Capítulo Treinta Y Tres [33]

37 2 0
                                    


– Debemos apurarnos–. Dijo William pisando el acelerador dirigiéndose lo más rápido posible hacía la casa de Peter y Cade.

  Se preocuparon por el humo que se veía a lo lejos, no era normal en su Cuidad, ya que el cuidado ambiental era muy extricto. Pero no lo sabrían hasta que saliera en los noticieros o la voz se corriese entre los ciudadanos.

  Al llegar a casa, llamaron a la puerta siendo atendidos con rapidez por Peter.

– ¿Sucedió algo?–. Preguntó alarmado, al ver lo nerviosos que estaban los chicos.

– Necesitamos entrar a Springtrap–. Dijo T/N.

– ¿QUÉ?, ¿Dónde está?!–. Los miró alarmado buscando a simple vista al gran conejo.

– Shhhh, calmate, está en la camioneta, metamos al robot rápido–. Dijo William a lo que el chico sin pensarlo mucho los ayudó, tratando de taparlo lo más posible con la manta con la que ya venía, ingresandolo a la casa, y por los pocos sonidos que se oían a Cade le pareció extraño dirigiéndose a la puerta.

– ¿Qué?, ¿Qué está pasando?–. Sorprendido vio ese gran bulto mal tapado que tenían los chicos mientras la chica cerraba la puerta con llave.

– Cade!, Peter, déjennos explicar las cosas–. Dijo el dúo al ver la cara de disconformidad del otro par.

  Dejando al animatrónico a vista de todos, se sentaron en el salón de estar en los cómodos sillones. Comenzando a contar la situación.

– ¿Pero no creyeron que era mejor llamarnos o pensar en un plan más elaborado?–. Preguntó el joven pretendiente cruzado de brazos mirando al par frente a ellos, quienes se encontraban avergonzados.

– Tiene razón, se que la culpa los conducía a hacer locuras por rescatar a Springtrap, pero hay mejores maneras de hacerlo y ambos lo saben–. No emitían otra cosa que una señal de culpa al ser regañados por sus amigos.

– Lo sentimos, no pensamos en otra cosa al estar frente a esa cabaña, al escucharlo gritar detrás de esa puerta, hizo que mi pecho se sintiera vacío–. La chica por fin los miró a los dos a los ojos, asumiendo las consecuencias que podían tener lo que habían hecho.

– Lo mismo digo, es tonto decirlo pero, le agarré cariño a ese conejo, y al ver como T/N sufría por sentir culpa, me pasó lo mismo–. Dijo mientras sujetaba su mano, dando a entender que estaba ahí para ella.

  El otro par sonrió ante tal escena, regañarlos no servía de nada pero abrirles los ojos si, no podían hacer otra cosa que apoyarlos y tratar de guiarlos hacia el camino correcto.

– Tranquilos, esto no es una discusión entre padres e hijos, somos hermanos sin la misma sangre, siempre los comprenderemos, y trataremos de que lo que hagan de la manera que más les convenga–. Alzó sus brazos dando a entender que les daría un abrazo, a lo que rápidamente se pararon de su lugar envolviendo al tierno chico que felizmente los apretujaba como si fueran muñecos.

– Ey, yo también quiero unirme–. Se paró y se unió al trío que reía ante el comentario de este último.

  Pero poco duró el ambiente cuando escucharon los viejos y oxidados resortes, moviéndose, era Springtrap despertando.

  Todos giraron expectantes de las acciones del robot, más los chicos que hace años que no lo veían.

  El conejo abrió los ojos parpadeando lentamente, apenas movía sus manos. Sus ojos recorrieron el área sin percatarse de la presencia del grupo de jóvenes. Hasta que finalmente William aclaró su garganta para hablar captando la atención de todos.

– ¿Cómo te encuentras?–. Preguntó acercándose lentamente hacia el animatrónico, poniéndose en cuclillas a la altura de este. Mientras el otro lo observaba cansado sin entender del todo la situación.

– Yo...no lo sé–. Dijo vagamente. Sabía que tardaría en recuperarse pero al menos podía hablar.

– Springtrap...que bueno que por fin estás de vuelta–. La voz de la chica lo sorprendió, mirándola alzando sus orejas inconscientemente. A lo que ella se sintió aún más feliz, quería abrazarlo pero tal vez no era la mejor opción en ese momento. Poniéndose a su altura, acarició un poco la cara de este sintiendo el malgastado material del traje. Sentía mucha pena por él.

– T...T/N–. Pronunció con un poco más de fuerza, alzando su brazo, envolviendolo entre los hombros de la chica acercandola a él para tratar de sentirla cerca, un abrazo, una caricia, quería sentir algo, que le recordara una muestra de cariño, como en los viejos tiempos, cuando compartía con sus hijos.

  Ella sin pensarlo tanto trató de rodearlo sintiendo el frío cuerpo de metal, la vibra de este solo desprendía melancolía y tristeza, dando a entender que necesitaría millones de abrazos al día de ser posible.

– Tranquilo, ya estamos juntos de nuevo, dije que volverías a tener una vida cómoda y tranquila, y pienso cumplirlo–. Dijo mirándolo a los ojos, a lo que los demás chicos tosieron para llamar su atención.

– Pensamos cumplirlo–. Corrigió Cade, regalandole una sonrisa.

– Cierto, lo cumpliremos–. Reafirmó Peter. – Oh, cierto, un gusto Señor Springtrap o Afton, no sé cómo llamarlo–. Miró nervioso al conejo ya que al decir "Afton" los ojos del muñeco se abrieron aún más y brillaron con intensidad.

– Springtrap por favor, es un gusto conocerlos–. Saludó desde el suelo ya que sabía que no podría pararse en un rato hasta recuperarse de su situación mental.

><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><

Muchas gracias por leer, si les gustó, hagannos saber con una estrellita 🛋️✨

899~

Realidades alternas (Springtrap/William Afton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora