XI-I

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Las últimas semanas fueron un caos preparando las cosas para clase. Muchos días quedé con Grace y nos divertimos mucho sobretodo el día en la playa. Ahí fue cuando me di cuenta que era una buena no como su hermano.
Una tarde estando en su casa merendando con Grace su Aiden me dejó claro que no quería nada conmigo y que lo de aquella noche solo había sido un desliz sobre algo que no volvería a pasar y ahí se me encogió el corazón de mil maneras posibles. Estuve llorando toda esa noche y me replantee muchas cosas llegando a pensar que lo mejor era irme de nuevo a casa con mi padre, pero rápidamente borre la idea de mi cabeza enseguida.

Ese día empezaba las clases en el instituto, me levante a las 8 y desayune un café bien largo y me duche. Me vestí con una camiseta ancha y una falda negra. Llevaba puesta mis zapatillas favoritas. Cogí la mochila con el estuche, un bocata y una botella de agua pequeña. Necesitaba idratarme. Salí de casa y note como alguien me llamaba.

-¿Te llevamos? - me dijo Aiden, seguramente se apiado de mi.

-No gracias puedo andar- Dije bastante seca.

-Anda vamoooos- insistió Grace.

-Esta bien- subi detrás y durante todo el camino Grace estuvo preguntandome cosas sobre el instituto y yo sin problema estuve contestando cada una de sus preguntas.

Al llegar note como todos miraban el coche en el que ibamos, nosotras nos bajamos y ella se despido de Aiden. Buscamos a mi grupo de amigos y nos unimos a ellos.

-Hola chicas- dijo Maya- Que ganas de ver a la gente nueva.

-Tu solo quieres ver a los chicos nuevos- dijo Héctor.

Entramos a nuestra clase y nos sentamos en nuestros sitios, yo claramente iba al lado de Riley y comemzamos a hablar sobre la gente y opinar porque nos gustaba mucho el chisme. En ese momento entro un chico a clase, por la mirada de Maya deduje que el era nuevo pero no quise dar nada por sentado.

-Es mono, a que si.

-Un poco bastante si.

El chico era bastante alto como de un metro ochenta y tenis el pelo negro y largo. Llevaba puesto una camiseta enorme y unos pantalones anchos, tenía puesto unos cascos enormes y se sentó al final de la clase.

-Buenos días voy a ser vuestra tutora este año me llamo Maria. Hay algunos almunos nuevos este año así que me gustaría que os presentarais.

- Me llamo Iria, y me vine aquí a vivir y eso es todo.

- Me llamo Dylan y soy nuevo.

No dijo nada más, sentó y se volvió a colocar los cascos. La mañana paso rápido y empezó la hora del almuerzo, antes de salir me acerque a hablar con el, algo me decía que sería bueno.

-Hola, Dylan ¿verdad?
-Si lo soy, ¿Quieres algo?
-¿Te apetecería venir a comer con nosotros?
- He si claro.- Me siguió mientras quitaba la música de sus auriculares.
-Oye que escuchas todo el rato por los cascos.
-He pues música me ayuda a relajarme por la ansiedad y tal.

Durante todo el camino hacia casa después de acabar el primer día de clase estuvimos riendo y hablando sobre música, nos dimos cuenta de que teníamos mucho en común y que podríamos llegar a ser buenas amigos.

-Bueno pues ya hemos llegado.- vi como Grace llegaba en ese momento u decidí ir a su casa a ver que tal el día.

-¿Nos vemos mañana en clase?

-Obviamente, por cierto por si necesitas algo toma este es mi número.- Le dí un abrazo y me metí en mi casa, vi como el se alejaba con los cascos y el skate por unas calles más abajo.

Entre a casa y me puse más cómoda, llamé a Grace y en un rato ya estábamos comentando cosas. Era la mejor parte de tener una vecina casi de tu edad.

-Entonces ya has hecho amigos.
-Sip
-¿Y te ha gustado un chico ?
-Sip y el chico con el que venías hablando, ¿Quien es?.

-Dylan, es un chico nuevo en mi clase resulta que vivimos juntos y hemos venido andando.

- Oh vaya yo pensaba que te gustaba mi hermano.

-Que? No que va.

-O vaya que mal.

Al rato se fue, yo cene me duche y me fui a dormir para estar despierta para el día siguiente.

Cuando paso la primera semana de clase, ya era costumbre que Dylan pasara a recogerme cada mañana para ir juntos y volver juntos. El viernes mientras guardaba mis cosas en la taquilla alguien se me acerco a hablarme.

-Hola ¿podemos hablar ?

-No quiero nada contigo Connor de verdad, puedes irte te lo estoy prendiendo a buenas.

-Por favor vamos a hablar las cosas Iria, no fue todo como tú crees que pasó. Además vamos a vernos a menudo por aquí por favor llevemonos bien.

- ¿Que no entiendes de que me dejes en paz? Ya no me gustas no quiero saber de ti de verdad.

-Es eso ¿tienes otro novio?

En ese momento me agarro de las muñecas e intentó tirar de mi hacia el, intentaba besarme. Me resistí, me moví y me intenté apartar pero fue inútil, y empecé a llorar. No quería aquello, no quería que me tocará o que me viera siquiera pero aquello siguió.

-Por favor sueltame.- Le pedí varias veces pero el no paraba.

En eso momento apareció Dylan y le pego dijo que parará, Connor no se lo tomó muy bien por lo que por fin decidió soltarme y astarle un puñetazo a Dylan el cual consiguió esquivar, este mismo le devolvió el puñetazo en la barriga y luego en la nariz. Yo estaba quieta arrodillada en el suelo llorando por lo que acababa de pasar. El me tendió una mano mientras Connor se iba rápidamente a la enfermería, prometió no contar nada.

Me levante con fuerzas y cogí mis cosas alegando que me encontraba mal y me fui a mi casa, necesitaba procesar lo que acababa de pasar y pensar en todo de una manera más neutral. Pero Al rato llegó Aiden tocando a mi puerta.

-¿E, hola podemos hablar?
-Puede ser otro día, hoy no me encuentro bien.

En ese momento apareció Dylan para ver como estaba y decidió entrar a ver si todo estaba bien pero yo le asegure que no hacía falta y que todo estaba bien. Cuando Aiden se fue, Dylan entró y tuvimos una buena tarde de amigos con pelis y mucha comida y juegos de mesa, todo fue fácil y con el era fácil.

Gritame en silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora