XXIV: Un hogar.

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Su cabeza le martilleaba del dolor mientras notaba sus párpados pesados, tanto que cuando intentó abrir los ojos no fue capaz por un largo periodo de tiempo. Intentó mover sus dedos, pero tampoco fue capaz, y fue ahí cuando notó el fuerte dolor que recorría su cuerpo.

Lentamente, comenzó a abrir los ojos, teniendo que cerrarlos rápidamente al verse deslumbrado por la luz que inundaba la habitación. Trató de mover sus dedos con éxito esta vez y de nuevo hizo el intento de mirar a su alrededor.

Al principio no comprendía nada, no sabía el contexto por el que estaba en una habitación blanca con una amplia ventana a un lado, a su lado reconoció a Remus Lupin, su profesor y pareja de Sirius y en ese momento recordó todo al verse rodeado de todas las máquinas sumando su dolor corporal.

Draco le había descubierto con Cedric y le había pegado una paliza y ahora por alguna razón, estaba en un hospital con el profesor Lupin a su lado.

- Draco...- Murmuró como la primera palabra que se le vino a la mente. Solo quería preguntar que era del rubio y como había terminado ahí, pero lo único que le salió de sus labios fue un gemido con la forma de su nombre.

El profesor Lupin, quien miraba la televisión, dio un pequeño salto en su asiento antes de girarse a mirarle con mueca de sorpresa.

- ¡Harry! ¡Has despertado!- Exclamó emocionado.- Creíamos que no saldrías de esta, pequeño.

- ¿Y Draco?- Volvió a preguntar.

Lupin le miró con una mueca indescifrable.

- Voy a llamar a los médicos y a Sirius para avisar que despertaste.

- ¿Donde está Draco? ¿Qué ha pasado?

- No te preocupes Harry, Draco no volverá a hacerte más daño.

- ¿Donde está? ¿Qué ha pasado? ¿Cuanto tiempo llevo dormido?

En ese momento entró un doctor con un grupo de enfermeras a su lado. Harry no les reconoció así que suponía que no estaban en Lowertown, aunque tampoco era como si pudiera estar seguro de nada, se encontraba demasiado desorientado como para poder confiar en sí mismo. Todo su cuerpo dolía y se encontraba en un estado completamente adormecido.

El doctor le pidió amablemente a Lupin que saliera de la habitación y esté con un asentimiento de cabeza le hizo caso. Una vez que se encontraron solos en la habitación las enfermeras se apartaron un poco y el doctor le dirigió una suave sonrisa.

- Hola Harry, al fin despertaste, ¿cómo te encuentras?

- Me duele...- Comenzó a gimotear, pero también le dolía la boca, por lo que le costaba mucho hablar.

- ¿Qué te duele?

- Todo.

- Es normal, viniste en muy malas condiciones, casi que no pasas de esta.

- ¿Qué ha pasado?

- ¿No recuerdas nada?

- No sé como he llegado aquí, no sé que ha pasado. ¿Dónde está Draco? ¿Y Cedric?

- Draco está encerrado en un sitio donde no volverá a hacerte daño, así que tranquilo.

- ¿Está en la cárcel?

- No, en un inicio si iba a ir allí pero trás unas pruebas médicas y que se dictaminara que sufre de graves traumas y problemas psicológicos va a pasar su sentencia en un hospital psiquiátrico.

- Dios mío...- Harry soltó un fuerte suspiro de alivio sin embargo eso provocó un fuerte dolor en sus costillas que le impidió continuar sintiendo ese mismo alivio.

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