje de ayuda, pero algo interrumpió la señal, haciendo que el mensaje llegase tarde. Condució lo más rápido posible. Pero al llegar no encontró nada más que el gran ventanal abierto dejando que la brisa mañanera recorriera el lugar. O eso creyó al encontrar una nota en la cama que más tarde le dio a T/N.

"Lamento no darte una mejor explicación del por qué me voy, pero adivina!, alguien importante para mi me ofreció una oportunidad para arreglar lo que hice en el pasado.

Espero que sigas cumpliendo tus metas mientras no estoy, no te preocupes por mi, se qué estás en buenas manos y por favor dale pequeños besos de mi parte a Nova.

Volveré de alguna manera, no importa cómo, pero volveré.

Te amo mi nena.

_Springtrap."

   Terminó de leer la carta, suspiró y miró por la ventana como el Sol poco a poco se escondía, pintando el cielo de naranja.

  Miró a su bebé durmiendo plácidamente, y trató de contener sus lágrimas, no aceptaría esa carta como una despedida, esa ni siquiera era su letra, estaba totalmente segura que había sido manipulado. Pero lo esperaría y buscaría, de ser posible, lo encontraría.

   Aún con una mezcla de emociones y toda la fe, quería confíar en que él volverá a visitar a su nieta, trataría de golpearlo, pero sería feliz y lo sería el doble al saber que está bien y presente con ellos como aquel conejo que llenó de alegría sus corazones.

✨🌙°~^°~^ FIN ^~°^~°🌙✨

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Gracias por leer y acompañarnos hasta el final de esta historia, sabemos que algún día nuestro querido protagonista volverá pero hasta entonces lo esperaremos también.

Si les gustó, hagannos saber con una estrellita 💜✨