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Tenía tanto sueño aún acumulado. No quería abrir los ojos,quería permitirse dormir todo el día, puesto que no habría más interesante que hacer.

Su cumpleaños no era la excepción para continuar siendo un día completamente aburrido y común. Su madre tampoco estaría ahí con ella, su madre estaría aún en Dargu, con su marido actual, y los dos pequeños niños que tuvo hace un año atrás con ese hombre, al que Jennie desconocía físicamente.

Quiso removerse un poco para acomodarse mejor, pero la verdad es que se encontró muy cómoda en esa posición, fuertemente aferrada a esa Almudena de tan gustoso olor.

"Espera..."

Jennie no abrió los ojos cuando recorrió esa almohada con sus manos, sonrojándose al instante cuando sintió un abdomen jodidamente marcado en sus manos.

"¡¿Almohada?!"

Abrió los ojos de golpe, con la respiración ya agitada, y se encontró con lo que menos esperaba encontrarse en su cama, en su cumpleaños.

Una mujer.

Una hermosa mujer de facciones bien definidas, de labios entreabiertos muy tentavido y sensuales, y lo más divertido pero no menos escalofriante.

Dientes de conejo.

Quiso gritar, golpear a la mujer con la que se había acostado sin recordarlo, pero se encontró a sí misma con ropa puesta, por que se extraño.

"¿Cómo?

"¿Me acosta con ella y volví a ponerme toda mi ropa para dormir?"

"¿Dónde está Lili...?"

Perdida en hilo de pensamientos, siente a la mujer removerse. Jennie se asusta, pero chilla internamente cuando la mujer aún dormida se acerca a ella, y se posiciona sobre ella, escondiendo su rostro en el cuello de Jennie mientras posa sus manos sobre su pecho.

Jennie estaba hirviendo en ese momento, queriendo retirarse de aquella posición tan extrañamente deliciosa, pero a la vez no.

Entonces recuerda a su coneja.

"No puede ser..."

"Lili siempre se acuesta así..."

¿L-l-lili? ㅡsusurra algo temblorosa.

Solo en ese instante, la mujer se remueve nuevamente, y Jennie siente sus labios sobre su cuello, logrando estremecerse.

La mujer soba su nariz en el cuello de Jennie, logrando estremecer mucho más a la castaña, pero incómoda descubre que la mujer sobre ella, está completamente desnuda.

ㅡJennie, ¿Por qué despiertas tan temprano siempre? ㅡhabla por primera vez la mujer ronca.

Jennie de vuelve a estremecer, y no dice nada, esperando que la mujer se de cuenta en dónde está y que está haciendo.

ㅡEspera... ㅡse levanta un poco sobre sus brazos para observar a Jennieㅡ ¡Estoy hablando! ㅡla mujer sonrió ampliamenteㅡ ¡Tienes veintiuno al fin!

Jennie no entiende nada, quiere llorar de la frustración, pero aún siente humillación y vergüenza cuando tiene a una mujer pelinegra y guapa sobre ella, completamente desnuda.

ㅡVaya... Te me haces muchísimo más guapa cuando puedo tocarte con mis dedos ㅡla mujer sonríe nuevamente, y sus dedos acarician la mejilla de Jennie, provocando un rosado en ellas muy adorables.

Jennie está trabada, no puede hablar, está shockeada.

¿Esta era su coneja? ¿Su pequeña Lili?

ㅡ¿Quién eres? ㅡlogra preguntar, con un hilo de voz.

La mujer acaricia el cabello castaño de Jennie, encantada con este, e inmediatamente vuelve a observar los ojos gatunos de la castañita.

ㅡCreí que lo notarías ㅡla mujer ríe hermosamenteㅡ Soy Lili, Jen.

Jennie traga saliva, y da una mirada a la mujer aún desnuda.

ㅡNo. Tú no eres... un conejito. No eres mi conejito.

La tierna mirada de la mujer encima de ella, se transforma completamente en una diferente hasta en las esquinas. Como si Jennie le hubiese provocado de alguna manera, su mirada pasa a ser una coqueta, pervertida, y en eso que cree que todo no puede ser más raro...

Siente una gran erección crecer sobre su abdomen.

Sus ojos se abren con miedo, con sorpresa.

ㅡBebé, ya no soy una conejita ㅡacarició la mejilla de Jennie con suavidad, y le sonríe coquetamenteㅡ Pero si quieres, podemos hacer lo que los conejos hacen.

Jennie quería morir.

Conejita - Jenlisa [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora