walker: Que El Infierno se Congelé [Borrador]

22.✨

Nota.: Este capítulo está sujeto a cambios

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la luz perturba mi sueño, trato de huir de ella arropándome hasta la cabeza, pero un recuerdo llega lentamente, el sentimiento de que debería estar haciendo algo me saca de los brazos de morfeo, me siento con un movimiento rápido en la cama que trae un mareo, cuando me desarropo veo que no estoy vestida de la cintura para abajo lo único que me cubre es una camisa de hombre y mi ropa interior, debajo de la camisa no tengo sostén

--esto excede la amistad-salgo de la cama, en la alfombra al lado de la cama me esperan unas pantuflas del señor come galletas, Daniel las compro con la única condición de que las use en su casa cada vez que lo visito, digamos que tengo un ligero problema con las pantuflas como con los peluches, el motiva mi problema, salgo de la cama al ponerme de pie un mareo junto con un dolor punzante en la base del cráneo me ataca, puntos negros aparecen en mi visión tengo que volver a sentarme en la cama, me concentro en mi respiración mientras el dolor pasa, pero unas extraño recuerdo llega, Daniel molesto exigiendo saber si salí con walker, un sentimiento de opresión se asienta en mi pecho, una voz de fondo que no se identificar y luego nada solo oscuridad, no se como tomar esto si como un sueño, una mala pasada de mi mente o que demonios, pero un recuerdo no puede ser, escucho ruidos en la casa, me levanto tomo el short de pijama del bolso que se encuentra en la mesita de noche, veo el bolso donde traje a quimera pero esta vació, tomo lo necesario del bolso para asearme entro en el baño

al salir llamo a quimera, pero el minino traidor no se encuentra por ningún lado, busco a daniel y al gato por toda la casa pero no los encuentro, me acerco a la cocina donde se escuchan ciertos ruidos, al entrar me encuentro a elena curando las heridas de daniel con la profesionalidad de un medico, esta esta vestida con un pantalón que abraza su cuerpo realzando su trasero un top azul oscuro que deja su ombligo a la vista, su cabello cae en suaves hondas a su espalda tiene mechones rubios y chocolate, daniel no luce muy feliz, sus heridas se ven leves, pero una voz al fondo de mi cabeza dice que estaba mucho peor antes

--brunos diasquerida - dice daniel apenas me ve, me dedica una sonrisa que hace que mi corazon se salte un latido- como dormiste

--por fin despiertas bella durmiente-dice elena alegre, dejando las vendas en la mesa- eres una pecina enfermera querida, como te puede encontrar al lado de tu paciente durmiendo mientras el necesitaba un cambio de vendas- palme el hombro de daniel- ya estas listo muchachon, vuelve a chocar contra el suelo- se rie, voltea a verme puedo ver el cambio en ella el nuevo color le da un aire menos intimidante, sus facciones se ven mas suaves por el cambio- dejaste a tu gato vagando por hay, tuve que darle comida a tu mascota mientras descansabas plácidamente, el hombre aquí no quería acercarse, ya que tu mascota intento arañarlo- daniel no parece mu feliz ante ese argumento

--mierda quimera- lo busco con la mirada-donde esta-digo con preocupacion

--supongo que en el patio- camina a la cafetera sirve una tasa de café y me la ofrece, la tomo gustosa, mientras le doy un trago veo que daniel me contempla en silencio- quien me cambio anoche- el desvía la mirada

--fui yo, no podía dejar que durmieras de esa manera, tenia que hacerte sentir cómoda- pone los ojos de niño bueno, elena al no estar al frente de daniel puedo apreciar en detalle que este esta sin camisa con unos pantalones que caen por su cadera mostrando el inicio de su ropa interior, mis ojos recorren su pecho, eso hace que ensanche mas su sonrisa