Conejita - Jenlisa [G!P]

EXTRA

La manera en la que Lisa me miraba podría haberme quemado. La calidez en esa mirada llenaba un vacío que realmente no podía existir cuando estaba junto a ella, de esa manera. La pequeña sonrisa que llevaba era un detalle no poco importante, puesto que no se trataba de una persona común. Su dedo pulgar acarició mi labio inferior, que estaba curvado en una sonrisa provocada por los sentimientos y sensaciones que su presencia fundía dentro de mí organismo.

ㅡ¿Por qué no me casé contigo antes?

Mi corazón explotó y mis acciones se lo hicieron ver. Mi cuerpo se reactivaba cada vez que de su voz salían estas pequeñas frase que me indicaban. Nuestros cuerpos desnudos se brindaron un calor superior al de una manta cuando decidí acercarme a ella en busca de más caricias, que, por supuesto, recibí sin titubeos ni dudas. Escondí mi rostro debajo de su barbilla, justo en ese sector donde hacían marcas  de lo hecho recientemente. Uno de sus brazos cubrió mi espalda baja manteniendo una presión para permanecer clavada a su cuerpo, mientras que el otro brazo pasaba por sobre el primero para hacer una presión mayor. Ella besó una esquina de mi frente, luego beso el centro de esta y finalmente acabó por besar la última esquina. Alce mi cabeza para observarla con una sonrisa, mientras ella me observaba con una expresión similar a la que yo llevaba en el rostro.

ㅡPorque no sabías que podíamos casarnos, Lisa ㅡme burlé de ella.

Aunque debía admitir que tuve algo que ver en eso. Yo no le comenté nada de lo que un matrimonio era hasta que cumplimos seis años de relación, una semana posterior a mi cumpleaños. Ella de inmediato pareció gustarle la idea pero debió que yo no estaba segura por de la expresión de incorfomidad en mi rostro.

Yo no tenía dudas sobre el amor que nos llenaba a ambas. Yo la amaba y sabía que ella me amaba. Pero era una inseguridad superior a la mía. Se trataba de ella. Lisa solía actuar como una pequeña niña con respecto a las cosas que desconocía y no estaba segura si podría llevar esto del matrimonio. Tenía miedo de que pudiese no gustarle y se aburriese en algún momento de mí. Tenerla lejos me sería tan difícil. No sabría cómo seguir.

Dos años más tarde, la inseguridad se evaporó y se lo estuve demostrando sutilmente durante el último año de contraer el matrimonio con cosas sencillas como charlas sobre lo que requería el lazo matrimonial y las consecuencias de esto. Ella estuvo de acuerdo en cada cosa t me dijo muchas cosas dulces de paso. Lloré todo ese día en su pecho por haber cuidado de ella. Cuando me pidió matrimonio, cinco meses más tarde, lloré aún más al saber que pretendía hacerlo ese día donde lloré en su pecho, pero no lo había hecho por miedo a creer que yo me arrepentiría.

Bajo mi propio pecho, pude sentir las vibraciones del suyo. Se estaba riendo. Seguramente ella había recordado todo lo que yo ha había hecho.

Deslicé una de mis manos por su cintura y rinalmente la mantuve en su cadera mientras la observaba reír.

ㅡDe haberlo sabido, te lo habría pedido el día en que comenzamos a vivir juntas, JenJen comentó mientras repartía besos desde mi mejilla hasta mi cuello, donde volvió a mordisquear más marcas ya hechas posteriormente.

Anoche habíamos hecho el amor hasta que mi cuerpo pidió un respiro, horas más tarde, sin embargo. Celebrábamos que Lisa finalmente había obtenido su título en la universidad luego de hacer un pequeño curso que le permitió estudiar y preparase para la universidad. Resultó que Lisa era una persona muy inteligente y aprendía con rapidez. Rindió sus exámenes del curso con un sobresaliente, lo que me impresionó. Era algo envidiable. Aunque fueron dos años muy difíciles. Lisa pasaba días y noches completas estudiando y habían semanas donde no nos veíamos. Jamás se me pasó por la cabeza la idea de romper, pero fui demasiado paciente hasta tocar el límite y tener miedo que Lisa se alejase por su cuenta. Por eso, cuando acabó el curso, un año más tarde decidimos vivir juntas.