walker: Que El Infierno se Congelé [Borrador]

GABRIEL

Veo como abandona la finca, me doy la vuelta y vuelvo a tomar asiento en la mesa, puedo notar la presencia por el rabillo del ojo, le hago un gesto con la mano para que se acerque

Ella entra en mi campo de visión y me sonríe, tomando asiento en la silla de lado derecho

— que pasa esperanza - pregunto mientras me sirvo el restante de jugo de naranja que queda en la jarra

— esa humana es de la que todos murmuran verdad amo - la curiosidad desborda de ella - la que se encargará de ser la destrucción de Walker

A pesar de que es un alma vieja, siempre me a intrigado su capacidad de sorprenderse o interesarse por pequeñas cosas

— si, es ella - digo con resignación - pero no si destrucción, más como su talón de Aquiles - miro al vacío - lucifer no será destruido por nadie más que por si mismo

— porque la trajo aquí amo- pregunta colocando las manos sobre la mesa - no debería traer humanos a la asienda de la muerte, no importa que sean la profesia de nadie

Ella está en lo correcto, ningún humano que no sea invitado puede estar en la hacienda, lo que habita está haciendo son almas del limbo, sin contar a los animales que están vivos, almas que no tenían una razón de ser, ni a donde ir, por eso les di un hogar aquí.

Un humano normal, al estar en contacto con almas del limbo, así ellos no quieran hacerle daño, al entrar en contacto le robarian su fuerza vital en cuestión de minutos y si no se tiene cuidado, los dejaría al punto que yo tendría que recolectar su alma.

— porque vi su alma esperanza - digo tomando un trago del jugo, disfrutando de su sabor entre dulce y amargo, dejo el vaso en la mesa y la miro- ella no desentona ni en la asienda de la muerte - me quitó el sombrero y lo dejo sobre la mesa, me recuesto en la silla, dejando descansar los codos en los posa brazos de la silla y juntando las manos- la muerte no la perturba

— es una humana muy peculiar, puedo estar de acuerdo con eso amo - esperanza me mira con cariño - no pude detectar ninguno de las sombras que arrastran todos los humanos

Eso es verdad, ella no arrastra nada de las cadenas que tienen los humanos, esas que se van formando con cada año de vida

—no puedo hacer lo que mis hermanos me pidieron - digo resignado

Ella me mira sorprendida, a estado conmigo más de lo que puedo recordar, sabe que que soy de honor y palabra, no podría faltar a algo que me comprometiera hacer

— si no es mucho preguntar - me mira con cautela -  que le pidieron sus hermanos está vez

— me pidieron que tomara su alma - digo molesto -  dije que no se puede quitar el tiempo a un alma sin causar un caos, pero que dependiendo de lo grave de la situación me lo pensaría

Me levanto de la mesa dandole un manoton, la furia que estado manteniendo a raya se crispa en mi ser, ella me mira con lástima, se lo que está pensando

— es un alma pura, su alma no está para ser recolectada no ahora - me acerco al límite del balcó, agarrando con fuerza los bordes de madera - ni nunca

— es su reencarnación - susurra

No la reprendo, porque se que a estado conteniendose para no sacar el tema a colación, pero es algo que se tenía que decir.

Solo esperaba de forma estúpida que lo omitiera, solo por esta vez.

—es una reencarnación, pero no es su alma como tal, o eso creo - me siento colérico, traicionado- solo parte de muchas esencias  - digo con los dientes apretados, ellos sabían que era ella, o se parecía a ella, por eso querían que la viera- aunque a estas alturas puedo estar equivocado - digo en voz alta

Se que mis hermanos no harían nada sin razón, miro con rencor al cielo, esos bastardos me engañaron para que la viera, ellos no querían que me apropiara de su as, ellos querían que me enterará de su existencia.

— es idéntica a a ella - sonríe con pesar - supongo que le causó un gran sufrimiento el estar cerca de ella

— lo sé, se parece demasiado - digo mientras recuerdo su sonrisa - y sí - la miro- me causo un gran dolor, pero también un gran placer volver a verla esperanza - sonrió con tristeza

Esperanza se queda plantada en el sitio, se que muchas preguntas se están formando en su mente, pero se abstiene de decirlas  en voz alta

— que se parezca a ella no es un impedimento amo - doce levantándose de la silla, se que ella debe percibir mis emociones, pero la tristeza es la que más le debe afectar- toda alma humana está para ser recolectada, incluso la de la señorita

—el hecho de la que aun la ame no significa que sea un impedimento para que me apodere de su alma esperanza - Me giro ante su afirmación, la miro con diversión amarga, necesito pensar que se va a hacer, porque las piezas se están saliendo de control - el punto esperanza - la miro con pesar - es que no es humana, está vez no.

— que gran descubrimiento - dice una voz, me quedo estático, nadie nunca había irrumpiendo en mi hogar - Quin lo diría que los rumores eran verdad

Me doy la vuelta para encarar al intruso, en la otra punta de la mesa, está sentado nada más y nada menos que Samael, el veneno de Dios.

Esta vestido con un traje negro, nada normal en el, ya que le encanta vestir de colores claros o estrictamente blanco, su pelo está más largo de lo que recuerdo, y sus ojos, sus ojos se han limpiado que la locura que lo consume cada tanto.

— que poco grata sorpresa - le contesto, vuelvo a mi lugar en la mesa con paso calmado, el me observa en todo momento como una serpiente a una presa

Una sonrisa amenazadora se forma en mis labios, el podrá ser el veneno de dios, pero yo soy la muerte, todo asiento y lo miro con interés

— quiero que me hables más sobre los descubrimientos que has hecho sobre el alma de la humana - su expresión se vuelve hermética al hablar del alma de la humana- y después me vas a contar cómo es que tú, la inmaculada muerte - sonríe como un depredador - se enamoro de una mortal

lo miro con molestia, limitándome a gruñir, esto hace que estalle en carcajadas y aplauda con satisfacción, tal como haría un niño humano con un nuevo juguete, uno que estaba esperando con ansias.

— no me lo esperaba - se toca los labios con su dedo índice- porque, déjame decirte que los rumores entre inmorales es una cosa, pero ahora con la certeza de que Walter y tu tienen intereses por la misma mujer - me señala, para luego suspirar y lucir divertido - lo hace simplemente magnífico