Capítulo 1: Gatito Rechazado

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París, Francia, donde todo el mundo dice que es la ciudad del amor, donde todos pueden estar enamorados sin problemas en el amor, pero no para los dos grandes héroes de parís que se la pasan día y noche cuidando de la grande ciudad. Ladybug y Cat Noir los héroes de parís que derrotan a los akumas que son akumatizados por el villano más temible de la ciudad, Hawk Moth. Una noche, la luna llena los iluminaba, los dos héroes estaban tomándose un descanso para que otro día pudieran estar con más energía.

El héroe con disfraz gatuno como de costumbre siempre le coqueteaba a la heroína, cargaba todos los días una rosa roja para dársela, pero nunca lo aceptaba, siempre la rechazaba.

—No lo puedo aceptar, ya tengo a alguien más. —Agacha la cabeza sintiéndose mal otra vez.

—Lo sé, pero...—Fue interrumpido por Ladybug.

—Tengo que irme, nos vemos mañana. —Lanza su yo-yo al aire, yéndose y dejando solo a Cat Noir.

Algo anda mal, desde que fue akumatizado, todo había cambiado, en ella. ¿¡Qué había pasado!? Para él fue un cambio de repente, un cambio que paso de la noche a la mañana, tenía que descubrirlo, tenía que descubrir que era lo que pasaba. Su cabeza le dolía una y otra vez queriendo recordar algo. Todo era nuevo para Cat Noir y no para Adrien Agreste. Se sacudió un poco el cuerpo y se levantó tomando su vara y yéndose a su casa donde su padre "supuestamente" lo esperaría para la cena.

—¿Por qué? —Activa su gataclismo y corre hacia él. — ¿¡Por qué!?

Escuchaba voces raras, como si fuera un recuerdo, quería recordar que fue lo que paso, ¿Por qué quiere recordar, si ya fue akumatizado? No se acuerda, quiere saber toda la verdad desde como paso hasta que lo llego a salvar, tenía que saber verdades y no mentiras, llevaba en su mente que pueda ser que su lady... le haiga contado una mentira.

Dejó de pensar cosas del pasado, siguió corriendo, sintiendo la adrenalina que jamás había sentido el modelo, tenía que aprovecharlo, como Cat Noir. Veintidós con dos minutos, era la hora exacta para cenar y el diseñador de modas, Gabriel Agreste miraba el horario de Adrien hecho por la secretaria ejecutiva del diseñador, Natalie Sancoeur. Escucho sonidos que provenían del comedor, no dudo que era su hijo. Los dos fueron hacia el comedor, mirando al chico que estaba muy cansado y su cabello rubio revuelto, la secretaria los dejo solos, no quería molestar. Gabriel iba a sentarse, pero su celular sonó.

—No te preocupes padre, ve a tu trabajo, esto lo dejamos para otra ocasión, igual yo tengo mucho sueño y mañana tengo que ir a la escuela. —Se levanta de su asiento.

—Está bien, otra ocasión, le diré a Natalie que te quite de tu horario de mañana las clases de chino y de esgrima, las clases de piano y la sesión de fotos no, porque eso no se te dificulta, para que descanses un poco. —Se da la vuelta y atiende la llamada.

Se va caminando hacia su habitación, pensando muchas cosas, todo el día ha sido muy tormentoso, como que si algo le impidiera saber la verdad. Subió las escaleras despacio, su vista estaba en aquella foto donde estaba él y su padre, desde que desapareció su madre, él está tratando de sonreírle al mundo.

Suspiró pesadamente, siguió su camino tomando el camino derecho. ¿De verdad sentía ganas de llorar? Prácticamente si, el pobre Adrien sentía dolor, mientras lo sigan rechazando, seguirá sintiendo dolor en su corazón. Pasó por la puerta, lo cerro de golpe, lanzo su celular al suelo y se echó a llorar como un niño pequeño. La pequeña criaturita lo miro con esos ojos como ese día cuando renunció por ir a Nueva York, trató de calmarlo, pero era imposible, era la quinta vez de la semana que lloraba. ¡Todo había cambiado desde que se fue! ¡Desde que desapareció!

Antes Del Amanecer [Ladynoir/Adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora