Prólogo

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 -¡Te odio!

-¡Eres lo peor!- Le devuelvo los gritos a Lucas, mi compañero de clase desde que tengo uso de razón. Tras tantos años de convivencia seguimos llevándonos mal, no, peor que mal. ¡Es tan irritante! 

La profesora nos lleva por los largos pasillos vacíos hasta el despacho del director, al entrar, este rueda los ojos, ya que es la cuarta vez que nos ve esta mañana. 
Lucas y yo nos sentamos en los sillones de mala gana. 

-Bien…- Resopla el director con cansancio. -¿Por qué os cuesta tanto llevaros bien?

-Ella es tan…¡tan!

-Se acabó, os pondremos en clases separadas hasta que termineis los estudios este año. 
Luca se endereza en su asiento.

-No creo que sea necesario, ¿no se acuerda de mi traslado?

El director suelta un suspiro dejando claro que está muy hasta las narices de nosotros dos, se lleva la mano a la cabeza y se empieza a rascar la cabeza, haciendo que su peluquín se mueva de un lado a otro. Aguanto la risa mordiéndome el labio inferior. Sin querer mi mirada se encuentra con la de Lucas, quien también parece divertirse. Giro mi cara hacia el lado contrario. 

    -Pues todo solucionado, ahora fuera.
Ambos salimos del despacho sin tan siquiera mirarnos a la cara, le doy la espalda abrazándome a mí misma.

    -Así que te vas…
Noto la intensa mirada de Lucas sobre mi, haciendo que me sienta algo incómoda.

    -Así mejor, ¿no? Al fin y al cabo nos odiamos.- La rabia crece dentro de mí mientras habla, quiero abofetearlo.

    -¡¿No pensabas ni despedirte?!- Estallo gritándole, pero sin darme la vuelta, supongo que no soy tan valiente como creía que era. Supongo que Tamara tenía razón al decir que yo podía sentir algo por él, pero con esto ha dejado muy claro que él realmente si me odiaba, y eso me rompe en mil pedazos. -Te odio, vete, no quiero volver a verte nunca.- Las lágrimas amenazan con caer. Su mano trata de tocarme el hombro. Me alejo evitando su tacto. Dejo de notar su mirada sobre mí y escucho como sus pasos se alejan por el pasillo.

Ese día me hizo odiarlo más que nunca, y su nombre se convirtió en una palabra que provocaba un gran dolor en mi pecho.


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Espero que os guste y que le deis mucho amor.

Besos<3

En el nombre de todo lo que odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora