Conejita - Jenlisa [G!P]

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Lisa estaba dormida entre las sábanas de la habitación en el barco, mientras que Jennie estaba recostada a su lado, acariciando su rostro, y suavemente deslizaba su flequillo para verle el rostro.

Jennie no sabía lo que sucedía. ¿Perdería a Lisa, a su conejita? A su única compañera de toda la vida. No podía permitírselo, sin embargo, ¿Qué podía hacer? Ella sabía que Lili, su coneja, algún día debería... irse, por no decirlo en términos más... Realistas. Pero jamás se había detenido a pensar, ¿Qué sería de ella?

Sabía que podría estar actuando como una dramática. A esta persona, no la conocía, después de todo. Pero conocía al ser interno. Sabía que a ese ser, le fascinaba dormir sobre su cuerpo y ocultar su rostro en su cuello por las noches. Sabía que roncaba cuando dormia con hambre. Sabía que se hacía la muerta cuando no quería camibar. Sabía que le fascinaba correr en césped, y sabía que le adoraba con todo el alma.

Jennie sentía que estaba perdiendo la cabeza.

De pronto, Lisa balbuceó algo, y Jennie se acercó a ella. La chica había abierto sus ojos, aunque mínimamente aún, y le observaba en sueños. Jennie sonrió.

ㅡHola, Lili.

Lisa pestañeó un par de veces antes de dejar caer sus ojos ante los de Jennie. Lisa jamás vio a la morena lucir tan hermosa. Y, bueno, a decir verdad...

ㅡEres muy linda, JenJen.

Jennie rió, sintiendo ternura en su interior por la confianza de Lisa al decir las cosas sin rodeos. Ella, conociéndose a sí misma; no podría ser tan directa; sin embargo, sin meditarlo demasiado, se acercó a la pelinegra, y besó su frente por un par de segundos. Cuando retiró sus labios de esa zona, se sorprendió a sí misma al encontrarse con las mejillas sonrojadas de Lisa.

ㅡLili, ¿sonrojada? Esto no es verdad ㅡse burló Jennie.

Lisa frunció el ceño inmediatamente, y bufó de una manera adorable.

ㅡCállate, JenJen. Yo no te digo nada cuando te sonrojas.

ㅡEs porque yo nunca lo hago.

Lisa esbozó una gran sonrisa antes de soltar una carcajada. Jennie, mientras observaba las risas de Lisa, se contagio del carcajeo a medida que intentaba ponerse completamente seria.

ㅡ¿De qué te ríes, coneja tonta?

ㅡ¡Te he visto frambuesa un millón de veces, JenJen! ㅡdijo Lisa sonriendo ampliamente.

ㅡ¿Ah sí? ¡Pruébalo!

Bien, lo cierto, es que Jennie sí tenía ciertas locas intenciones con la inocente conejilla. Sin embargo, ella no quería apresurar las cosas. Sabía que a Lisa se le escapaba su lado coqueto, y sólo estaba excavando, buscando la formar de que ese lado saliese a volar, para saber si realmente solo eran bromas, o Lisa realmente lo deseaba, y no de una manera únicamente sexual, o en el ámbito físico.

"Ella también lo desea"

¿De verdad era así? El corazón de Jennie estalló de una divertida forma cuando la anciana dijo aquello. Últimamente, tenía extraños pensamientos donde las relacionaban a ella y a su mascota, de una manera bastante... Específica y comprometedora. Cualquier pensamiento fue desviado, cuando Lisa se posó sobre su cuerpo, y comenzó a hacerle cosquillas en los lugares correctos y precisos.

Lisa la conocía tan bien. Jennie no sabía cómo era posible, si tan sólo podía verla. Nunca hubo un toque íntimo cuando estaba en su forma animal, por supuesto que no. Pero ahora, de humana, todo se sentía especial e íntimo. Todo se sentía... Demasiado afectivo. No era incómodo, no era molesto. Era sorprendentemente... Satisfactorio y llenado. Su toque era especial, y... ¡No tenía palabras! ¡No podía describir lo que comenzaba a sentir en pocos días! ¡Muy pocos días!